GÓMEZ DEL PILAR

"La temporada 2022 ha sido muy positiva para mí, ya que en los sitios clave han salido las cosas"

sábado, 26 de noviembre de 2022 · 10:05

Noé Gómez del Pilar ha sido uno de los nombres propios de la temporada 2022 en la Plaza de Toros de Las Ventas. Hasta tres paseíllos trenzó el torero toledano en el coso venteño, paseando sendas orejas de ejemplares de José Escolar y de José Enrique Fraile de Valdefresno y cuajando también una destacada actuación el pasado 25 de Septiembre frente a un astado de Pallarés. Para analizar detalladamente cada una de estas comparecencias en el recinto taurino de la calle Alcalá, así como para hablar de otras citas importantes que ha saldado de forma triunfal a lo largo de la campaña, nos hemos sentado con Gómez del Pilar, que se muestra esperanzado en que los mencionados éxitos en Madrid y en otros lugares le abran las puertas de más plazas y ferias de relieve, tanto en España como en Francia.

¿Qué valoración hace de la temporada 2022?. ¿Ha sido, hasta ahora, la más importante de su carrera?

Es una valoración muy positiva, ya que en los sitios clave han salido las cosas, y eso es algo fundamental. Ha sido un año muy importante de cara al público y al aficionado, porque me he dado a conocer mucho más, consiguiendo una mayor repercusión.

Por dos veces este año ha rozado la Puerta Grande de Las Ventas, la primera vez el 31 de Mayo en la Feria de San Isidro y la segunda el 3 de Julio. En el primer caso resultó herido y eso le impidió lidiar a su segundo toro y, a su vez, le cerró la posibilidad de salir a hombros, y en la segunda comparecencia suya esta temporada en el coso venteño fue la espada la que le imposibilitó cumplir el sueño de abrir la Puerta Grande de Madrid. Pese a no haber podido, por las circunstancias ya mencionadas, cruzar ese umbral, ¿Ha sentido que este año ha entrado en la afición de Madrid?

Yo creo que he entrado aún más porque siempre que he toreado en Madrid la afición ha estado muy de cara conmigo. Sí que es cierto que esos dos días que has citado e incluso la tercera tarde de este año en Las Ventas el 25 de Septiembre, se ha dado un toque de atención muy fuerte. En conjunto, ha habido cosas muy buenas, por eso la afición de Madrid, a la que le debo prácticamente todo, ha respondido así. La verdad que me considero torero de Madrid.

Su actuación del 31 de Mayo en Las Ventas fue muy importante, de mucho peso, poniendo de acuerdo a todo el mundo: afición, público, profesionales, prensa… A mi juicio, dicha actuación estuvo presidida ante todo por la entrega, la disposición, el compromiso frente a una corrida de José Escolar muy exigente, dura y complicada. Cuando uno es capaz de tirar la moneda y cruzar esa línea imaginaria que muchas veces separa el triunfo del fracaso, como usted lo hizo ese día, la satisfacción interior como torero y a nivel moral supongo que será mucho mayor.

Claro mucho mayor. Son días fundamentales en los que uno tiene que sacarlo todo adelante a pesar de las dificultades planteadas por la corrida. Fueron momentos muy duros pero, a la vez, muy satisfactorios. Eso es, en definitiva, lo que uno busca porque en esta profesión nada es fácil, todo lo contrario, muy complicado.

Además de la colocación, tener una mente muy despejada y el valor suficiente para aguantarle al toro las miradas y las pruebas, creo que la lidia fue algo fundamental en la faena al primero de su lote de la aludida corrida de José Escolar, tanto por parte de Ángel Otero como suya, para que luego el toro tuviera esos muletazos pese a las dificultades que tenía.

Yo intentaba leerle cosas al toro que a lo mejor nadie las veía e incluso yo mismo me quería convencer de lo que apenas se atisbaba. En esos momentos, es cuando se pueden apreciar las ganas, la disposición, convertir en fáciles cosas muy complicadas. Yo intenté estar muy concentrado en todo lo que sucedía en el ruedo, y le llegué a decir al apoderado cuando cogí la espada y la muleta para iniciar la faena que le iba a cortar la oreja al toro. En Madrid no se pueden dejar pasar estas oportunidades, por eso la repercusión ha sido tan grande. Además también hay muchos compañeros que vienen apretando fuerte, y en esas fechas en las que se celebra San Isidro, hay muchas ferias todavía sin hacerse.

Dentro de ese conjunto sobresaliente hubo algunos naturales extraordinarios, con profundidad y con hondura, en los que el astado se desplazó más largo. Imagino que usted los paladeó, saboreando el olé ronco de Madrid frente a un toro tan encastado.

Esos matices son los que yo quería leer. Intenté estructurar bien la faena, molestarlo lo menos posible e incluso al comienzo no rematar las tandas con pases de pecho para no incomodar al animal. Fue un toma y daca, en el que el toro al final sacó ese fondo, que pude extraer a pesar de las dificultades que tuvo toda la corrida.

Por desgracia, fue herido por el segundo de su lote en el recibo a portagayola, y se tuvo que marchar a la enfermería, sin tener la opción de lidiar al sexto de la tarde. Imagino que cuando despertara de la anestesia en el hospital tendría sensaciones contrapuestas, por un lado supongo estaría contento por la dimensión ofrecida en Madrid pero por otro le quedaría cierto amargor por tenerse que meter para adentro y no poder torear a su segundo.

Que los toros te echen mano no es agradable nunca aún cuando has hecho lo que tenías que hacer y el animal te ha cogido porque cada uno tenemos una forma de interpretar y sentir el toreo. Por supuesto que da rabia, y más todavía tras cortar una oreja del primero de mi lote y tener media Puerta Grande abierta, que ya es mucho, sobre todo en Madrid y con este tipo de corridas. Al final, nunca se sabe lo que hubiera pasado si no me hubiera cogido en ese momento, podía haber sido mejor o podía haber sido peor, viendo también lo complicado que fue el sexto. Siempre quedará esa duda.

El 3 de Julio volvió a Madrid para enfrentarse a un encierro de José Enrique Fraile de Valdefresno. Cuajó una faena importante al primero de su lote, que fue un toro bravo, noble, con movilidad, con transmisión, un gran toro. Fue una labor de mucha intensidad y de mucha entrega, esperando muy bien a que el animal metiera la cara en la muleta para tirar de él, porque había que tener mucho pulso y saber esperar el momento para tocarle.

Sí, ese toro ha sido uno de los mejores de la temporada en Madrid y de todos los que yo me he podido encontrar. Recuerdo que se llamaba «Cigarro» y me permitió sentir y disfrutarlo al máximo, que es lo que uno busca en esta profesión. Ese toro de Valdefresno fue un grandioso toro.

A todos los toros que se cuajan da rabia pincharlos pero a un toro así, al que se le ha podido realizar una faena muy completa y lucida en Las Ventas, imagino que de forma especial, por la plaza, por el toro, que le regaló unas cuantas embestidas de categoría…

Por supuesto. Siempre da rabia pinchar un toro, sea la plaza que sea, más aún si lo has podido cuajar y has llegado a compenetrarte con él, pero bueno hay veces que los toros se pinchan. Éste ha sido de los pocos que he pinchado esta temporada. En cualquier caso, lo que hay que intentar es estar con ellos al 100%, cuajarlos, porque lo demás llegará. Hay que seguir avanzando y trabajando, tanto en la suerte de matar como en otras muchas, y continuar creciendo como torero.

Después si le pudo cortar una oreja a su segundo, que fue un animal noble, pero más parado y que decía menos que el anterior.

Sí, ese toro tuvo menos clase y más teclas que tocar. En la faena hubo momentos de mucha vibración, en los que me dejé llegar mucho al toro, y ahí fue dónde el trasteo, que fue cogiendo vuelo y altura poco a poco, terminó de rematarse. Luego pude matarlo bien y eso, hoy en día, es fundamental. Hay que matar los toros sí o sí.

La tarde del 5 de Septiembre en El Álamo supongo que para usted debió ser muy especial, puesto que pudo alternar con los Maestros Morante de la Puebla y Curro Díaz para pasaportar una corrida de Castillejo de Huebra. Fue el triunfador de la tarde, cortó dos orejas, salió a hombros y pudo disfrutar de un ambiente y de unas embestidas muy diferentes a las que tiene que hacer frente en bastantes ocasiones.

Sí, aunque la corrida no fue fácil, se agarró mucho al piso y tuvo sus dificultades. Había que estar muy bien colocado delante de los toros, que estuviera todo muy en su sitio. Al fin y al cabo es un encaste diferente, que hay que comprender. Cuánto más toros te entren en la cabeza mucho mejor porque tienes más posibilidades de funcionar.

Aunque fuera en una plaza de tercera categoría pero tener la posibilidad de compartir paseíllo y de medirse a esas figuras del toreo debe reconfortar bastante, será una inyección de moral fuerte.

Claro. Ver a la figuras, que nunca se dejan pisar ni avasallar y, como ocurrió en este caso, quedar triunfador, quedar por encima de ellos, es muy importante. Son días en los que uno va muy preparado, sobre todo mentalmente, para que la tarde no pueda contigo porque el Maestro José Antonio se pone a torear y borra todo del mapa. Lo que hay que intentar, sobre todo, es superarse día a día.

La tercera y última actuación suya en Madrid esta temporada fue el 25 de Septiembre en una corrida concurso. Una vez más, dejó muy buenas sensaciones, fundamentalmente con el toro de Pallarés, que se dejó más. Con el capote, de salida, le enjaretó varias verónicas muy buenas, aprovechando el ritmo con el que embestía el astado.

Sí, ese toro salió ya galopando y embistió de forma extraordinaria de salida. Que se vea que uno sabe torear, que yo entreno todos los días para mejorar y para crecer como torero, que no sea sólo el toreo sobre las piernas en las corridas duras. Esa faceta de torear bien con el capote no se me había visto tanto, y estoy feliz por cuajar un toro a la verónica en Madrid, con lo difícil que eso es.

Después en la muleta, el toro mantuvo esa nobleza y esa calidad pero fue un poco soso, muchas veces entraba al engaño al ralentí, casi gateando, pero en Madrid se necesita un animal con más motor y con más empuje.

Sí, es cierto que en Madrid se necesita un toro con más fondo, que quiera coger la muleta con fiereza, pero las dos primeras series con la mano derecha fueron muy buenas. La gente las jaleó y las cantó y tuvieron mucha rotundidad.

Para finalizar, ¿Espera que la próxima temporada se le abran las puertas de más ferias importantes teniendo en cuenta lo que se ha hecho en el ruedo en estas últimas campañas?

Sí. Por ejemplo, las orejas de Madrid llegaron cuando la gran mayoría de las corridas de las ferias importantes ya estaban hechas, puesto que la primera la corté en el último tramo de la Feria de San Isidro y la segunda en Julio. Este año nos llamaron para torear en Bilbao pero nos coincidió con una fecha que teníamos cerrada desde el mes de Marzo. Ojalá que el año que viene tanto Pamplona como Bilbao y muchas más ferias se puedan hacer, así como también regresar a las plazas francesas, adónde tengo muchas ganas de volver y de triunfar, ya que esta clase de corridas se valoran bastante, y porque en el momento actual no se puede dejar atrás a Francia. Yo me preparo diariamente, tanto a nivel físico como psicológico, para todo lo que pueda venir.