LEA VICENS

“El rejoneo no consiste en un circo. Hay que torear, en el sentido completo de la palabra”

viernes, 4 de febrero de 2022 · 07:46

La tauromaquia necesitaba a alguien como Lea Vicens, figura dentro y fuera de la plaza. Alguien que rompiese los esquemas, o los códigos, como ella bien dice. Hablar con Lea Vicens es ampliar tu visión y no solo sobre la tauromaquia. Hablar con Lea Vicens es comprender muchas cosas, y dejar de entender otras tantas. Hablar con Lea Vicens, hasta le vendría bien a más de uno. Pero, ante todo, hablar con Lea Vicens es aprender a escuchar. Decía Victor Küppers que, para mejor la comunicación, era necesario escuchar. En el entorno de Doñana, donde consigue parar el tiempo, Lea Vicens vuelve a ofrecer una gran faena llena de intelecto.

¿Cuál es su balance de la “extraña” temporada 2021?

Dentro de lo que ha sido un mal año para todo el sector, he de sentirme afortunada. Con las medidas permitidas como fue el aforo reducido o la escasa cantidad de festejos dados en comparación con otros años, porque cada feria solo tuvo una corrida de rejones, pude sumar 20 tardes a mi trayectoria. Fue como el ying y el yang. Así que, dentro de lo malo me quedo con lo bueno y, por lo que te he comentado, creo que el balance es positivo.

Se anunciaron en su tiempo citas bastante importantes como la tarde con José Tomás en Nimes. ¿Eso queda pendiente o suspendido?

Para mí, el ver mi nombre junto al de José Tomás en un cartel fue algo que jamás pudiese haber imaginado. El covid hizo que no pudiera cumplir ese sueño. Ahora mismo, solo él es el que sabe si esa tarde se dará o no. José Tomás y Nimes tienen una historia de amor...

Dicen que a José Tomás le ofrecieron hace poco un cheque en blanco por 20 tardes. ¿Cuántos ceros le pondría Lea Vicens?

Muchos. Todos los que pudiera (ríe). Hablando enserio, creo que cada uno tiene su valor y se hace de valer y respetar para que sea justo a todos los niveles.

¿Cómo has sido capaz de sacar adelante tu principal actividad a falta de festejos por el covid?

Esa pausa a la que fuimos forzados todos los artistas hizo que mi cabeza ideara fórmulas para contrarrestar los gastos que continuábamos teniendo. De ahí nacieron varias ideas y comenzamos a elaborar un aceite de una excelente calidad hecho en la finca y embotellado en un recipiente muy original; he abierto las puertas de mi casa al turismo rural, para quien le apetezca ver un entrenamiento muy privado o conocer el entorno de Doñana a lomos de un caballo. Ofrecemos experiencias únicas que con las que las personas quedan muy satisfechas. Y, por supuesto, TauroTen TV. Gracias a esta plataforma digital no solo hemos logrado seguir ofreciendo contenido cuando no había toros, sino que mostramos esa parte en la que el aficionado puede ver y conocer qué ocurre entre tarde y tarde.

¿Qué te ha enseñado la pandemia?

Una gran lección. Me ha enseñado que soy capaz de rendir al mismo nivel montando menos horas. Antes estaba 14 horas diarias a lomos de un caballo e incluso me culpabilizaba cuando no montaba todos los días o cuando daba por finalizado los mismos antes de tiempo. Era una obsesión. Con la pandemia cambié esa filosofía. Por supuesto, sigo dando el máximo en cada entrenamiento, pero mi mente ha comprendido que se puede montar menos. He sido capaz de condensar más el trabajo para así tener más tiempo para mí sin alterar el resultado en la plaza.

Te privabas antes, entonces, de tu vida personal.

No, no…, ni mucho menos. Esto es una filosofía de vida. Entrenar, torear, pensar en los caballos, en los toros…, lo tengo interiorizado; es parte de mí. Te privas de algo que haces por obligación, cuando algo no te gusta. Alguien se sacrifica cuando algo no le gusta o cuando lo hace por obligación. Esto es mi vida. Así que no me privo de nada.

El próximo 13 de marzo comienza tu nueva temporada en Illescas. Imagino que con la mente puesta en esa tarde.

Por supuesto. Ya se intensifican los entrenamientos y todo gana mucha más seriedad. Desde octubre no tomaba el rejón de muerte y acabo de torear dos vacas de grandes hechuras a las que no les ha hecho falta la puntilla. Es algo que me ha levantado mucho el ánimo ya que el año pasado fue el último tercio lo que me privó de cortar más trofeos. También estoy trabajando mucho la musculatura de la espalda y el brazo tras el accidente que tuve con un caballo que me mordió y arrancó el músculo del bíceps. Hay que llegar al 100% a Illescas en todos los sentidos.

¿Qué esperas de 2022?

Me encuentro muy feliz por iniciar mi temporada en las dos primeras tardes de rejones de la temporada como son el caso de Illescas y Valencia, dos plazas donde triunfé la última vez que fui. Tengo un planteamiento idealizado para lo que está por venir. Espero volver a ver los tendidos llenos, estar a la altura de los aficionados que me siguen.

¿Qué tiene Lea Vicens que hace que arrastre toda esa afición?

Yo creo que rompo moldes. Pienso que ser quien soy y ser como soy rompe esos códigos y hace llamar la atención de la gente.

¿Qué futuras estrellas van a entrar en la cuadra de Lea Vicens este 2022?

Tenemos un caballo de último tercio, llamado Fermín, que debutó el año pasado, pero no era una estrella y esta temporada va a dar mucho que hablar; Diamante, que faltaba retocar un par de factores para ser la figura en el que se va a convertir este año; Regaliz, otro caballo de último tercio que voy a sacar este año; uno de banderillas llamado Mosquito… Todos ellos son potros hechos al 100% por mí.

¿Nadie más que usted monta sus caballos?

Imagina un gran guitarrista. Como buen profesional, tendría sus instrumentos afinados a su gusto y preparados a su manera de tocar. Si vienese alguien y trastoca todo ese trabajo al gusto de las manos que siempre la han tocado, esa guitarra ya no sonaría igual. Mis caballos son como esos instrumentos. Mis animales están al milímetro y al gramo. A mí milímetro y a mí gramo.

¿Hay algo que siempre hayas tenido en mente, pero aún no hayas conseguido?

Lo hay. De hecho, estoy en conseguirlo.

¿Cómo es el equilibrio entre toro, torero y caballo?

Indispensable uno de otro. No pueden independizarse esos elementos. El rejoneo no consiste en hacer un circo, al toro hay que tenerle un respeto, hay que ir de frente, clavar… Hay que torear, en el sentido completo de la palabra.

La pandemia, ¿ha fortalecido o ha debilitado al mundo del toro?

No soy la persona más adecuada para contestar a esa pregunta. Creo que los políticos no afines a la tauromaquia han aprovechado esta situación para intentar rematarla. Han querido asfixiar, por ejemplo, con la restricción del aforo. No se trata tanto de prohibir la tauromaquia, sino de ir asfixiando poco a poco. De esa manera, se lavan las manos en la polémica de prohibición, pero acaban consiguiendo su objetivo porque la tauromaquia necesita de dinero para poder llevarse a cabo.

¿Es importante abrir la tauromaquia a través de las redes sociales?

No es que sea importante, es imprescindible. A día de hoy, la comunicación se realiza a través de las redes, sobre todo entre la juventud. Las personas pasan de media una hora al día en las redes sociales y es un escaparate ideal para eliminar ese concepto equivocado de fascistas, viejos, arrogantes, egocéntricos, machistas…, que tienen del taurino. Como comentábamos antes, yo rompo con estos conceptos. De ahí que sea imprescindible acabar con esa idea en la que ciñen a los taurinos a través de las herramientas que tenemos a nuestro alcance. Y es por ese motivo, por el que conocer gente interesante de otros ámbitos también es fundamental para que circulen ideas positivas sobre nuestro arte a otros niveles.

¿Es así como formas tu círculo de amistades?

Procuro acudir a todos los eventos que me ilusionan tanto artística como intelectualmente.

Resulta curioso que le guste leer, pero nada sobre tauromaquia. Tampoco ve corridas en diferido en su casa y se cuida mucho de ir a las plazas como aficionada.

Todo se resume un poco a la desconexión. Paso muchas horas entrenando, y no por echar más horas ni por hacer girar tu vida en torno al toro, eso te va a hacer más taurino. Hay veces que hay que desconectar y descansar para que no te agote mentalmente.

Ni siquiera cuando hace buenas faenas, ¿no le gusta leer los titulares?

Prefiero que me lo cuenten.

¿Eres supersticiosa?

No. Sin embargo, hay cosas que me molestan un poco previas a salir a la plaza. Antes sí tenía muchas cosas que mi mente necesitaba para refugiar esos miedos, pero me he quitado la mayoría de ellas.

Un día de corrida, ¿cuál es el momento en el que Lea Vicens tiene más miedo?

Cuando veo que el albero no está en buen estado para mis caballos.

Por encima de todo…

Levantarse por la mañana con ganas de comerse el mundo. Irse a la cama deseando que llegue el día siguiente para seguir haciendo lo que amas.

¿Tu plaza favorita?

Huelva, Salamanca, Madrid, Sevilla, Nimes, Valencia, Ronda… Hay muchas plazas. Donde se triunfa, se queda ese trocito en tu recuerdo.

Una plaza en la que te duela no estar.

Me encantaría debutar en Pamplona y en El Puerto de Santamaría, por el ambiente y magia que recogen.

 

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