DANIEL RUIZ

“En esta casa priorizamos la bravura en la muleta”

jueves, 28 de abril de 2022 · 13:53

Daniel Ruiz lidió su primera corrida de la temporada el sábado de Gloria en Pozoblanco. Resultó un gran encierro, con el que triunfaron Roca Rey Juan Ortega y Diego Ventura.

Si, fue una gran corrida. Nos la compró Antonio Tejero, quien a diferencia de otros empresarios, se portó como un señor. Y fue una gran corrida. Estamos satisfechos porque la primera corrida del año siempre impone, porque aunque hagas las cosas bien, no sabes cómo van a salir todo. Pero se lidiaron varios toros de nota. Lo importante es que confíen en nosotros, tanto los toreros como los aficionados.

Ha declarado ser consciente de que el aficionado va a ver a figuras, no a las ganaderías.

Hombre, el toro es la base, porque ha sido, es y será el rey de la fiesta. Y si sale el toro bueno, fenomenal. Pero hay que tener humildad. Depende de lo que cada uno se crea que es. Yo soy consciente de que los ganaderos somos parte importante del espectáculo, pero tampoco se me escapa que el aficionado va a ver a las figuras. Cuando se cuelgan los carteles de un abono, la gente suele sacar las entradas en función de las figuras que se anuncian. Y luego son las figuras eligen los toros que consideran más adecuados y con los que ellos creen que pueden triunfar. Ellos eligen un toro que les pueda permitir desarrollar lo que llevan dentro. Porque, en definitiva, en la plaza manda el de negro, que es el que colabora con el espectáculo.

Asegura que no necesita mucho para vivir.

Para vivir, nosotros no necesitamos muchas cosas. El nuestro es un estilo de vida propio y yo, cuando me monto en un caballo, ya soy feliz. No necesito tener más de 10 euros en el bolsillo. Aunque ahora lo  difícil es tenerlos, en estos  tiempos que corren. Con montar a caballo y vivir tranquilo ya me vale. El problema es que hemos vivido años durísimos. Lo malo de la pandemia es toda la gente que se ha quedado en el camino. Eso es lo peor. La tauromaquia en general ha sufrido, y las ganaderías en particular  todavía más. Porque los gastos de explotación, el tratamiento de los toros, las vacunas, los pastos. Todo se ha tenido que seguir pagando, pero sin obtener ingresos. Y venga a pagar gastos. Es muy difícil de llevar. Y de soportar.

Y luego los precios que se pagan por los toros no son los mismos.

Porque ha salido reducir la picaresca. Siempre nos aprietan, con pandemia o sin pandemia. Con la pandemia se han dado festejos en los que se ha abusado del ganadero, diciendo eso de que si ibas a llevar los toros al matadero, mejor era verlos lidiar en una plaza. Pero a lo mejor, lo vendes a puerta cerrada y te dan el mismo dinero  que el empresario y lo puedes ver en casa, sin pasar nervios y con opción de quedártelo. El toro es un producto muy caro. Para que salga preparado a la plaza, el coste es de entre 5000 y 6000 euros. Y se han llegado a vender corridas por ese precio. Nos han apretado las tuercas, o lo han intentado hasta donde han podido. En 2020 y 2021 las cuentas han salido perdidas. En 2022 parece que la mejoría se nota. Ahora parece que está todo con más alegría, a  ver si es verdad.

A pesar de todo, ustedes no pierden la alegría.

Cuando viene una situación tan grave, no puedes estar lamentándote todo el día. Pero todo está muy perjudicado. Nosotros muchos toros los hemos matado en casa. Cerca del centenar. La limpia de machos ha sido de utreros y toros. Las hembras no, siguen su curso. Pero por lo menos hemos podido sacar ocho o diez sementales que van a ir a las vacas. Y tenemos que mantener el tipo y tratar de transmitir a la gente que venga a a ganadería la alegría, es fundamental. Y en casa es lo que intentamos hacer. Atender a los aficionados, porque somos conscientes de que la experiencia en el campo es inigualable. Es una forma de sembrar, de hacer afición. Y estamos contentos, porque luego vienen los resultados. Insisto, nosotros lo que queremos es que el que venga la finca se lo pase bien y se vaya contento. Es nuestra educación, es nuestra filosofía la de recibir a todo lo que quiera venir a visitarnos, y que luego una vez esté por aquí, luego se vaya contento de lo que ha visto en la finca.

Puro Jandilla.

Mi padre le compró a Fernando Domecq y se empezó a trabajar con el encaste Jandilla. Pero hay que saber trabajarlo. Te pongo un ejemplo. En Valencia está el mejor arroz del mundo, pero no todos los cocineros lo saben hacer igual. En el toro pasa lo mismo. Las manos de ganadero, el saber manejar los ingredientes, saber elegir, trabajar, tentar, seleccionar, esto es difícil. Hay que seleccionar, hay que tentar. Y es un trabajo sacrificado y a largo plazo. Aunque tengas una buena base, no te puedes dormir.

La bravura es lo más importante.

La bravura y la humillación.  Sobre todo la bravura en la muleta, no solo en el caballo. Mi padre y yo medimos los becerros en el caballo. Y en la muleta pedimos que humillen, que sean bravos. Si sale una becerra mansita que no se emplea en el caballo. pero es buena para la muleta, la dejamos. Hay dos clases de bravura, y aquí creemos más en la bravura de la muleta que la del caballo. Porque lo que pedimos a la becerra en la muleta es que meta la cara, que humille, que tenga recorrido. Eso es bravura. Obsesionarse en el caballo es un concepto de bravura equivocada.  Mi padre, que no tiene filtro porque él dice lo que siente y va siempre por derecho, siempre ha manifestado que el caballo es importante, pero luego es en la muleta donde tienen que pasar las cosas importantes de una tarde. El toro ha de humillar, tener recorrido, que es lo que levanta al público de los asientos. Ha de ser bravo, tener una buena forma de coger la muleta, de seguir los engaños. En nuestro caso, si en la tienta es bravo en el caballo pero no en la muleta, pues eso no lo quiero. En la muleta tiene que servir.

El toro Cortesano que indultó El Fandi en Granada en 2002 marcó un antes y un después.

Así es. Ese es el toro clave en nuestra ganadería. Por su manera de embestir, y los hijos que luego dio al padrear como semental. Nos cambió como ganaderos y como  aficionados. Ver esa bravura, esa humillación, ese ritmo. Es el tipo de toro que queremos en nuestra ganadería. En 2004 empezaron a verse los primeros hijos que se herraron. Y a partir de ahí llegaron un montón de toros buenos y que han marcado un hito importante en nuestra casa. Y luego ha habido toros importantes, como Asistente, al que indultó El Cid en Albacete en 2014. O Fanfarria, al que indultó El Juli en Valladolid, o Juguetón, que indultó Enrique Ponce en Ciudad Real, por citar algunos de ellos, sin olvidar otros como Lanudo, Pescadero o Calabrés.

Algunos discuten los indultos.

En esta casa estamos a favor del indulto al 100%, porque es la prueba definitiva de un toro. En la plaza no hay trampa ni cartón, porque se presencia una lidia completa desde que el toro sale por los chiqueros. Y encima, los primeros que piden el indulto son los aficionados, los que pasan por taquilla. La gente lo pide y si se pide el indulto, si se crea esa emoción en los tendidos, por algo será. Y luego, es una pena matar toros tan bravos en la plaza, que luego puede servir para padrear. Es un desperdicio no perdonarles la vida.

Lidian en plazas importantes.

Vamos donde nos llaman, sin hacer distingos. Pero tenemos la suerte de lidiar en plazas como Sevilla, Valencia, Málaga, Granada, Murcia, Gijón, Albacete o Nimes entre otras. Cuesta mucho, porque hay tardes que son de decepción, que sale todo al revés y encima no sabes por qué. Aunque hayas hecho todo bien o te hayas esforzado al máximo. Y luego en el ruedo todo se tuerce. Pero de los fracasos aprende y hay que remontar. El triunfo dura muy poquito, lo que te ayuda en la vida es el fracaso Y saber levantar la cabeza.

Nunca faltan los disgustos.

Sí, porque uno trabaja en el campo con toda la ilusión y todo el ahínco. Pero una vez el toro se ha embarcado, ya no se puede hacer nada. Aunque el ganadero cada vez juega con informaciones más desarrolladas. La técnica ha evolucionado mucho y ello nos ayuda. Es tremenda la información que ahora se llega a manejar. Siempre tienes datos, análisis, al margen de conocer las reatas, y por ello parece que todo va salir bien. Pero luego unas veces dices eso de: “pero si este toro no podía fallar”, y no te explicas por qué ha salido todo mal. Te dices: “¿Cómo puede ser?” y hay veces que todo sale bien y quizá no te lo esperabas.

A la historia ha pasado la anécdota de Nigeriano y Feminista.

Aquello de Gijón fue una cosa fuera de lugar, y muy triste. Porque los nombres de los toros se ponen en función de las madres y de las reatas.  Nosotros llevamos treinta y seis años en esto y así lo hacemos. No les bautizamos el día antes. La alcaldesa demostró muy mala fe y, sobre todo, una supina  ignorancia. Como ahora, con ese  el informe del ayuntamiento de Gijón para no abrir la plaza. No se sabe de dónde salen estos ataques, pero debemos estar unidos contra esta fiebre antitaurina de algunos.

Ustedes, a lo suyo. Trabajar y trabajar.

Esto es afición y más afición. En nuestra finca la verdad es que estamos contentos. Hacemos lo que nos gusta. Y luego, los pastos son buenos, y los animales comen bien. Pero también  se sufre, porque hay etapas en las que se pasa mucho frío y nieva mucho. Pero es lo que hay.

El pelo del invierno.

Depende lo las zonas en las que se críe el toro. En Andalucía el pelo es limpio, entre enero y febrero ya están apelechados. De todas formas, el toro de las primeras ferias, para Fallas, Castellón o Sevilla, en octubre ya debe de estar listo para salir. Casi listo y preparado. Luego, eso sí, a partir de ahí, del mes de mayo en adelante, ya les calienta el sol y por eso en verano están más preparados, salen a la plaza más en sazón.

Tras lo de Pozoblanco, se les presenta una temporada importante.

La verdad es que tenemos una camada que nos ilusiona. Vamos a ir a Albacete, a la corrida del 50 Aniversario de Asprona, que es una efeméride muy importante con Morante y Ureña y el debut del hijo de Manuel Caballero. En Granada van a matar nuestra corrida El Fandi, Roca Rey y Manzanares. Iremos también  a Castellón después de casi veinte años de ausencia en otro gran cartel con Manzanares, El Juli y Roca Rey. En verano lidiaremos en la plaza francesa de Lunel, en Atarfe, y en septiembre tenemos Murcia, Valladolid y Albacete. Estamos muy contentos y se presenta una campaña ilusionante. Lo que pasa es que, como dice mi padre, luego hay que ver lo que les apetece hacer a los toros por la tarde, si quieren embestir o no.

Se dice que los toreros tienen suerte en el sorteo, pero los toros también la necesitan.

Hombre, según las manos en las que caigan lucen más o menos. Pero si los matan las figuras, no hay problema. Al toro malo le sacan rendimiento. al normal  le hacen faena, y con el bueno firman obras maestras. No falla. Con todo, nosotros criamos toros para que los maten todo tipo de toreros y, eso sí, que contribuyan a dar el espectáculo.

La mejor tarde.

Todas y ninguna. En todas se tiene responsabilidad. Cuando lidiamos, yo no disfruto. Lo disfruto al día siguiente, con mis amigos o en la finca. El día de la corrida lo paso muy mal. Y hay veces que me dan ganas de irme en el segundo o en el tercero si las cosas no van bien. Y aunque todo vaya bien, siempre está la preocupación de lo que queda por salir de chiqueros. Eso sí, reconozco que hay dos plazas que me quitan el sueño: Sevilla y Albacete. Cuando nos anuncian, voy hasta las trancas. Tú confías en tu trabajo, pero siempre te entran las dudas. Y cuando el toro no responde nunca tienes una respuesta.

También es importante el toro en la calle.

Sobre todo en esa tierra valenciana. Para nosotros es una salida buenísima. La Comunidad Valenciana es un gran mercado, hay mucha afición y se celebran muchísimos festejos populares. Nosotros tenemos cerca el Arroyo del Ojanco, que celebra sus fiestas en San Marcos,  y Beas de Segura, donde se matan más de cien toros en tres días. La fiesta de los toros es fiesta en la plaza y también en la calle.

 

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