JAVIER JIMÉNEZ

"En mi situación necesitas un triunfo o esto no te vale para nada"

jueves, 12 de mayo de 2022 · 07:40

Con ocasión de su gran actuación el pasado Domingo en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, tengo la maravillosa oportunidad de mantener una , más que amena,  charla con Javier Jiménez, quien, una vez más, me muestra y demuestra que es torero dentro y fuera del ruedo. Su generosidad, amabilidad, tenacidad y temple no sólo los refleja sobre el albero, si no que también en las distancias cortas, amén de su madurez mental que supera con creces los años que tiene el de Espartinas, su autocrítica, su tesón y ambición lo ponen de manifiesto en sus palabras.

La primera pregunta es casi obligada tras esa gran cita, ¿cómo te sentiste?

Pues la verdad que bien, volver a Sevilla pues es una responsabilidad siempre, pero la verdad que es una de las tardes que recuerdo estar más tranquilo y que más he disfrutado y mira que no es algo fácil, porque llegar a esta Plaza después de varios años sin ir, sabiendo lo que se juega uno…con un toro nada más…y tener esa capacidad de decir “oye, pues voy a estar tranquilo” y la verdad es que disfruté una barbaridad, pero disfruté no sólo toreando, si no también con lo a gusto que estaba allí en la Plaza y después, pues creo que en la faena eso se transmitió, la pena fue el pinchazo …

Perdona que te interrumpa aquí, no estoy justificándolo ni mucho menos, pero si es cierto que, desde la pandemia quizá, vemos más pinchazos y fallos con la espada de los que quisiéramos en una amplia mayoría de los toreros…

No me gusta justificar esas cosas, ya no es cuestión de resultados, de cortar una oreja , o dos o tres… qué sí, que es muy importante, es cuestión de rematar las cosas, no pensé en ningún momento en tener que cortar orejas, esa presión me la había quitado, me dolió por mí, por no rematar, no fue un faenón pero con lo que había… en la muleta, el toro tenía muy buena condición pero había que buscarle sus “trucos” y salió rodado y después llegar a la espada y no rematarlo me dolió, me dolió porque para mí, a nivel personal, pensé “que pena no rematar este tipo de actuación”, porque son actuaciones muy serias, es por rematar las cosas.

Eso es tu propio orgullo y forma de ser, de autoexigirte… tu concepto y forma de sentir…

Hay momentos que te dan pena y es ¡qué pena de no haber rematado esto! , para irte diciendo “mira, me puedo ir a dormir tranquilo”.

Yo le doy mucha importancia a que, siendo de esas tardes clave, porque son tardes muy clave… un único toro y además en Sevilla, es normal que los nervios te puedan y salir con esa tranquilidad… incluso desde el paseíllo, yo estaba allí y lo estaba viviendo con todos mis sentidos, yo estaba allí y pensaba “¡ojalá hubiera tres toros más!”, fui muy feliz allí no te voy a mentir.

Eso lo resume todo, la felicidad de un torero en la Plaza lo debe ser todo…

Eso es gracias al trabajo siempre, no es que te levantes ese día y digas “estoy inspirado” , te llevas mucho tiempo trabajando para cuando llegan este tipo de compromisos, que además son los que más me atraen porque por este tipo de Plazas es por lo que uno lucha a diario. Yo tenía mucha obsesión de llevar lo que estaba haciendo en el campo a la Plaza y esa tarde conseguí muchos momentos… fui muy yo en la Plaza y quizá por eso logré esa tranquilidad.

A mí ese toro me ha abierto mucho la mente, en el campo tenía muy cogidas las formas y con una regularidad muy buena, pero en la Plaza me abrió la mente para verlo muy claro todo.

Tienen que venirte más tardes porque con lo que hiciste si no llegan esas tardes es que no hay justicia…

Yo no sé lo que torearé este año, porque eso son ya otras cuestiones y los toreros que están en la situación que estoy yo pues necesitas un triunfo o esto no te vale para nada, pero bueno…es lo que hablábamos antes, además de mi orgullo o amor propio de no haber rematado la faena con la espada, soy consciente de que esto era un pasito más para mi carrera y mi futuro… y te queda con ese sabor un poco agridulce.

Quizá ¿incertidumbre de cara al futuro?

Esto es que las reglas del negocio son así, aquí no hay que quejarse porque está todo inventado y es así , yo no le echo la culpa a nadie de mi vida: ni al empresario de Madrid…ni al de Sevilla… ni a ninguno, yo tuve el otro día un toro al que podía haber cortado la oreja y no lo hice, no lo hice por el tema de la espada y eso es con lo que yo me quedo , no me quedo con el “ahora a ver si me ponen… no me ponen…” , me quedo con que yo he tenido mi oportunidad de poder haber repetido en la Plaza o por lo menos haber hecho algo para no tener “excusa”…

Sé que te lo he dicho en otras ocasiones, pero me vuelves a demostrar con tus palabras que eres tan torero dentro como fuera de la Plaza.

Aquí hay una cosa muy clara, si la espada hubiera funcionado hubiera tenido la oportunidad de torear más en más plazas de primera, yo tengo la suerte de decidir en mi carrera ¿en qué sentido? en el que cuando he cortado orejas he toreado más y cuando no pues he toreado menos, así que aquí no se puede buscar “que si el sistema o no sé qué” , porque cuando uno corta orejas se crea su propio sistema, no puedes culpar a fulanito ni menganito de sí te ponen o no, te pones tú mismo y si no has matado el toro pues no lo has matado entonces tendrás que buscar que es lo que tienes que arreglar.

Yo siempre tengo el pensamiento de que la culpa de si un toro hace algo o no es únicamente mía, de ahí parto yo, hombre hay ocasiones que no hay y no hay, pero entre el toro y yo el que piensa de los dos soy yo entonces la culpa es mía y eso me permite salir con esa tranquilidad.

También fue una tarde muy emotiva para ti, cargada de momentos…

Siii, los momentos con el Maestro Espartaco y el brindis de mi hermano…estuvo llena de emociones, de ahí el coraje de no rematar la tarde, porque fue una tarde llena de contenido y detalles.

¿Supondrá esta tarde un antes y un después en Javier Jiménez?

Yo creo que sí , que va a suponer un antes y un después en mi carrera, porque le había perdido un poco el punto a las Plazas y ahí volví a encontrarlo, para mí creo que va a ser un punto de inflexión.

Hasta aquí esta charla que, como me ocurre siempre con Javier, me estaría horas y horas hablando, pero su vuelta al trabajo , pues por supuesto la vida no ha parado tras esta tarde en la Maestranza, me hace no querer “robarle” más tiempo pues va hacia un tentadero.

La ilusión y fuerza que transmiten sus palabras son las que suelen a acompañar esos, llamémosle “pálpitos” , del que viene a por todas y ojito: pueden venir cosas muy buenas de Javier Jiménez al que nadie debe perder de vista porque cuando menos lo esperemos dará, cómo decimos aquí, el pelotazo más pronto que tarde.