"Lo más importante de un torero es que elija el camino que siente"
Burladero TV habla en exclusiva con Diego Urdiales, uno de los intérpretes del toreo clásico más preclaros de la actualidad, y torero de culto para muchos aficionadosA pesar de que la suerte no le ha sonreído demasiado en los sorteos en 2023, Diego Urdiales ha dejado un puñado de faenas, de lances y muletazos que el buen aficionado seguro recordará al evocar lo más relevante de la campaña. Con el diestro riojano hemos hablado de su particular año, de las sensaciones que ha tenido delante de los animales, de los momentos culminantes de esta temporada y del planteamiento de la próxima, en la que el matador de Arnedo cumplirá el 25º aniversario de su alternativa en tierras francesas.
¿Qué balance hace o qué conclusiones saca Diego Urdiales de la temporada 2023?
"A nivel artístico las conclusiones son muy buenas porque he podido torear algún toro como deseo. Para mí, tanto profesional como interiormente, ha sido una temporada muy importante, aunque suene a tópico decirlo. Es cierto que en momentos determinados no he tenido suerte con los lotes pero con un balance muy positivo para mí".
Las sensaciones que tiene el torero van más allá de las orejas, porque el toreo es un arte y no se puede cuantificar.
"Cada torero tiene su manera de ver las cosas pero si nos llenamos la boca de que estamos en el Ministerio de Cultura porque somos un arte, yo cuándo voy a una plaza lo hago para sentir cosas especiales, y así veo el toreo".
Una campaña, la de 2023, en la que no le han embestido los toros en las plazas importantes, como Sevilla o Madrid, y eso al final marca mucho.
"Está claro. Hay toreros a los que por no triunfar en un sitio se les castiga y a otros sin embargo no es así. Es lo que he vivido a lo largo de mi vida. Es evidente que la persona que sabe de esto ha visto mi mala suerte en los sorteos en ese primer tramo de la temporada, pero aun así se pudo ver el momento en el que me encontraba, desde el mismo inicio de la campaña, algo que más adelante ha quedado patente. En Sevilla, con lo que me dejaron los animales, creo que hice cosas importantes y en Madrid pude torear con el capote uno de los mejores toros de mi vida en esa plaza. Después cuándo los toros dicen que no, es imposible".

En Azpeitia sí que tuvo fortuna con el lote, puesto que sorteó un gran toro de Ana Romero al que le pudo cuajar una faena importante, con el sello personal de Diego Urdiales.
"Sí, fue una tarde muy bonita. Llegué a esa cita de Azpeitia sintiéndome muy bien y además la corrida tuvo más repercusión al ser televisada. Sin duda que la de Azpeitia ha sido una de las tardes más bonitas y especiales de mi temporada".
Ese ejemplar de Ana Romero tuvo una embestida especial, con temple, con ritmo, con humillación, cualidades que suelen tener los animales de encaste Santa Coloma cuando salen buenos.
"Sí, fue un toro importante, sobre todo por el pitón izquierdo me dio un punto más, una embestida más especial, y por ahí lo pude disfrutar mucho más".
Esa embestida del toro de Santa Coloma, tan exigente para el torero con los toques, las alturas…, que acusan mucho más que otros cualquier fallo, cuando eres capaz de entenderla y acoplarte a ella, ¿Te da más satisfacción interna, te llena más que otra por los matices distintos que tiene?
"No. Es un encaste diferente en el que salen toros más agradecidos y otros menos, como en todas las ganaderías. Lo que ocurre es que el encaste Santa Coloma no abunda mucho porque hay pocas ganaderías con esa sangre y, por tu parte, debes de conocer las virtudes y las complicaciones que te pueden plantear. Te puedo asegurar que ha habido toros de encaste Domecq con los que he tenido que hacer esfuerzos mucho más grandes".
Otra tarde importante de esta temporada fue la del 15 de agosto en Gijón. Cortó una oreja pero más allá de ese trofeo la importancia radicó en el regreso de los toros a la ciudad y a ese coso tan bonito, como es El Bibio.
"Sí, claro. El regreso de los toros a Gijón hay que agradecérselo a la empresa, a Carlos Zúñiga, y como no a la Alcaldesa y al Ayuntamiento gijonés, que tuvieron la valentía y la sensatez de volver a dar toros, porque es una afición de una gran sensibilidad y está claro que quieren ver toros. Si estamos en un país democrático, como manifiestan los líderes políticos que nos gobiernan, hay que demostrarlo con hechos. La democracia significa libertad y compartir opiniones, lo demás es una imposición que toda la vida se ha llamado dictadura".

Por encima de las orejas y de las puertas grandes conseguidas a lo largo de su carrera, ¿El mayor triunfo es haber logrado esos éxitos siendo fiel a su concepto, a su forma de sentir el toreo?
"Es evidente. Si voy a cumplir 25 años de alternativa el próximo año es porque estoy convencido de una forma de hacer y sentir el toreo. Cada torero sigue su camino, todos son muy respetables y admirables, pero lo más importante es que el que elijas lo sientas, y que estés convencido que eso es lo que te llena y te hace feliz".
En mi opinión, el triunfo tiene que estar sustentado en un concepto del toreo definido, en una personalidad, que tendrá sus virtudes y sus defectos o limitaciones pero que es la tuya, y así es cómo se consigue dejar huella en la gente, expresando delante del toro tus sentimientos.
"Lo que queda es lo que se hace con el alma y al final ése es el mayor triunfo de cada torero. Está claro que todos queremos triunfar, que todos salimos a la plaza a dar lo mejor de nosotros, pero hay tardes en las que se triunfa y las sensaciones no han sido buenas, y al revés, otros días no has conseguido el triunfo pero sí ser el torero que quieres ser, ser el torero que llevas dentro. Para mí, ése es el más grande de los triunfos".
Continuando con lo que está diciendo, ¿Ha habido tardes en las que usted se ha sentido más torero por pegarle tres o cuatro verónicas y ocho o diez naturales a un toro como mandan los cánones y como siente que otros días en los que ha cortado cuatro orejas?
"Totalmente. Hay tardes en las que ha llegado el triunfo pero las sensaciones no han sido tan buenas como cuándo no ha llegado. Eso es difícil de comprender para la gente y para la profesión, en muchas ocasiones, no porque no lo vean sino porque los intereses van por un lado y el toreo va por otro".
En la actualidad pienso que se torea quizá con mayor perfección técnica que nunca pero por otro lado se está perdiendo el sentimiento, la pasión y la personalidad que sí que tenían los toreros de hace décadas.
"Sí, pero eso tiene una reflexión clara y es que creo que todo el mundo que formamos parte del toreo tenemos culpa, que se empuja a un triunfo diario. Entre todos hacemos que el toreo vaya hacia un perfil numérico, demasiado exagerado, que valora el triunfo por encima de todo. Yo no lo veo así y estoy convencido que la mayoría de los toreros y de los empresarios que son buenos aficionados, tampoco lo ven así. Cuando un torero hace una faena importante con cosas especiales, que variarán según el concepto de cada torero, todo el mundo lo ve y lo aprecia. Se trata que la persona que se siente en un tendido pueda ver que el torero tiene unos principios, unos valores, que antepone al triunfo a costa de lo que sea".
En septiembre llegó la doble cita de la feria de San Mateo de Logroño, que saldó con dos puertas grandes, firmando dos magníficas obras frente a reses de Juan Pedro Domecq y Hnos. García Jiménez.
"Así es. Ha sido una feria de San Mateo inolvidable para mí, porque por encima del triunfo estuvieron las sensaciones tan buenas que sentí, aunque está claro que todos queremos triunfar. La corrida de Juan Pedro Domecq nos permitió hacer cosas importantes y la de Hnos. García Jiménez fue una gran corrida. Ese día me tocó un toro extraordinario, el que mejor me ha embestido este año, al que pude cuajar una de las faenas de mi vida. El toro de Hnos. García Jiménez de Logroño ha sido, sin duda, el toro de mi temporada".

¿Diego Urdiales siente tanta presión o tanta responsabilidad cuándo torea en Logroño que cuándo lo hace en Sevilla o en Madrid? o ¿Es una responsabilidad diferente?
"Es diferente. La responsabilidad y la presión en Madrid y en Sevilla es máxima, todos vamos a esas plazas con muchas ilusiones y mucha tensión. Logroño es una feria muy importante y para mí, especial. Sí que te puedo decir que cuándo toreas en tu tierra sientes cosas extrañas, que te llenan de una responsabilidad añadida distinta. Logroño es una plaza que siempre me ha tratado con mucho cariño y dónde casualmente he tenido suerte, me han embestido muchos toros y he podido cuajar tardes importantes".
Por último, ¿Tiene pensado algún planteamiento especial de temporada en 2024 al cumplir 25 años de alternativa o según se vaya desarrollando la campaña?
"Está claro que es una temporada especial. Se irá viendo conforme transcurra el año pero a lo mejor sí que me gustaría hacer algo bonito. Ahora mismo no pienso en eso, hace unos días que he terminado esta temporada y estoy centrado en continuar creciendo y ser mejor torero cada día, que es lo que me llena. Lo demás se verá sobre la marcha".