“Mi mayor objetivo es sentirme a gusto en la plaza”
Burladero charla en exclusiva con Fernando Robleño, quién esta temporada ha cuajado grandes faenas en plazas como Madrid o Mont de Marsan, y que sin duda es un torero de referencia para los aficionados que gustan de las formas más clásicas del toreoFernando Robleño ha cuajado una temporada que, si bien no ha alcanzado un alto número de paseíllos, sí que ha sido relevante para el buen aficionado, ya que ha logrado actuaciones de mucho peso en plazas tan importantes como Las Ventas o Mont de Marsan. Para analizar todo ello, así como sus nuevas ocupaciones en la Escuela de Tauromaquia de Madrid o las metas que se marca para la próxima campaña, hablamos con el torero de San Fernando de Henares.
En el invierno pasado las expectativas eran muy grandes para la temporada de Fernando Robleño, fundamentadas en la extraordinaria actuación que cuajó frente a “Camionero” de José Escolar. Una vez terminada esta campaña, ¿Qué sensaciones le quedan como torero?
"Esta temporada he toreado nueve corridas, contando una en Aguascalientes (México), y todas ellas han sido en plazas de primera categoría, excepto la de Soria. Creo que ha habido actuaciones buenas, en las que me he acercado a lo que yo quiero ser. El punto más negativo ha sido que, a veces, con el triunfo en la mano se me ha escapado por el manejo de la espada o del descabello. En Madrid he tenido momentos importantes, también en Mont de Marsan. Subrayar también el percance sufrido en Pamplona, precisamente cuando yo me encontraba fenomenal y que para mí supuso un parón. Hay que quedarse con lo positivo y pensar en lo que has fallado para intentar mejorar".
Repasando cada una de sus tardes en Madrid este año, la primera de ellas fue la de la Corrida Goyesca del 2 de mayo, en la que estuvo a gran altura con el segundo de su lote, con el hierro de Valdefresno, puesto que los otros astados no se prestaron al lucimiento por su poca raza.
"Sí, para mí era una tarde muy bonita y muy especial, ya que soy torero de Madrid, salido de la Escuela de Tauromaquia de Madrid y, porque a la postre, es el día grande de los madrileños. La corrida no terminó de ayudar como esperábamos y ese segundo toro no me lo puso fácil al principio pero después logré momentos lucidos. Seguro que hubiera sido de premio".
La segunda cita de la primavera madrileña fue con la corrida de José Escolar, ya en la Feria de San Isidro. Ese día hizo un esfuerzo con sus dos toros, porque no regalaron ninguna embestida, algo normal en esa ganadería y en ese encaste, al que hay que saber extraerle el fondo de bravura que llevan dentro.
"Sí, claro. Es una ganadería muy exigente, que requiere un gran conocimiento y una entrega máxima. Para mí fue una tarde importante, en la que había mucha expectación ante la gran faena que cuajé a un toro de esa misma ganadería en septiembre del año pasado. Pienso que ese día pude mostrar mis ganas, mi ilusión, el conocimiento de tantos años en la profesión y el momento que estoy atravesando como torero".
La última comparecencia en Las Ventas fue para lidiar el encierro de Adolfo Martín, con el que volvió a entusiasmar y a emocionar a la afición de Madrid, firmando una gran faena, sobre todo al natural, al segundo ejemplar que sorteó.
"Sí, fue una tarde desapacible y de tormenta en los primeros toros, complicada, en la que fue herido mi compañero José Garrido. Recuerdo un momento de disfrute con ese toro, sobre todo con la mano izquierda, le pegué muletazos como sueño el toreo. Fue muy bonito escuchar los olés de la plaza de Madrid y ver a la afición entregada".
Si la espada hubiera funcionado en ese triple compromiso venteño, habría cortado varias orejas y, ante todo, se hubiera redondeado todo mucho más.
"No cabe duda. Para mi orgullo, para mi sensación personal hubiera sido más bonito pero al final esto es así y hay que vivirlo. Es verdad que no he tenido gran regularidad con la espada, que se me han escapado triunfos pero también he matado toros muy bien, incluso tengo premios de la mejor estocada de San Isidro. Ahí es dónde hay que volver, y estoy seguro que lo conseguiré".
Imagino que se debe sentir una rabia tremenda de hacer un esfuerzo tan grande con esos toros, cuajar al natural en Madrid a un animal de Adolfo Martín y pincharlo.
"Totalmente. Tienes que estar ahí en ese momento para saber lo que es".
Avanzando el año, Fernando Robleño también se anunció en la Feria de Julio de Valencia, con la corrida de Miura, que apenas le dio opciones, y en el ciclo de la Madeleine de Mont de Marsan, con la de Cebada Gago, dónde dio una vuelta al ruedo. ¿Cómo valora esas actuaciones?
"En Mont de Marsan reaparecí de la cornada de Pamplona, con la herida todavía blanda, con cierta preocupación por ese tema pero decidí tirar hacia delante. Frente al segundo toro de mi lote pude soñar el toreo, estuve muy entregado, llevándome al toro hasta atrás de la cadera. Ése animal es uno de los que mayor satisfacción me ha dado este año. Lo maté de una estocada casi entera algo tendida, pero al final tuve que descabellarlo y lo fallé dos o tres veces. Sí que me quedo con el reconocimiento de la prensa de Francia. La de Valencia fue quizá la tarde más opaca de la temporada, también por el juego ofrecido por los toros de Miura".
Aunque todos los toreros desean cortar las orejas, después de tantos años en la profesión, ¿La mayor satisfacción o el mayor logro de un torero, en este caso de usted, es el reconocimiento de los aficionados y que para muchos de ellos Fernando Robleño sea un diestro de referencia?
"Sin lugar a dudas. Es algo bonito y muy grande que después de tanto tiempo tenga el respeto y la admiración de los profesionales y de los aficionados".
¿La plaza de Madrid es la que más y mejor ha entendido y ha comprendido a Fernando Robleño a lo largo de su carrera, y a su vez usted más se ha entregado?
"No te puedo decir que Madrid haya sido la plaza dónde más me haya entregado porque, en mi caso, no pienso hoy me entrego y mañana no lo hago. Yo siempre que me visto de torero intento tener la misma entrega sea la plaza que sea, lo único que en Madrid todo es más auténtico, por la exigencia y por el toro que sale. Es cierto que en Madrid he tenido tardes muy importantes, con corridas duras y exigentes, y el aficionado me lo ha reconocido. Es muy satisfactorio tener el beneplácito de la afición de Madrid pero a mí no me han regalado nada, aunque haya gente que pueda creer que sí. Ellos conocen muy bien cómo soy como torero y la carrera que llevo".
Con la experiencia que usted tiene y todos los conocimientos acumulados en estos años, ¿Piensa que aquí en el toreo nunca se termina de aprender, que es un camino de evolución y de avance constante, y que ahí radica precisamente la parte más bonita de la profesión, en la ilusión por mejorar como torero?
"Sí, aquí siempre se están aprendiendo cosas porque cada toro tiene un comportamiento distinto y tu estado emocional también es diferente. Se aprende de los compañeros y de todos los que se ponen delante del toro, incluso de un chaval que está empezando, te puede enseñar un matiz que a ti te puede servir. Por eso, hay que estar atento a todo y tener mucha afición porque en esta profesión nunca se termina de aprender".
Hace escasas fechas acabó su relación de apoderamiento con Nacho de la Serna, quién le ha acompañado este año. Imagino que ahora estará mirando y estudiando las propuestas que tenga encima de la mesa, ya pensando en la próxima temporada.
"Sí, estos días me los he tomado de reflexión y para valorar qué es lo mejor para mí".
¿Le ilusiona especialmente la labor que desarrollará a partir de ahora como director de la Escuela de Tauromaquia de Madrid?
"Mucho. Para mí ha sido muy bonito que me nombren director de la Escuela a la que yo me incorporé con la ilusión de ser figura, también por lo que representa en el toreo en general. Me genera mucha ilusión y responsabilidad por transmitir mis conocimientos, mi experiencia y los valores que aporta la Tauromaquia a chicos/as que sueñan y quieren ser toreros".
¿Qué metas o qué deseos tiene Fernando Robleño para la temporada 2024 o es partidario de ir día a día y afrontar las cosas según vayan sucediendo?
"Sueños y metas puede haber muchos pero hay que ser consciente también de la realidad de la profesión y de que el número de corridas ha disminuido bastante. Al final, mi mayor objetivo es sentirme a gusto y sentirme feliz".