“Tengo que dar la cara con una casa tan importante apostando por mí"

Javier Zulueta ha vivido una temporada de ensueño, repleta de triunfos y oportunidades muy bien aprovechadas. Una temporada que se culmina con el apoderamiento del novillero con la Empresa Pagés encabezada por Ramón Valencia Pastor y Ramón Valencia Canorea. El sevillano encara un 2024 con nuevos retos y dispuesto, no solo a mantener el nivel, sino a superarlo. Los aficionados podrán disfrutar de un hispalense lleno de personalidad, lo que le hará marcar la diferencia.

El joven novillero define su temporada como un sueño en la que todo ha llegado sin previo aviso. “Todo empezó con Villaseca de la Sagra, gracias a las novilladas de promoción de Canal Sur, pisando plazas muy importantes en las que también he disfrutado”, explica Zulueta. Sin embargo, no podemos pasar por alto su tarde en Sevilla, por todo lo que significa para él, por todo lo que envolvió aquella tarde. Todo ello sin olvidar Villaseca, Francia o Bilbao.

A finales de noviembre, se anunciaba que el novillero firmaba un acuerdo de apoderamiento con Ramón Valencia Pastor y Ramón Valencia Canorea, un acuerdo ante el que se muestra muy entusiasmado. “Que una persona como Ramón Valencia, junto con su hijo, con la relevancia que tiene en el mundo del toro, se fije en mí es algo increíble. Son dos personas maravillosas y se han interesado en mi para ayudarme a hacer esto un poco más fácil. Es un sueño que cuando uno quiere ser torero ni se lo puede imaginar”.

Su andadura está empezando y sabe que lo difícil viene ahora, que no vale con mantenerlo, sino con superarse y mostrar más. Por este motivo, el novillero sabe la responsabilidad que lleva a sus espaldas, “Con una casa tan importante apostando por mí, tengo que dar la cara y demostrar porqué lo hacen”. Se está preparando a conciencia, sin dejar a un lado sus estudios, pero dedicando la mayor parte del tiempo a los toros, entrenando la parte física y mental.

Sabe que juega con una baza muy importante, su personalidad, para hacerle marcar la diferencia en los ruedos. Más aún en un momento en el que hay muchos toreros y muy buenos. Se ve bien, preparado y mentalizado, pero sobre todo ilusionado, “si haces algo sin motivación, las cosas no salen de verdad. Tengo mucha ilusión y todo lo que hago, lo hago por gusto y a placer”.