"A mi el toreo me apasiona, no sé vivir de otra manera"

Hoy en Burladero compartimos charla con un torero que vuelve a la profesión activa después de un tiempo largo, lo cuál ya es una noticia lo suficientemente importante como para hacerse eco de la misma. Pero si a eso le sumamos que en el tiempo que ha estado en activo este matador de toros madrileño ha sido capaz de conseguir, lo que muchos soñarían en toda su carrera de matador de toros y que en la actualidad su posición y momento en la vida eran lo suficientemente cómodos como para no tener que tirar de recuerdos y necesidades, la conversación con Rafael de Julia se convierte en algo más interesante.

Puerta grande en Madrid, ídolo en muchas plazas importantes como Zaragoza y Madrid, novillero triunfador en las grandes ferias de novilladas, datos y números al alcance de muy pocos pero que se quedan atrás cuando le miras a los ojos y ves el brillo y la ilusión de un recién llegado a la tauromaquia y eso es lo que transmite ahora mismo Rafael de Julia en la distancia corta.

Rafael buenos días, ¿Bienvenido de nuevo?

Buenos días José María. Muchas gracias.

Imagino que no ha sido una decisión tomada de la noche a la mañana, pero es cierto que si habrá tenido que tener un momento decisivo. ¿Cómo se gestionó todo?

Sí como bien dices no ha sido una decisión que he tomado de la noche a la mañana. Yo siempre he tenido y tengo un compromiso y un respeto profundo con mi profesión y el hecho de volver a torear ha sido algo que lo he madurado durante meses, incluso te diría que más de un año. Fui poco a poco sintiendo esa necesidad pero sin forzar nada, las cosas están viniendo en su momento y así va a seguir siendo mi planteamiento. 

¿Y con que intención, o necesidad? ¿Personal, profesional, mental? ¿Qué buscas realmente?

Sin lugar a dudas te digo que por necesidad personal, quizás también ahí entre la necesidad mental. Mira José, a mi el toreo me apasiona, no sé vivir de otra manera y el hecho de volver a sentir eso a exigirme en la preparación en la mentalización en el día a día me hace feliz. Estudiar el toreo aprender de los compañeros, conocer las ganaderías en profundidad… todo eso es lo que me llena. Y no digamos luego el hecho de vestirte de torero y pegarle veinte muletazos a un toro de una manera distinta... mucho más profundo todo. Eso es lo que me motiva. Nada más.

Y en casa, ¿Cómo se lo han tomado? ¿Los amigos?

Sorprendentemente bien. Era algo que me preocupaba pero me ha ayudado y reforzado mucho en mi decisión el hecho del apoyo que he sentido por parte de mi familia. Ha sido clave diría yo.

Me resulta interesante la relación con los alumnos de la escuela de Madrid de dónde eres profesor, ¿cómo se tomaron la noticia?

La verdad que ha sido muy bonito el hecho de que muchos alumnos me han transmitido su alegría y su apoyo en mi vuelta. Les estoy muy agradecido.

Una presión añadida el estar en activo y tener que predicar con el ejemplo a los alumnos.

Así es pero dicen qué “La mejor enseñanza es el ejemplo” y es algo que también me motiva mucho. Poder ser un espejo en el que mirarse en cuanto a sacrificio y disciplina diaria es algo que les puede ayudar mucho, además de motivarles. 

Es cierto que siempre te has caracterizado y creo incluso que mucho más cuando has estado retirado, en cuidarte mucho físicamente.

Nunca me he dejado físicamente, pero si es verdad que de un año a esta parte estoy al 100 por 100. Te diría y no me equivoco que más preparado que nunca. Y disfrutándolo mucho qué es lo más importante.

Y también has sido habitual en el campo siendo un torero que ha seguido haciendo campo y además toreando muy bien.

No, muy poco, de verdad, 4 o 5 tentaderos al año y algún novillo. Eso es muy poco. Es más en estos 10 años de inactividad no he matado ni un toro a puerta cerrada, ni siquiera para preparar la corrida de la reaparición. Todo ha sido entrenamientos físicos, muchísimo toreo de salón y mentalización.

Y llegó el primer festejo de tu nueva vida y temporada, imagino que no será ni el mejor del año ni a lo mejor en el sitio más importante, pero me consta que ha sido muy importante ese viaje a Colombia por muchas cosas y sobre todo por convencerte a ti mismo.

Te diría que interiormente la corrida más importante de mi carrera. En primer lugar por como lo afronté, con una ilusión qué jamás había sentido con esa intensidad y luego por reafirmarme y convencerme que lo que yo buscaba y por lo que había vuelto se hacía realidad. Ha sido una experiencia increíble desde que cogimos el avión en Madrid mi hermano y yo hasta que volvimos. He disfrutado cada minuto y además cuajar un toro de esa manera, cortarle las orejas y qué me concediesen el premio al triunfador de la feria, para mi ha sido ya te digo algo maravilloso. Solo por esto ya ha merecido la pena.

¿En qué momento está ahora mismo tu temporada y cómo se plantea a partir de ahora?

Pues volvemos a lo que te comentaba al principio, no voy a forzar nada, lo que tenga que venir vendrá poco a poco. Quiero torear evidentemente pero no tengo ansiedad. Tengo mucha confianza en mí mismo y sé que va a llegar ese momento en el qué poder demostrar quien soy y lo que he evolucionado como torero. Ese es mi planteamiento… saber esperar y mientras tanto no parar de trabajar.

¿Qué te gustaría que ocurriera y en que sitios crees que debes de estar por méritos y por trayectoria?

Sería muy osado por mi parte decirte qué debería estar en tal sitio o en otro. Pero no puedo evitar soñar por ejemplo en poder volver a Madrid, a Zaragoza a Valencia y como no a mi pueblo Torrejón. Plazas en las que creo que he hecho cosas muy importantes y a las que si Dios quiere espero poder algún día volver a pisar. También me ilusiona mucho poder debutar en muchísimas otras que aún no lo he hecho.

Por volver al principio un par de preguntas, ¿Cuánto de culpa, tuvo ese festival de Chinchón?, donde por cierto diste una gran dimensión.

¡Muchas gracias! Muchísima culpa. Te diría que fue un antes y un después. Me preparé para ese festival de una manera increíble. Una disciplina férrea para probarme a mí mismo. Para verdaderamente ver si era capaz de dar el 100 por 100 en el día a día. Y ya lo creo que lo di además disfrutando más que nunca. Y luego en la plaza surgieron cosas muy bonitas y muy especiales. Ese día no lo voy a olvidar en mi vida.

Y ahora, ¿Cuáles son los mayores miedos? Si los hay por supuesto.

Mientras tenga la ilusión que tengo José Maria no tengo miedo a nada. Toree más o toree menos me siento un privilegiado por poder vivir y sentir lo que estoy viviendo. Eso es a lo mejor lo que nos tendríamos que plantear, que nuestros verdaderos temores en la vida creo que son no tener ilusión, no tener un objetivo por el qué luchar cada día. Aunque pueda parecer una locura…

Madrid ha sido tu plaza, tu tierra e imagino la que te quita el sueño, de momento para poder entrar en ella.

Así es, desde que me llevaron por primera vez a los toros con 4 añitos es la plaza de mis desvelos. Se lo dura que es pero también se lo especial que es poder triunfar y sentirte realizado en ella. No tiene comparación posible. Volveré… no sé cuando pero volveré.

Que puede aportar Rafael de Julia, al actual escalafón de matadores de toros.

Pues sinceramente no lo sé o no soy el más indicado para decirlo, quizá el tiempo tiene la respuesta. Lo qué si te digo y lo digo de corazón, que nada malo. Al contrario, cuando uno con la madurez y la veteranía que dan los años de alternativa, hace las cosas de esta manera, con pasión y se sacrifica de verdad por llevarlas a cabo, siempre dejarán huella. Seguro. El toro siempre te recompensa.