DANIEL MEDINA

"Yo no estoy aquí para ser uno más, quiero ser el mejor"

sábado, 25 de marzo de 2023 · 11:45

Daniel Medina ha sido uno de los nombres propios de la Feria de la Magdalena de Castellón. El joven novillero vallisoletano cortó tres orejas a los ejemplares de Fuente Ymbro que sorteó el pasado 16 de Marzo, saliendo a hombros por la puerta grande. Transcurridos unos días de dicho triunfo, hemos querido sentarnos a hablar con calma con Daniel Medina, para hablar tanto de la mencionada tarde de Castellón como de los próximos compromisos que tiene en el horizonte, entre los que sobresalen los de Valladolid y Sevilla. De igual forma, el torero de Laguna de Duero también nos ha relatado en esta amplia entrevista cómo fueron sus inicios en la profesión y los referentes en los que se fija y que le han servido de base para forjar su concepto del toreo.

¿Estás contento y satisfecho con lo realizado el pasado jueves en Castellón, tanto por el triunfo cosechado como por haber podido expresarte en una plaza y ante una afición tan entendida como la de la capital de La Plana?

Contento sí que estoy porque he podido expresarme, pero satisfecho nunca se puede estar, ya que siempre hay cosas que corregir y seguir evolucionando día a día.

Cortaste tres orejas a los novillos de Fuente Ymbro a los que te enfrentaste, dando una dimensión muy buena frente a animales que fueron exigentes, encastados, con los que había que ser muy preciso para poder cuajarlos.

Sí, la novillada fue buena pero no fue fácil, puesto que Fuente Ymbro es una ganadería brava, en la que tienes que hacérselo todo a los animales con mucha precisión, porque así lo requieren. Cuándo eres capaz de hacérselo así, ellos te dan esa entrega y profundidad en la embestida que es lo que posibilita el triunfo. En cuánto salen por chiqueros, comienzas a analizar cómo se mueven, si humilla y remata abajo en los burladeros… todos esos matices que pueden ser claves durante la lidia y que te aportan mucho de cara a lograr el triunfo.

Por ejemplo, el segundo novillo de tu lote fue un gran novillo, bravo y codicioso, pero no fue sencillo, porque, a mi juicio, se debía combinar el poder y el sometimiento con el temple, además de buscar siempre una buena colocación frente a él.

Ése fue un novillo bravo, al que había que hacerle las cosas muy bien, por abajo, porque cuánto más lo sometías mejor respondía él, con más profundidad, algo que hacía que la transmisión al tendido fuera mayor. Creo que conseguí hacerle las cosas bien y con precisión porque desde el inicio de faena de rodillas hubo bastante conexión con el público. Yo confiaba bastante en ese novillo porque le había visto cosas que realmente me gustaban, embestía con transmisión, con profundidad. Que los animales tengan ese punto de fiereza es bueno, que el espectador vea que lo que uno está haciendo en el ruedo no son capaces de hacerlo los que están arriba. Ahí es dónde se produce la admiración al torero por parte del aficionado. En ese momento, es cuándo llega la conexión con la gente, por la emoción que supone lo que está ocurriendo. Yo soy un torero que conecto muy bien con el tendido, porque intento torear con el corazón y con sentimiento, aunque eso es muy difícil de lograr.

Un triunfo así te viene fenomenal para darte a conocer al gran público y también, a nivel personal, será una inyección de moral grande para seguir preparándote y creciendo como torero.

Claro, a nivel de los profesionales y aficionados viene muy bien comenzar la temporada de esta forma puesto que Castellón es una plaza importante, una feria de las primeras, dónde los triunfos cuentan el doble. A nivel personal es una inyección de moral muy grande, porque en invierno estaba con muchas ganas de que llegara la temporada y que por fin llegue y lo haga con un triunfo así es un subidón, que ojalá pueda mantener novillada tras novillada. Para eso entreno y me preparo cada día.

Ahora también es fundamental mantener los pies en el suelo, porque lo de Castellón ha sido un aldabonazo fuerte, además, cómo acabas de decir, a principio de temporada, que te puede abrir las puertas de las ferias, pero eso ya ha pasado y hay que seguir con el entrenamiento diario, con todo ese trabajo y ese esfuerzo constante que es el que te ha traído hasta aquí.

Sí. Al día siguiente de Castellón ya estaba pensando en lo que tenía por delante, y lo próximo es este sábado, 25 de Marzo, en Pesaguero (Cantabria). Un triunfo así viene muy bien, pero hay que seguir entrenando con las mismas ganas y, sobre todo, con mucha humildad, porque es la base de todo, no creerse nada nunca y trabajar con ilusión para continuar así, reafirmando lo que quiero ser.

Para que la gente que lea esta entrevista pueda conocerte un poco más, ¿Cuándo y por qué Daniel Medina decide emprender el duro camino de ser torero?

Desde pequeño me ha llamado la atención el toro, en mi pueblo, Laguna de Duero, hay encierros y novilladas. Cuándo crecí un poco, con 10 u 11 años me interesé más y pregunté dónde entrenaban los profesionales taurinos de Valladolid, para ver si verdaderamente me gustaba o no. Empecé a ir allí, una hora diaria más o menos, porque lo compaginaba también con los estudios y con el fútbol, y vi que sí que me gustaba. Después me apunté a la Escuela Taurina de Medina de Rioseco pero cómo en ese momento no contaba con subvención de la Diputación, tuve que apuntarme, cuándo tenía 12 años, a la Escuela Taurina de Salamanca para seguir avanzando en la profesión. Hasta que debuté con picadores el año pasado pertenecía a la Escuela Taurina de Salamanca, que la verdad tiene muchos recursos gracias a una subvención importante de la Diputación, y ayuda bastante en la formación de los novilleros porque se tiene la oportunidad de hacer mucho campo.

¿Cuáles han sido y son tus referentes o los espejos dónde más te has mirado a la hora de formarte como torero?

Antes me fijaba más en toreros actuales, como José María Manzanares, Alejandro Talavante o Morante de la Puebla, en quién continúo fijándome, pero desde hace un año me intereso más por otra época anterior, como los años 80 e incluso antes, en toreros como el Maestro José María Manzanares padre, el Maestro Capea, Julio Robles, Manolo Cortés, Fernando Cepeda…, porque aquélla fue una época muy buena del toreo, en la que nos deberíamos de fijar más porque las figuras actuales han bebido en esas fuentes. Al final, se trata del toreo clásico, del toreo de siempre, el que perdura. Hay que fijarse en esos toreros pero sin copiarlos sino adaptarlo a tu concepto.

Cómo estamos diciendo es lógico y está muy bien fijarse en las grandes figuras del toreo, en las actuales y en las de tiempos pasados, para aprender cosas y empaparse de todo lo que a uno le llena por dentro pero luego hay que imprimirle un sello personal, es decir que tu concepto puede tener esa buena base de los grandes maestros pero adaptándolo a tu forma de sentir el toreo.

Uno tiene que tener su propia personalidad. Como he dicho antes yo me fijo en toreros de antes y de ahora, y las cosas que me gustan o me llenan las llevo a mi concepto, porque yo quiero ser Daniel Medina no que me conozcan como el imitador de alguien.

La personalidad es una cualidad clave en cualquier artista, y también en los toreros. Que le gente vea una foto tuya en la que apareces de espaldas dando un lance o un natural y te reconozca por la forma de instrumentar ese muletazo. En mi opinión, los toreros que más transmiten y que dejan mayor huella en el público son los tienen más personalidad.

Claro, los que hacen cosas únicas y diferentes. La gente se queda con ello y tiene ganas de volver a verlos. Por ejemplo, yo no estoy aquí para ser uno más, yo quiero ser el mejor, y para eso no tienes que copiar a nadie.

Los próximos compromisos que tienes en Valladolid y en Sevilla supongo que, por un lado, te generarán mucha ilusión porque es un privilegio tener la oportunidad de hacer el paseíllo en esas plazas pero a la vez también una buena carga de responsabilidad, por estar a la altura y no defraudarte a ti mismo ni a la gente.

Así es. Son compromisos de gran relevancia, para los que hay que estar física y mentalmente muy preparados. Suponen una gran ilusión pero también muchos miedos, sobre todo de no estar a la altura, pero con esfuerzo y sacrificio soy consciente que puedo superarme mentalmente y si lo hago se que puedo dar una gran tarde.

En este tipo de compromisos tan fuertes creo que la mentalización con la que se acude es importantísima para afrontar la tarde, para luego poder controlar los nervios y expresarte delante de los animales.

Sí. En las plazas importantes la presión siempre existirá pero tienes llegar muy mentalizado para que en cuánto hagas el paseíllo y salga tu novillo estar lo más libre de presión posible, porque cuándo estás muy presionado las cosas no fluyen y no puedes expresar tu toreo. Siendo la preparación física muy importante, la mental es aún mayor. El nivel de mentalización tiene que ser muy alto para que la presión y el escenario no te coman.

Para concluir, ¿Está en vuestros planes el debut en Las Ventas este año o todo va a depender del desarrollo de la temporada y cómo vayan saliendo las cosas?

Al final sabes que tarde o temprano tendrás que ir a Madrid. Mi mente está puesta en los próximos festejos, conforme transcurra la temporada se verá si se acude a Madrid o no, porque a Las Ventas hay que ir muy preparado y con cierto ambiente ya que te puede cambiar la vida en pocos minutos. Ahora mismo estoy enfocado en mis compromisos porque son todos muy importantes y hay que aprovecharlos al máximo. Madrid que venga cuándo tenga que venir porque hay que ir tranquilo, sin prisas, para que las cosas salgan bien.