ENTREVISTAS

Miguel Giménez, con la mente puesta en Valencia

martes, 11 de abril de 2023 · 20:59

Miguel Giménez es un matador valenciano de La Pobla de Vallbona que tomó la alternativa en 2015. Los primeros años de doctorado apenas toreaba, aunque era capaz de solventar la papeleta frente a divisas duras en plazas de toro grande y billete chico. El pasado invierno decidió apostar por hacer campaña en Perú. Después de ocho meses en los que realizó 25 paseíllos plagados de éxitos y de nuevas experiencias, regresó a España el 6 de febrero obligado por la situación política del país sudamericano. Tras al detención del presidente Pedro Castillo entre acusaciones de golpe de Estado tras intentar impedir su destitución, la gente se echó a las calles. Se prohibieron espectáculos y aglomeraciones de público, y se aplazaron las tres últimas corridas que Miguel tenía firmadas. En breve volverá para torearlas, pero con la vista puesta en la feria de Julio de Valencia.

Se quedaron algunos festejos por torear. La agitada situación social provocó que se suspendieran las últimas actuaciones que tenías comprometidas.

La gente se echó a la calle. En principio me dijeron que me esperara, que las torearía cuando regresase la tranquilidad, pero las manifestaciones y la inseguridad continuaban. Al final las tres corridas que tenía pendientes quedaron aplazadas. Así que ya no tenía sentido seguir allí.

¿Se te ha hecho larga la estancia en Perú?

Sinceramente no tenía ninguna prisa en volver. Mientras tuviese festejos que torear yo me encontraba a gusto allí. Regresé porque, ante la situación que se estaba viviendo, el Gobierno prohibió cualquier espectáculo y aglomeraciones de público. 

¿Te planteas volver?

Sí, por supuesto. Allí la temporada fuerte comienza en mayo, y las corridas que no toreé están anunciadas para entonces. Así que regresaré.

¿Por por qué elegiste Perú como destino?

Perú es el país donde más festejos se dan. Las posibilidades de hacer una campaña amplia allí eran mayores. Por fortuna, ahora se me han abierto puertas en Venezuela, donde la tauromaquia se está reactivando. Todo indica que próximamente también podré torear allí.

Más allá de la repercusión que pueda tener tu campaña peruana, imagino que habrá más motivaciones para decidirte a realizarla.

El torero se hace toreando. Por mucho que se entrene y se esté fuerte, eso nada tiene que ver con estar delante de la cara de un toro, pensar y solucionar los problemas frente a él. Esa seguridad se adquiere día a día toreando. Es importante hasta vestirte de torero con cierta periodicidad, encontrarte con el público, sentir la responsabilidad…

¿Profesionalmente te ha valido el paso por Perú?

Mucho. Allí, el porcentaje de toros que se dejan torear como aquí en España es sensiblemente más bajo. Salen animales con más complicaciones, y eso amplía tu visión y te proporciona recursos y profesionalidad, incluso a nivel físico te da fondo, porque muchas veces se hace el paseíllo a 4.000 metros de altura.

¿Y personalmente?

A todos los niveles. Yo me quedé sólo a los 10 días de haber llegado. Me tenía que averiguar aviones, autobuses… Más allá de torear, me tenía que sacar las castañas del fuego en todo, y eso te fortalece como persona, más cuando todo eso ocurre en un país distinto al tuyo, con otras costumbres y modo de hacer las cosas.

¿Estabas hospedado en alguna finca?

Al principio vivía en un hotel de Cajamarca y entrenaba con unos banderilleros. Luego estuve en Lima, fui conociendo gente y adaptándome a la nueva situación. Lo más duro fue el primer mes.

¿Cómo está la tauromaquia en Perú?

Lo más positivo es que el toreo se está profesionalizando de verdad cada vez más, sobre todo a nivel de picadores y de toros con casta.

¿Todavía sueltan toros de media casta?

Ya menos, pero de vez en cuando sí. Son animales equiparables a lo que aquí en España llamamos del terreno, que se suelen utilizar en festejos populares.

¿Y en las calles se respira seguridad?

Es muy importante mimetizarte con el entorno. Quiero decir que cuanto más inadvertido se pase mejor. Nada de ir llamando la atención ni ostentar. Yo me he movido por todo tipo de lugares y no he tenido ningún problema.

Ahora estás en España. ¿Sientes que ha tenido eco tu campaña peruana?

De lo que estoy convencido es de que me ha valido mucho para demostrar que estoy vivo taurinamente, que sigo luchando y que quiero un sitio. Noto que estoy en el momento perfecto para torear en mi plaza de Valencia.

Tomaste la alternativa en 2015 y todavía no has pisado el albero valenciano como matador de toros.

Al principio toreaba muy poco. Dos o tres corridas al año. Y así uno no se puede presentar en un coso de categoría. Acabo de torear 25 corridas y voy a seguir toreando con mi mente puesta en la feria de Julio de Valencia.

¿Hay conversaciones con la empresa?

Me han atendido muy bien y han dejado la puerta entreabierta. No se han pronunciado y no hay nada definitivo, pero son conocedores de mi campaña y de mi situación. Nunca antes pedí que me contratasen, pero ahora estoy preparado.

De momento lo más inmediato es tu regreso a Perú.

Saldré a finales de abril. Allí me dejé ropa y trastos de torear para aligerar equipaje y costes. Estoy deseando partir.