TICO MORALES

“Los actuales toros de Partido de Resina se desplazan más y admiten el doble de pases”

jueves, 13 de abril de 2023 · 06:57

Los actuales astados de Partido de Resina son la prolongación de los que en 1885, el terrateniente sevillano Felipe de Pablo Romero compró a don Carlos Conradi Galín quien, a su vez había adquirido la vacada de Rafael Laffite. Tienen su origen en los toros de la comunidad dominica del Convento de San Jacinto de Sevilla. En 1790 la ganadería fuera adquirida por Francisco Gallardo, y a su muerte fue dividida en tres partes. Del último lote salió la divisa de Lorenzo Fernández de Villavicencio, duque de San Lorenzo de Valhermoso, añadiéndole en 1866 animales del encaste Vistahermosa. Años más tarde, en 1874, el duque se deshizo del negocio y, finalmente, llegó a la familia Pablo Romero que, según se afirma, desde el año 1888 conservó inalterable su tipo de toro considerado un encaste propio. En 1997 la adquirió la sociedad Partido de Resina, con Tico Morales al frente.

Dicen que sus toros son los más guapos del campo bravo, y hay una teoría que señala la influencia que tienen las hechuras en el comportamiento durante la lidia.

Mi obsesión es conseguir un toro bajo, con cara, con hechuras… el animal que realmente embestía cuando la ganadería estaba en auge, en la década de los 70, cuando la toreaban figuras como Paco Camino, Miguelín, Miguel Márquez, Luis Miguel Dominguín…

¿Por qué adquirió la ganadería cuando no estaba en buen momento y reflotarla parecía muy complicado?

Influyó mucho en mi Francisco Rivera ‘Paquirri’. Él siempre me hablada de estos toros, de que le gustaba mucho banderillearlos porque se venían de lejos con galope, y me decía que si algún día podía compraría esta ganadería. Yo estaba tan ilusionado que cuando Dios me puso en suerte adquirirla no lo dudé, aunque estaba en un momento tan bajo que don Jaime de Pablo Romero estaba pensando en enviarla al matadero. Yo le convencí de no hacerlo y le propuse dar continuidad a su encaste.

En tiempos complicados las calles han supuesto un colchón económico.

La gente de la calle siempre se portó muy bien con Partido de Resina y para nosotros ha sido una tauromaquia muy importante, aunque nunca he descuidado mi intención de lidiar en las plazas. Tenemos más de 350.000 seguidores en redes sociales, aficionados de todo tipo, y por eso sacamos toros para recortes, para toreo a pie y también para rejones.

¿Cuál es el principal problema que tenía la ganadería que compró?

Pienso que la alimentación no era la más adecuada y la mejoré desde becerros para que tuviesen más fuerza. Por supuesto estaba el inconveniente de la consanguineidad, porque se cruzaba mucho entre hermanos. Hice un estudio genealógico para abrir las reatas y cruzar las familias más diferentes, con menos parentesco. Además, en los tentaderos exigí mayor durabilidad y recorrido en la muleta. Ahora se puede comprobar que nuestros toros se desplazan más y admiten el doble de pases que antes. Todo eso sin descuidar que tengan una salida emocionante y que vayan fuerte al caballo.

Una ganadería con un encaste propio supone no poder refrescar con nada, aunque hay quien dice que en cierta ocasión Pablo Romero introdujo Saltillo.

Sé que algunos autores lo citan, pero es una leyenda que yo no puedo certificar porque en los libros genealógicos no viene reflejado.

Lleva más de 25 años de trabajo. ¿En qué punto se encuentra?

Realmente llevo 28 años. Empecé a principio de 1996 al lado de don Jaime, con quien tenía un pacto sin hacerlo público. En todo este tiempo he sabido adaptarme a lo que tenía, y por suerte siempre he vendido todos los toros de los que disponía. Jamás se me ha quedado un pitón en casa, ni en época de pandemia, cuando llevé cinco animales al matadero pero porque se habían pegado en el campo. Llevar una ganadería es una actividad infinitamente más complicada que cualquier otra, y yo estoy satisfecho de cómo me está yendo.

¿Para volver a ver sus toros en las ferias es cuestión de mentalización de los toreros o de los empresarios?

Yo no me quejo de mi situación. Este año lidiaremos en Madrid y en plazas francesas. Lo que ha ocurrido últimamente es que ha faltado repercusión porque los toreros han realizado buenas faenas pero no han matado y se han quedado sin cortar orejas, y eso ha restado “publicidad” a lo acontecido con nuestros toros. El año pasado saltaron ejemplares de nota en Cuellar, Utiel, en la Copa Chenel… en casa hay cabezas de toros premiados en Madrid, San Sebastián, Puerto de Santa María, Arles… y todos tienen las orejas puestas.

Hablaba antes de la época en la que las figuras se apuntaban a este hierro. Hoy también hay figuras capaces de hacerlo.

El Juli la mató en Málaga y también un toro en Madrid. A veces alguna figura me dice que quiere hacer una gesta anunciándose con Partido de Resina, pero al final no lo llevan a cabo. Yo estaría encantado, claro.