"Sevilla me ha dado la posibilidad de ser quién soy"

En poco menos de 48 horas, Manuel Escribano hará el primero de los dos paseíllos que realizará este año en la Maestranza
jueves, 20 de abril de 2023 · 08:41

En poco menos de 48 horas, Manuel Escribano hará el primero de los dos paseíllos que realizará este año en la Maestranza. Lo hará sustentando el triángulo equilátero que conforman el de Gerena, Sevilla y Victorino Martín o Miura. Este último vértice va alternándose según los años. Hablar del sevillano conlleva a hablar de triunfos en la ciudad hispalense. "Cobradiezmos", "Datilero" o su encerrona. Pero esa historia ya está escrita, y por la mente de Escribano lo único qué pasa es seguir añadiendo páginas a su libro, y al que lee el aficionado sevillano. Se muestra ilusionado en la previa a su vuelta a la Maestranza, con ganas de cuajar uno de los que pastan en Las Tiesas de Santa María, y de hacer disfrutar y emocionarse al aficionado.

La carrera de Manuel Escribano y la Maestranza van ligadas. ¿Qué significa Sevilla para usted?

Sevilla para mí lo ha sido todo. Es mi plaza, donde de niño veía los toros, donde rompí cuando era novillero sin caballos. Es la plaza que me ha dado todo el triunfo y la posibilidad de estar a día de hoy donde estoy.

¿Tiene "Datilero" la culpa de que esto sea así? ¿Cómo se lleva el que le llamen para torear al día siguiente en la Maestranza una de Miura?

"Datilero" es el toro que me lo da todo, el toro de Miura al que le corto las dos orejas. Gracias a esa tarde vuelvo al circuito de las ferias. Él tiene la culpa de que haya podido vivir todas las experiencias que he vivido estos años. No me sorprendió que me llamaran el día de antes, pues estaba preparado de sobra.

Anunciarse con seis cornúpetas de Miura como único espada supera la gesta y el reto personal. ¿Por qué lo hizo?

Matar seis toros de miura fue un reto, algo muy personal. También es un privilegio el matar seis toros en Sevilla. Tener un día solo para ti en un monumento, en una cátedra como Sevilla fue algo especial, muy bonito, que me sirvió mucho como torero y como hombre. Ha sido uno de los días más importantes de mi vida.

¿Cree que eligió el momento adecuado de su carrera para encerrarse con seis de Zahariche en Sevilla?

Era el momento, porque no era ni el momento decisivo de mi carrera ni el momento en el que ya no tiene sentido. Era el momento de plenitud, en el que me encontraba genial desde hacía unos años. Era el momento en la que más sentido tenía que yo matara seis toros de Miura, después de haber pasado muchísimas cosas con toros de esta ganadería. El año anterior le había cortado dos orejas a uno de Zahariche. Era el día perfecto.

El 13 de abril de 2016. Aquel día le cambia la vida a Manuel Escribano. ¿Fue un punto y a parte en su carrera?

Más que punto y a parte fue un punto y seguido. Fue ese punto de inflexión donde ya pego el salto a la popularidad total que muchas veces necesitamos los toreros, el ser conocidos y reconocidos por todo el mundo. Fue un toro especial que me hizo crecer muchísimo más y me dio la oportunidad de colocarme arriba del todo.

¿Cómo se gestiona durante la lidia, el saber que sí no cuajaba esa faena, que sí no indultaba a "Cobradiezmos'" este le enterraba su carrera?

Se gestiona gracias al trabajo diario, a la preparación, a la mentalidad y al valor, de poder pensar y de estar frío en la cara del toro. Fue importante saber que quería el toro en cada momento. Gracias a eso pude estar a la altura de las embestidas de un toro muy importante.

Aquel fue muy bravo. Victorino dijo que rozó la perfección. Pero por mucho toro que haya, sin torero, no hay nada, y aquella tarde de primavera lo hubo. Cómo estuvo Manuel Escribano aquel día...

Fue un toro especial, muy bravo y a la altura de muy pocos. Como bien dices, me cogió delante de él, que sabía que quería, lo que había que hacerle. Era el toro que buscaba. Gracias a eso, y al binomio que formamos los dos, yo obtuvo el triunfo y él tuvo su máximo premio. Gracias a que pude dominar y disfrutar esas embestidas pasó todo lo que pasó.

¿Cómo afronta sus dos compromisos en la presente temporada Sevilla?

Como se esperan todas estas tardes. Con ilusión, con ganas de vivir y disfrutar el momento. Esperando que un toro te regale unas pocas embestidas porque independientemente de lo que para uno suponga el triunfo, lo que queremos todos es eso: Triunfar, disfrutar de una plaza así y cuajar un toro en una plaza como Sevilla.

Miura y Victorino Martín, las dos ganaderías que más le han dado en su carrera. Pero, ¿espera su oportunidad con alguna de las que se denominan "no duras"?

No, no sería oportunidad, yo no lo llamaría así. Con los años de experiencia que llevo, que van para 20, y mi edad, pues no sería oportunidad. Lo que sí sería es algo justo, que me daría la posibilidad de captar a muchos otros aficionados que aún no me han visto. He matado esas corridas de toros y la gente ha podido ver el crecimiento, que todavía no tengo techo, que puedo progresar mucho más. Sería lo justo y algo importante para mí carrera.

Dejando un poco de lado Sevilla. ¿Por qué no está Manuel Escribano en San Isidro? Supongo que esperaba estar anunciado en San Isidro, y qué, por qué no, estar un par de tardes.

No estoy en San Isidro, porque al final los empresarios son Garrido y Simón Casas, y ellos sabrán que que ofrecen a su público. Quería estar en San Isidro, pero me encontré con que no. La respuesta la tendrán Garrido y Casas. Aquí estoy para lo que haga falta. Esto es muy largo.

El año pasado en El Puerto cuajó otra faena de esas que no se olvidan. ¿Es una de las tardes más completas de su carrera?

Ha sido una de las tardes más importantes, donde más cerca he estado de cuajar mi toreo, del toro que sueñas e imaginas cuando entrenas. Fue esa faena soñada que te hace rozar la perfección del toreo que buscas.

Maestro, -perdona la expresión -, está cosido a cornadas. ¿Cómo influyen mentalmente cogidas como la de Sotillo de la Adrada o Alicante, que lo dejan al borde de la muerte y le frenan su carrera cuando roza el auge de su carrera?

Han sido cornadas muy a destiempo. Todas son a destiempo, pero estás más, pues me pillaron en plena ascensión, tanto la de Sotillo como la de Alicante. Una casi me mata y la otra casi me deja cojo. Hay que superarlas gracias a la ambición y al coraje de no perder la pelea. Así es cómo hay que trabajarlas y lucharlas. Cuando estás preparado físicamente, todos los daños que te puedan ocasionar se recuperan muchísimo antes. Con la constancia y el amor propio de machacarte y pasar dolor para poder recuperarte pronto.

Puede sonar a tópico, pero, ¿está en su mejor momento?

No sé sí será el mejor momento, sí vendrán mejores o peores momentos, pero sí sé que me encuentro genial. Tengo ganas de cuajar toros, de estar puesto. A muchos les afecta no verse en muchas ferias, pero a mí es al revés, sin motivaciones que entran en mi cuerpo y en mi mente.

¿Qué le quita el sueño por las noches a Manuel Escribano?

Las noches, como dice el maestro y amigo Curro Romero, están para dormir. No me quita el sueño nada. Yo sueño despierto. Lo que ocupa mi mente son las ganas de disfrutar delante de un toro en Sevilla, en las grandes ferias, dando la mejor versión de uno para que todo el mundo siga emocionándose contigo.