DIEGO VENTURA - PARTE II

"Pablo me ha inspirado y motivado, 2024 va a ser difícil sabiendo que se marcha"

Segunda parte de la entrevista a Diego Ventura que hoy vuelve a Sevilla. Nos sigue hablando de frente, sin tapujos, de distintos temas de actualidad.
domingo, 23 de abril de 2023 · 10:34

Diego, ¿qué está ocurriendo para que las ferias importantes den cada vez menos tardes de rejoneo?

Creo que en ese sentido se está haciendo mucho daño. Yo cada vez entiendo menos de rejoneo o de toreo, en ese sentido. En una feria como Madrid, donde hay casi 30 tardes y no haya hueco para 3 o 4 de rejones…, no tiene sentido y, mucho menos, cuando las ha habido. Hay 7 u 8 rejoneadores españoles, y portugueses también, que rematarían perfectamente cuatro carteles. Desgraciadamente, han quitado dos. Pero las figuras que hay en España necesitan ir a San Isidro, no esperar al mes de agosto. Entonces, pierde el rejoneo y pierde la fiesta. Después hay ferias de 7 u 8 tardes donde hay carteles sin alicientes o muchas ferias donde hay una gran afición al caballo y solo hay una corrida de rejones. No tiene mucho sentido.

Como todo padre, siempre hay una debilidad. ¿Qué caballo de su cuadra es su ojito derecho?

Date cuenta que nosotros, para triunfar en un toro, tenemos que hacer tres suertes bien: recibir al toro, banderillear y el último tercio de matar al toro. Esos tres o cuatro caballos que salen al mismo toro, si uno es importante, el otro es igual; por no hablar del último tercio, que puede llegar a ser incluso el más importante. Muchas veces me han hecho esta pregunta de si tengo un caballo preferido. Pues, sinceramente, no. Sí es verdad que hay caballos que, cuando me levanto por la mañana estoy deseando montarlo, porque son caballos con los que disfruto cuando los monto, más allá del trabajo. También hay caballos que son muy buenos en la plaza, pero, a la hora de montarlos, te dan mucho más trabajo. Son muchas las razones que me hacen disfrutar de un caballo, pero de ahí a decir que es mi favorito… No. Porque todos y cada uno de ellos son los que hacen que Diego Ventura triunfe. Cada uno en su tercio, cada uno en su momento.

¿Nos sorprenderá con algo nuevo en un año especial? ¿Hay futuro en la cuadra?

Sí, la verdad que hay 6 caballos nuevos que debutaré a lo largo de la temporada; porque acaba de comenzar la temporada y estamos ya en todas las ferias importantes. No son tardes para debutar un caballo. Pero, sí. Hay 6 caballos jóvenes, importantes que me ilusionan mucho, que me traen como loco y me dan la ilusión y las ganas para el día a día y el resto de la temporada.

¿Y el futuro en casa? ¿Seguirá triunfando la dinastía Ventura en los ruedos?

Bueno…, nunca se sabe. A mí me gusta que los niños decidan. Yo cuando comencé, mi padre era rejoneador, pero nadie me lo inculcó, nadie me lo impulso. Yo montaba porque yo quería, porque yo lo sentía y deseaba llegar arriba. De hecho, muchas veces me castigaban sin montar a caballo y esto hacía que tuviese más ganas de montar. En ese sentido, he llevado a mis hijos de la misma manera. No les digo para montar y, muchas veces, hasta les quito la idea. Sinceramente, no me gustaría que toreasen, porque es un mundo muy sacrificado, muy doloroso… Le van a pasar cosas que yo lo voy a sufrir mucho, pero, si ellos deciden torear, yo sería muy feliz también dentro de esa preocupación. A veces pienso de qué sirve todo lo que he construido si ellos después no lo van a aprovechar. Pero, los niños de hoy en día tienen una gran variedad de actividades para elegir. Cuando yo era un niño vivía en la finca de los hermanos Peralta y no tenía nada. Allí no había niños, estaba yo solo y lo único que podía hacer era montar. Sí, yo lo tenía dentro. Me gustaba, pero es cierto que no tenía muchas más cosas para hacer. Hoy día hay una tanta variedad, que Dios sabe qué querrán ser el día de mañana.

Diego, por el bien de la fiesta, ¿debe de haber quien se corte la coleta? Hablo no solo de toreros, sino de empresarios… de todos los que ciñen la tauromaquia.

Sí, claro. No hablo de toreros, sino más del tema empresarial. Y se tenían que haber ido hace bastante tiempo. No sólo de España. Te hablo de todo el mundo. Hace falta renovar. Hace falta gente joven, empresarios jóvenes que quieran luchar por la fiesta, que tengan ideas nuevas; ideas que hagan avanzar a la tauromaquia, ideas que no tengan miedo de hacer siempre lo mismo, repetir los mismos carteles y cansar a la gente.

Denunció usted en el pasado coloquio de la Fundación Cajasol los precios y puso de ejemplo a los jóvenes. ¿Quién tiene aquí para que esta fiesta burbuja no estalle?

El empresario. La llave está dos manos: el empresario y el gobierno. Y no te hablo a nivel general. Si no tenemos ayudas, es imposible hacer frente a los gastos que presenta montar una corrida de toros. El Gobierno nos ha puesto una serie de impuestos que hace que, a día de hoy, montar una corrida de toros suponga un gasto de 70.000€ antes de comenzar a llamar a los toreros. Y eso solo lo pagan los aficionados. Entonces, si el gobierno bajase los impuestos, las entradas serían más baratas. Si se compensaran los carteles de las máximas figuras con carteles de menos nivel, la gente joven podría ir. Porque eso es otro asunto. No se puede pagar lo mismo por ver un Alcorcón-Burgos que por un Barcelona-Madrid. En ese sentido, debe de cambiar. Pero para llegar a ese punto, los gobiernos de los distintos municipios deben ayudar. Lo mismo que se da ayudas para el teatro o muchos otros espectáculos, algunos incluso sin espectadores; para esto que mueve masas y que hay mucha gente que quiere ir, hay que ofrecer esa ayuda. Ojo, hay gobiernos que sí ayudan, pero están contados con los dedos de una mano y eso es muy difícil. Y después están los comentarios que dicen que recibimos mucha cantidad de ayudas y subvenciones. Lo primero que deben de hacer es informarse. Eso es lo que le vendría bien a la fiesta, ayudas y subvenciones, pero, desgraciadamente, no es así.

¿Hay alguna posibilidad de un mano a mano con Pablo antes de su retirada en 2024?

Primeramente, que Pablo Hermoso de Mendoza haya anunciado su retirada ha sido algo amargo, porque para mí ha sido la pieza fundamental en mi carrera. Creo que, si esa competencia tan directa que he tenido con él y el torear con él tantas tardes y preguntarte: “¿cómo supero yo a este hombre? Con el genio que es y que ha sido”. Creo que ha sido quien me ha ayudado a mejorar mi toreo, a mejorarme yo, a avanzar…, a no quedarme atrás. Y ahora que veo que se retira, como que me va a faltar algo de í, algo de esa rivalidad que el público siempre ha deseado vernos juntos. Sí, es cierto que queda su hijo, que también es un torero con unas condiciones tremenda. Pero Pablo es Pablo. Es como la época de Joselito y Belmonte, o la de Ponce y José Tomás. Al final, esas parejas de competencia que el público disfrutaba tanto, me quedo huérfano en ese sentido. Sinceramente me da mucha pena que se retire. Entiendo que lleva muchos años, que ha pasado mucho, que han sido muchas corridas y mucho esfuerzo.

Da mucha pena que se vaya, pero se lo ha ganado. Y con respecto a la pregunta del mano a mano antes de su retirada…, ojalá. Por mi parte, siempre he querido. Nunca, jamás me he negado a torear con él. Al contrario, siempre he buscado torear con él. En mis entrevistas siempre he tirado ese “lacito” a ver si se hacía. Y no sólo te hablo de torear mano a mano, que para mí sería un sueño anunciarme en un mano a mano con Pablo Hermoso de Mendoza, pero creo que torear con él y su hijo también sería fundamental, y creo que, en el año de su despedida, sería muy importante que se fuera como se debe de ir una figura: en categoría. Que el 2024 estemos toreando cada uno por su lado y no lleguemos a coincidir en ningún cartel, al final lo que le hacemos es un daño terrible al aficionado, y ya que el aficionado le ha dado tanto a Pablo, creo que sería muy bonito e importante para el rejoneo que un cartel con los tres. Pablo es un torero que me ha inspirado, que me ha motivado y ha aportado mucho a mi carrera, entonces…, va a ser una temporada difícil sabiendo que se marcha.

¿Qué le diría al niño de 9 años que debutó en La Puebla?

Pues imagínate, ¿no? Si me lo llegan a decir y no me lo hubiera creído. Siempre soñé con ser torero y con llegar a lo más alto, pero nunca soñé con todo lo logrado. Cuando soñaba de pequeño en llegar arriba y estar ahí, yo siempre pensaba en estar un día con las figuras, no año tras año ahí arriba, en la cima; competir con todos, el hacer cosas importantes y aportar a la fiesta, como matar variedad de encastes o ese número de encerronas. También, por supuesto, ese número de puertas grandes en Madrid (17) y Sevilla (10), y el rabo en Madrid. Jamás hubiese podido imaginar todo esto. Y creo que es suficiente para darle gracias a Dios por lo ocurrido.

¿Volvería a tomar ese camino con todo lo que ello implica? El esfuerzo, la dedicación, la gloria…

Sin lugar a dudas. Ha sido pasar por momentos muy difíciles… Todas las carreras son difíciles, pero la mía el plus bastante añadido, pero no cambia mi opinión. Ha sido mi ilusión de niño, lo que siempre he querido hacer. No he sabido hacer otra cosa, también hay que decirlo. Mi vida ha sido el caballo y, a pesar de todos los tragos amargos que he tenido que vivir en mi profesión, volvería a hacer lo mismo. Ahora bien, si me pudieran dar a escoger, pues está claro que evitaría ciertas cosas que me han ocurrido o que hecho y no era lo mejor o lo más correcto. Pero si pongo todo en una balanza… volvería sin duda a elegir el mismo camino.

Diego, 25 años dan para mucho… ¿qué anécdotas se le vienen a la cabeza?

Muchísimas…, muchísimas. En 25 años, la temporada que menos he toreado ha sido 37 corridas. Imagínate. Tantos viajes, tanta gente… Recuerdo una vez que los caballos estaban atados al camión y se soltaron un caballo y una yegua; salieron corriendo, se metieron en el río que estaba al lado de la plaza portátil, y estoy hablando de 1 hora antes de la corrida, cruzaron el río…, yo creía que se ahogaban, porque se llevaron mucho tiempo nadando en el río y, cuando consiguieron cruzar, el caballo cubrió a la yegua. Y la corrida a punto de empezar, yo detrás de los caballos… Una odisea tremenda. Otra también en un pueblo de Ávila, donde 10 minutos antes de comenzar la corrida, había un manicomio al lado de la plaza. Entonces, yo estaba calentando y me llamaron unos hombres que estaban asomados y agarrados a la reja del manicomio y me dijeron: “oye torero, ven. ¿Ves el pueblito que está allí a lo lejos? Pues allí mataron hace tres días a un torero. Ten cuidado no te vaya a pasar lo mismo”. Claro, a un niño de 15 años le dices eso 10 minutos antes de salir a la plaza… Pues historias como esas hay miles.

Un deseo por estos 25 años.

Ser feliz. Es el deseo más grande que tengo. Ser feliz yo, mi familia… Y algo que pido mucho cuando rezo, es que haya suerte para todos. Suerte para mis compañeros, que no pase nada, que no ocurra ninguna tragedia. Está claro que, dentro de la plaza, uno quiere ser el mejor y triunfar; y mis compañeros tienen que pensar igual que yo. Pero, sí. Cada vez que rezo, pido que no pasen desgracias, ni siquiera a mi peor enemigo. Yo sé que hay mucha gente que me desea lo peor, pero yo no soy así. Creo que la vida no debe de ser así, porque no tiene sentido. No soy de tener distancias o rencor cuando hay alguna disputa con algún compañero o ganadero; incluso les deseo lo mejor. Está claro que dentro de la plaza quiero ser el mejor, pero, como te digo, para ser feliz hay que mantener esa filosofía de vida de querer lo mejor para todo el mundo y dejar las discrepancias a un lado.