NEK ROMERO

"Me gusta relacionarme con los espectadores. Ellos son los que piden las orejas"

viernes, 26 de mayo de 2023 · 10:44

El pasado 13 de mayo, se celebró en Valencia la novillada en honor a la Virgen de los Desamparados, en la que estaba anunciado Nek Romero. El festejo era para él una especie de reválida, una segunda oportunidad después de haber actuado en Fallas y perder un éxito apoteósico, posiblemente de cuatro orejas, por su deficiente uso del estoque. Era su cuarto paseíllo con los del castoreño después de haber debutado el pasado mes de septiembre en la feria de su localidad, Algemesí. Nek no desaprovechó la ocasión de deshacer el entuerto fallero y, esta vez, abrió la puerta grande después de una faena de valor y otra de toreo rotundo que le valió el corte de las dos orejas. Ahora su nombre se posiciona entre los de más proyección del escalafón.

Novillada un sábado de mayo, sin ambiente taurino en Valencia. Nada más y nada menos que unas 5.000 personas en la plaza. ¿Estás de acuerdo en que la primera sorpresa de la tarde fue que había mucha gente en los tendidos?

Sinceramente no me lo esperaba. Dos horas antes del inicio del festejo estaba mirando la web de venta de entradas y me confundí pensando que las localidades que tenían un punto verde eran las vendidas. Le dije a mi hermano que el asunto pintaba mal, que había poca ocupación y que la gente estaba situada muy arriba. Cuando mi hermano me aclaró que era al contrario me llevé una gran alegría.

20 minutos después de acabar la novillada seguías frente a la puerta grande de la plaza haciéndote fotos con todos aficionados.

Yo creo que los toreros nos debemos al público. Era mi gente, la que me apoyaba y se había emocionado conmigo. Los banderilleros me propusieron varias veces que nos marcháramos, pero para mí era un momento bonito. Me gusta relacionarme con los espectadores. Ellos son los que piden las orejas.

En la pasada feria de Fallas malograste un triunfo que hubiera sido histórico por culpa del mal uso de la espada. ¿Ahora llegabas con una presión añadida?

Sin duda ha sido el festejo que más presión he sentido. Había muchos ojos pendientes de mí. Muchos paisanos que habían venido a verme, muchos profesionales, y además tenía que corroborar lo que había realizado en Fallas. Alcanzar aquel nivel era complicado y entraban diferentes factores en juego. En mi interior sentía una incertidumbre que nunca antes había experimentado.

Tu primer novillo no sirvió para expresarte artísticamente y jugaste la carta del valor. Tuviste que tragar mucho y fue una faena muy de verdad. ¿Esperabas más respuesta de los tendidos?

En realidad sí. Pero entiendo que la gente me había visto toreando bien en Fallas y ahora querían verme en ese mismo papel. Por eso pienso que faltó reacción. Ellos querían verme haciendo el toreo, yo también lo quería, pero sólo cabía la opción de exponer y jugármela.

Al segundo de tu lote le premiaron con la vuelta al ruedo. Repitió, tuvo prontitud y recorrido, pero no se empleó en varas. Sin embargo tú lo luciste poniéndole de lejos al caballo, algo que no es habitual en los novilleros. 

El animal me sirvió muchísimo, aunque era un poco desordenado en la embestida y soltaba la cara. Fue un novillo que transmitió, y eso es primordial para poder llegar a los tendidos.

Ese astado puso a prueba tus virtudes y, por fortuna, mostraste un compendio de buena tauromaquia. En la parte técnica: quietud, asentamiento, seguridad, autoridad, temple, largura, sometimiento… y en la parte de la actitud: compromiso, ajuste, ambición… ¿Todo eso se entrena o se tiene?

Un poco de las dos cosas. Se entrena pero se tiene que nacer con ello. Yo me machaco físicamente, y a nivel mental todavía más. Me conciencio de lo que quiero llegar a ser. Pienso el esfuerzo que cuesta esta aventura a todos los niveles, los kilómetros que muchas veces tengo que hacer para ir de tapia a un tentadero y conseguir pegarle una tanda a una vaca después de estar ya exprimida. Y cuando salgo a la plaza me digo, “ahora que tengo un novillo para mí, me voy a quedar quieto y me lo voy a pasar por los muslos 20 veces”. Creo que es fundamental saber valorar las oportunidades y no desaprovecharlas.

Esa faena decayó un ápice por el pitón derecho en la parte final, quizá porque el animal demandaba mayor distancia, pero tuviste la capacidad de remontarla a continuación al natural.

Las ganas que tenía provocaron que recortase demasiado las distancias. Por fortuna me di cuenta de inmediato. Por eso es tan importante ser capaz de pensar en la cara de los toros. Yo suelo mantener la tranquilidad para analizar las diferentes situaciones. Aún así estoy comenzando y tengo muchos defectos. Voy aprendiendo día a día y me esfuerzo por ir corrigiéndolos.  

Fue importante el sentido de la duración que tuviste. Cortaste la faena en el momento álgido.

Me saqué al novillo a los medios con la intención de darle una tanda más de doblones hacia los adentros. Pero me di cuenta de que al animal ya no se arrancaba con la misma alegría, y decidí matarlo allí mismo. Con el primero había alargado demasiado la labor, porque insistía en conectar con los tendidos, pero en este caso percibí que la plaza estaba a revienta calderas y que había que dejarlo ahí, en todo lo alto.  

¿Influyó haber toreado una semana antes en Casas Ibáñez, donde cortaste tres orejas?

Los toreros queremos torear, cuanto más mejor, es la única manera de seguir mejorando. Claro que me vino bien torear unos días antes para corregir defectos. Me dio confianza, sobre todo con el estoque.

¿Y cómo llevabas haber estado dos meses sin vestirte desde Fallas?

Mal, porque ver el vestido de torear colgado en el armario me dolía. Anhelaba torear todos los días. El tiempo pasaba muy lento. Sin embargo ahora me siento un privilegiado, porque conforme están las cosas haber tenido la suerte de haber hecho dos paseíllos en una semana es una suerte.

Ya tienes apoderados: Santiago López y Juan Ruiz Palomares hijo.

Había recibido llamadas de gente interesándose por mí, de lo que estoy muy agradecido. Pero yo deseaba una llamada que me ilusionara de verdad. Y por fin llegó con Santiago y Juan. Estoy muy contento, y ahora sólo pienso en forjar en un equipo sólido.

La feria de Julio de Valencia ya la tienes hecha, y me cuentan que tu nombre se baraja en varias plazas de importancia.

Estaré de nuevo en Valencia, pero no tengo noticias de otras contrataciones. Eso lo llevan mis apoderados y ellos harán lo que crean que es mejor para mi carrera.

Has puesto el listón muy alto y ahora la gente te va a exigir siempre ese nivel como mínimo.

Mi pretensión es ilusionar a la afición y que me vean mejorar día a día.

 

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