MARÍA JOSÉ MAJERONI
“La ganadería está en un gran momento porque además de clase tiene mucha bravura”
Burladero entrevista a María José Majeroni, ganadera de Castillejo de Huebra, que ha cuajado una sensacional campaña en 2023 y que afronta con ilusión y esperanza la de 2024La ganadería de Castillejo de Huebra lleva varias temporadas llamando la atención de los aficionados por el buen juego de los animales lidiados en las plazas a las que acuden. Sin ir más lejos, en 2023 varias reses marcadas con este hierro fueron premiadas con la vuelta al ruedo. Para palpar de cerca el momento por el atraviesa la divisa, nos hemos citado con su propietaria, María José Majeroni, que analiza detenidamente los principales festejos en los que estuvo presente la vacada la pasada temporada y también con qué objetivos y expectativas afrontan la de 2024.
¿La ganadería de Castillejo de Huebra está atravesando actualmente uno de sus mejores momentos, por nobleza y clase de los astados?
"Nobleza y clase ha tenido siempre pero está atravesando un gran momento porque además tiene mucha bravura y transmisión, que es lo que estamos buscando".
Aunque antes de la Copa Chenel lidiasteis en algunos sitios como Navalcarnero y Anchuelo, el toro “Labrador”, que salió a la plaza de San Martín de Valdeiglesias en la Copa Chenel, al que se enfrentó Juan del Álamo, ¿Fue uno de los mejores toros de la temporada 2023 para vuestra ganadería?
"Ha sido uno de los que más ha transmitido, de los que más bravura, clase y humillación nos ha aportado. Sin duda, que ha sido uno de los toros de la temporada".
Además el animal tuvo seriedad, estaba cuajado, siendo al mismo tiempo bajo y armónico, que después desarrolló, como queda dicho, mucha calidad. ¿Es ése el toro que estáis buscando en la casa?
"Sí, estamos buscando un tipo de toro que sea más bajo que el hace 30 o 40 años que en todas las ganaderías era mucho más amplio, pero con la vuelta del pitón que le da seriedad. Estos toros tenían bastante trapío y además el comportamiento fue muy bueno. Unos animales pueden poseer más clase y otros más bravura o transmisión, pero ése es el prototipo de toro que todo ganadero ansía".
Cada año el reto es mayor porque el listón de la temporada anterior está muy alto. Supongo que afrontáis este 2024 con ilusión pero también con prudencia, porque en este mundo las cosas pueden cambiar rápido.
"Sí, siempre hay que aspirar a más. Intentar buscar más bravura, más clase, más recorrido, más duración…Efectivamente el listón del año pasado está alto pero ahora hay que subirlo un poquito más. Gracias a Dios la ganadería está muy en la mano, estamos desde el año 1987 con ella, y la base de la divisa, que son las vacas, es clara. Aquí como dos y dos no son cuatro, y ahí radica la belleza de la selección y de ser ganadero, hay muchos aspectos que no puedes controlar del todo, y que afectan al resultado final de una tarde. Incluso los mismos toros con los mismos toreros pueden tener resultado diferente en una tarde u otra por múltiples circunstancias, que influyen en el desarrollo de un festejo y que tú no puedes controlar".
En la corrida mixta de Soria también salió algún toro con el sello de calidad de la casa, como el que sorteó Rubén Sanz.
"Ese toro en concreto fue de dulce, y Rubén Sanz estuvo muy inspirado, es un torero que tiene una personalidad muy especial. La de Soria fue de esas tardes que disfrutas".
Como lote de toros completo, ¿El de Manzanares fue el de más alta nota de todos los del año pasado?
"Manzanares fue una gran corrida, disfrutamos muchísimo. Ya la temporada anterior, se lidió también un gran encierro. Este año hubo un “Aldeanito”, nº 44, que le tocó a Antonio Ferrera, que estuvo muy bien, con mucha inspiración, que al igual que te decía antes de Rubén Sanz, con una personalidad muy especial, y Juan Leal también estuvo fenomenal. Fue una tarde muy redonda y muy bonita, pero no ha sido la única, porque la referida anteriormente de la Copa Chenel, en la que embistieron dos de los tres toros que llevábamos, con vuelta al ruedo incluida para “Labrador”, fue muy importante; la de Calanda también fue notable, en la que repitió triunfo Antonio Ferrera, y en la que tanto Miguel Ángel Perera como José Garrido perdieron mayor premio con la espada; Fernando Adrián cortó cuatro orejas en Anchuelo…"
"Ser ganadero es una lección de humildad diaria, pero cuándo una corrida embiste cómo tú quieres no te cambias por nadie".
La repercusión, tanto de la corrida de la Copa Chenel como la de Manzanares, por la presencia en ellas de la televisión, fue mucho más grande.
"Sí, por supuesto. No solamente han sido estos los festejos televisados este año, sino que también nos retransmitieron la final de “Guadalajara busca torero” en Mondéjar; la corrida mixta de Munera; la final del Circuito de Novilladas de Castilla y León…. Es verdad que te la juegas, pero la televisión es una cosa buena, porque cada aficionado que ve el festejo tiene su opinión sobre el encierro. La televisión aporta muchísimo".
Cuando se ven embestir toros criados en la casa, como por ejemplo ese 15 de julio en Manzanares, ¿Te sientes la persona más feliz del mundo y das por buenos todos los sinsabores, disgustos, costes de la ganadería…?
"Desde luego. El resultado es la guinda de todos tus esfuerzos, todas tus ilusiones, todos tus anhelos. Cuándo ves que todo sale redondo, disfrutas mucho, no te cambias por nadie. Que a un toro tuyo le den la vuelta al ruedo o que lo indulten, que tal matador le haya cuajado un faenón, es una sensación inigualable. Se te ponen los pelos de punta".
Tanto la corrida mixta de Munera como la final del Circuito de Castilla y León también contaron con reses destacadas.
"Por ejemplo, en Munera Juan Leal estuvo extraordinario. La verdad que está atravesando un momento espléndido, y de igual forma José Fernando Molina también alcanzó cotas sobresalientes en su actuación".
"En la localidad turolense de Alcañiz, Morenito de Aranda firmó una gran faena a un astado con el hierro de José Manuel Sánchez. Ahí la pena fue el estado del piso de plaza. En el caso del toro jugado en la concurso de Zaragoza la lástima fue que se corriera en primer lugar y los cuatro puyazos recetados, porque al sexto, por ejemplo, sólo le dieron dos. Este animal, sin ser un toro de premio porque hay que ser lo más rigurosa posible, fue importante. Si no hubiera recibido tanto castigo en varas, posiblemente, la duración en el tercio final hubiera sido mayor".
"Este año hemos tomado parte en trece corridas, bien al completo o compartiendo protagonismo con otras divisas".
¿Para vosotros es una doble satisfacción primero que las figuras quieran y accedan a matar corridas de Castillejo de Huebra, y que además lo hagan sin ser el encaste mayoritario de la cabaña brava actual ni el que ellos lidian con más asiduidad?
"Nosotros somos encaste Murube, vía Félix Cameno, que es un Murube algo especial. Cuándo nosotros nos hicimos cargo de la ganadería, hace diez años, pensábamos que el público merecía seguir viendo a pie la lidia de estos toros. Poco a poco, durante este tiempo, los empresarios y los toreros han ido confiando en la ganadería. Ahora ya la conoce todo el mundo y saben el tipo de embestida que tienen nuestros toros. Es una gran satisfacción que todos los toreros la quieran matar, y que los que ocupan la parte alta del escalafón, lo hagan, porque significa que confían en tu trabajo y en tu ganadería. Incluso hay veces que le sacan a los animales lo que no tienen".
Tardes como la de la feria de Manzanares de 2022, que se puede calificar de única y mágica, con Morante de la Puebla y Juan Ortega en el cartel, que en el caso del torero de Triana dio una dimensión tremenda y cuajó faenas para el recuerdo, son vitales para la ganadería.
"Claro. Las figuras lo son por algo. Cuando una figura confía en ti, en tus animales, ya es un punto positivo, si además los lucen, disfrutan y la gente en la plaza se vuelve loca, no te cambias por nadie, cómo decíamos con anterioridad. Cuándo un torero conecta tanto con un toro llega a olvidarse de su cuerpo y crea una obra de arte que es única y especial".
¿Cuántas corridas y novilladas tenéis para 2024?
"El número de corridas exacto no se sabrá hasta final de temporada. Ahora mismo se están preparando ochenta toros, que ya han venido a verlos muchos veedores y hay bastantes cosas hechas, pero no sabes si alguno de esos se va a estropear por el camino o vas a participar en algún festejo que sean tres toros solamente. Hay también dos novilladas, una está destinada a un festival, que pronto se sabrá el cartel, al igual que también de la otra novillada. La corrida de Gamarde del 21 de abril, cuya combinación de toreros ya se conoce".
¿Vuestra idea o vuestra meta es intentar entrar en el circuito de las plazas de segunda categoría o incluso alguna de primera, como por ejemplo lo de este año en Zaragoza u otras como San Sebastián o Málaga?
"Nosotros somos ganaderos sin prisas pero sin pausa. A Madrid hemos ido tres o cuatro años seguidos con novilladas, en Zaragoza también o en plazas de segunda, como Soria o Salamanca. Como es lógico cuánto más grande es la repercusión de la plaza, mejor. Lo importante para nosotros es cómo embiste el toro, porque si el toro embiste bien estarás anunciado en los cosos más importantes. Si embiste como a los matadores les gusta, tirarán de tu ganadería. Este año podemos ver alguna sorpresa de Castillejo de Huebra".
¿El objetivo primordial para este año es mantener o si podéis subir el nivel de las campañas pasadas?, ¿intentar que el animal que salga de vuestra casa sea lo más perfecto posible?
"La perfección no es siempre. Yo soy de las ganaderas que pienso que no se si veré alguna vez el toro que tengo en mi mente, pero se tiene que adecuar lo más posible a tu idea de la bravura".
"Este año será el primero que salgan todos los toros de la finca “Castillejo”, situada en pleno campo charro, porque hasta el año pasado han estado saliendo de Extremadura. Por ello, nos estamos midiendo un poco en todo. Estamos muy ilusionados y nuestra intención es ir cada vez un poco más adelante. Uno nunca se puede creer lo máximo, sí que tienes que esforzarte para conseguir lo máximo conociendo qué tienes entre manos".
"Yo ahora estoy ilusionada con un semental nuevo que lo tentamos de eral el año pasado, “Aldeanito”, que lo vamos a echar a las vacas. Pero en la ganadería los resultados no se ven rápido, dentro de tres años comenzarás a ver algo, por lo que hay que tener bastante paciencia. Mi padre, que era un aficionado y un gran ganadero, decía que en este mundo se va por generaciones: una generación crea la ganadería, otra la disfruta y la tercera la padece. De momento la estamos disfrutamos y esperemos llevarla un poquito más arriba".