ENTREVISTAS
Marina Nebrera primera alumna torero de la E.C. de Tauromaquia de Linares
¿Cómo comenzó tu interés por el mundo del toreo? ¿Hubo algún momento o persona que te inspirara?
Mi padre siempre ha sido un gran aficionado, y desde que era muy pequeña, siempre íbamos a tentaderos, corridas, novilladas… Además, siempre había trastos en casa, y los usaba para jugar al toro. La persona que más me inspiró fue él, porque desde el primer momento me ha apoyado incondicionalmente.
¿Qué te llevó a elegir el camino de la tauromaquia?
Primero, el respeto que existe en esta profesión y los valores que enseñan en las escuelas taurinas, como la perseverancia, resiliencia y autoconfianza, entre otros. Pero lo que realmente me llevó a este camino fue la decisión de ser feliz haciendo lo que más me gusta.
¿Cómo reaccionó tu familia cuando decidiste ser novillera?
Recuerdo que fue una noche lluviosa; estaba en casa con mi padre y mi madre estaba trabajando. Llevaba tiempo con la idea en mente, pero no me atrevía a decirlo… Esa noche, mientras cenábamos, se lo conté a mi padre; recuerdo su expresión de felicidad y nerviosismo. Hablamos y decidimos llamar a mi madre para contárselo. Al día siguiente, me inscribí en una escuela de tauromaquia.
¿Cómo es un día típico de entrenamiento para ti? ¿Qué disciplinas practicas además del toreo?
Mi día comienza mentalizándome de que debo ser mejor que ayer. Mis entrenamientos constan de una parte de acondicionamiento físico y otra de toreo de salón. También practico danza española y contemporánea; me gusta expresar lo que siento con el cuerpo. Entre mis aficiones también están el teatro y la lectura.
¿Cuál ha sido el mayor reto físico o mental que has tenido que superar en tu entrenamiento?
Vencer mi mente. Soy una persona que le da muchas vueltas a las cosas. Si algo no sale como me gusta, tengo que repetirlo, aunque me lleve toda la noche intentándolo.
¿Qué importancia tiene la preparación emocional para ti antes de cada evento?
Para mí, es realmente importante prepararme mentalmente. Tengo mucha sensibilidad y, como comentaba antes, le doy muchas vueltas a las cosas. Por eso trato de dar lo mejor de mí día a día. Los triunfos se ganan en los entrenamientos.
¿Recuerdas tu primera vez frente a un novillo? ¿Qué sentiste?
Sí, lo recuerdo. Fue en una capea familiar, y le di un par de pases por alto a una becerrita. En ese momento supe que quería sentir esa sensación indescriptible toda mi vida.
¿Cuáles han sido los momentos más memorables de tu carrera hasta ahora?
Aún tengo pocas experiencias, pero las recuerdo todas con mucha alegría. Creo que un recuerdo precioso fue cuando debuté de corto en Cazorla el pasado 15 de septiembre. Pero, sin duda, me quedo con todas las personas que he conocido en este mundo; la mayoría me ha apoyado, y estoy eternamente agradecida con ellas.
¿Hay algún toro o plaza que te haya dejado una huella especial?
Un novillo de Roque Jiménez, que me enseñó el coraje y la disciplina que hay que tener en esta profesión. La plaza de toros de Linares; aún no he toreado en ella, pero sería un sueño cumplido lograrlo.
¿Has sentido alguna barrera en el mundo taurino por ser mujer?
No, de momento no, y espero que así siga.
¿Cómo ves el papel de las mujeres en la tauromaquia hoy en día? ¿Crees que ha cambiado en los últimos años?
Ha mejorado, pero es cierto que aún queda trabajo para que más mujeres toreras se sientan preparadas para dar el paso y comenzar en esta carrera.
¿Qué mensaje te gustaría enviar a otras mujeres que desean ingresar en este mundo?
Que tanto hombres como mujeres somos iguales y toreros.