Sergio Pérez, el temple a caballo

lunes, 19 de febrero de 2024 · 07:55

Sergio Pérez es un joven rejoneador natural de la localidad salmantina de Peñaranda de Bracamonte cuyas últimas campañas viene causando gratas sensaciones en el aficionado del toreo a caballo. Y es que el caballero castellano basa su toreo en la búsqueda de ese toreo templado, pausado y siempre dando ventajas al toro, en definitiva buscando la verdad y la pureza del más sincero toreo a caballo.

Un toreo en el que no cabe el ventajismo y cuya razón de ser se basa en evitar alardes innecesarios para hacer el toreo que más cautiva y mayores recuerdos deja en los aficionados. Sorprende en él la gran firmeza con la que afronta cada corrida siendo un rejoneador relativamente nuevo, pues la madurez y la capacidad de asimilar conceptos con tanta velocidad dan lugar a pensar que seguramente estemos ante una futura figura del rejoneo.

La pasada campaña fue una temporada corta, con cuatro corridas en las que pudo surcar todas ellas en hombros. Empezó en el coso de Arévalo rodeado de figuras como Sergio Galán y Diego Ventura, corrida en la que lejos de quedarse atrás ante tal responsabilidad, respondió como mandan los cánones, se hizo con tres orejas de un importante lote de María Guiomar Cortés de Moura para darle más relevancia si cabe a tan importante actuación. Su segunda corrida fue en el coso salmantino de Macotera, donde cuajó un auténtico alboroto frente a su primero de Peñas Blancas, faena de cabo a rabo, y nunca mejor dicho, cortó los máximos apéndices en una actuación plagada de matices de toreo caro mezclado con la luminiscencia y frescura de un nuevo jinete. Por último llegó la gran cita de todo un caballero, el coso de Valladolid recibió al salmantino para tomar la alternativa, era la tarde de su vida, en la plaza más importante en la que había toreado hasta el momento y se entretuvo en nada más y nada menos que cortar dos orejas a un bien presentado lote de Carmen Lorenzo y San Pelayo, dando muestras evidentes de una evolución incesante.

Actualmente se encuentra focalizado en trenzar una campaña más importante si cabe ya no sólo por número de festejos sino por impacto en las principales plazas, de la mano de un caballo que viene destacando por un quiebro diferente, el gran “Níquel” un caballo que bate a pitón contrario y viene causando las mismas gratas sensaciones que su jinete. Es por ello que hoy se sienta ante los micrófonos de Burladero uno de los rejoneadores jóvenes del momento, y lo hace como a caballo en el ruedo, de frente y sin ocultar nada, puro.

¿En qué momento te encuentras?

Me encuentro en un momento en el que estoy preparado para dar otro paso más hacia las plazas más importantes, tengo una buena cuadra, muy variada y mucha ilusión

La afición ve en ti uno de los futuros del rejoneo, cómo se lleva eso, ¿supone cierta presión o por el contrario es algo muy positivo?

Yo me lo tomo como algo muy positivo, ya que la afición es el crítico más importante que uno puede tener.

¿Qué balance haces de la pasada temporada?

La temporada pasada fue corta pero la verdad es que dejé un muy buen sabor de boca, saliendo todos los días por la puerta grande, incluso en mi alternativa junto a Diego Ventura y Guillermo Hermoso de Mendoza en el coso de Valladolid.

¿Qué sorpresas tienes en la cuadra de cara a la siguiente temporada?

Estoy preparando cinco potros nuevos de los cuales hay tres más avanzados que me gustan muchísimo y creo que a la afición les va a encantar.

¿Qué objetivos tienes para 2024?

Rodarme y mejorar más mi toreo, que la gente me empiece a conocer.

Tomaste la alternativa en una plaza como Valladolid, ¿qué sensaciones tuviste al surcar en hombros tan importante plaza rodeado de figuras?

Yo me sentí lleno por todo mi trabajo anterior y las noches pensando en ese día en el cual salí en hombros, eso fue la mejor recompensa que pude tener.

¿Cómo es la batida perfecta para Sergio Pérez?

Pues yo creo que mi batida perfecta es “Níquel” y su quiebro al lado contrario, eso me diferencia del resto y es una cosa en la que soy único. 

A pesar de tu juventud destacas por la madurez, ¿en qué sentido esa madurez a la hora de ver las cosas tan claras delante del toro es entrenable? ¿Puede que sea algo innato o de haber visto muchas corridas y faenas de rejones?

Yo soy de los que creo que todos nacemos con un don y a mi me tocó el de tener un tacto especial con los caballos y eso conlleva poder lidiar con más facilidad a los toros.

¿Artísticamente cómo dirías que es tu concepto?

Yo lo describo como propio, ya que aunque estuve aprendiendo con el maestro Diego Ventura, fue solo durante un mes en el que formé una base. Sobre esa base es sobre la que después con trabajo y constancia en casa fui creando mi propio toreo.

¿Con qué sueñas por las noches?

Sueño con llegar a lo más alto del toreo y tener toda mi cuadra domada, puesta a torear por mí, pues actualmente más de la mitad son cosecha propia.