JUAN RAMÓN LUCAS
“Creo que los toros deberían forma parte de la oferta de cualquier televisión pública"
Juan Ramón Lucas es un referente en los medios audiovisuales: ha estado en prácticamente todas las televisiones, y ahora disfruta con un programa semanal en Telemadrid “ CÓMO FUNCIONA MADRID”. Los últimos años brilló en el programa “La brújula” de Onda Cero, y años atrás su labor en RNE le hizo merecedor de un Ondas…Ahora se centra en la literatura: su tercera novela “Melina” ( Editorial Contraluz) está teniendo gran aceptación, y su vena periodística la desarrolla escribiendo un artículo en La Razón cada semana.
No es un experto taurino, ni mucho menos, pero sí es un espectáculo que respeta gracias a compañeros que le han aleccionado, y a las veces que ha asistido a los toros, como en una ocasión desde el burladero de callejón en las Ventas. Lleva una vida más tranquila, entre “su” Asturias, donde convive con varios caballos, y Madrid. Lucas es, ante todo una buena persona. Y profesionalmente riguroso: cercano al oyente y cómplice del telespectador…
Tu vinculación con e mundo taurino (no como experto, sino simplemente “simpatizante”, o espectador ocasional) ¿Recuerdas la primera vez que asististe a una corrida de toros?…
Creo que fue en Las Ventas hace muchos años. Estudiaba Periodismo todavía…o sea, en los años 70 del siglo pasado. No me impresionó demasiado.
Tengo entendido, que Chapu Apaloaza te ha aleccionado sobre el mundo taurino, o “empujado” para que lo conozcas…
He tenido varios maestros en esto del toreo. Cronológicamente, el primero fue Carlos Santos, habitual del 7 de Las Ventas. Luego, a la par, Marco Pantoja, un amigo gaditano vividor y taurino. Y, por supuesto, Chapu Apaolaza. Él fue quien me abrió la puerta de una de las experiencias más intensas y espero que permanentes en mi relación con el toreo: los Sanfermines.
El toreo a caballo lo aprendí de Sergio Vegas, rejoneador. Él me enseñó a amar a los caballos
Fuiste invitado por Movistar Plus Toros, al callejón de Las Ventas. ¿qué conclusión sacaste de aquello?. (la impresión, por otra parte, de verlo todo “tan cerca”)…
Tuve la suerte de compartirlo con gente sabia que me fue explicando. Conocer el lenguaje del arte te ayuda a entenderlo mejor.
¿Tiene amigos en el ambiente taurino?. ¿Has entrevistado personajes de ese ámbito? (y en ese caso, alguien que te haya sorprendido, u impresionado).
Entrevistas, pocas. Mi espacio profesional nunca ha sido el del toro. Pero sí tengo amigos. Chapu Apaolaza, Marco Pantoja, buen aficionado y también sabio, y algunos empresarios taurinos. Tuve en su día buena relación con Joselillo…y Sergio Vegas sigue siendo mi amigo.
Sé que tienes afición, y devoción, a los caballos ¿Te interesan las corridas de rejoneo que, por cierto, están a veces “minusvaloradas” por los aficionados?…
Si. Mucho. Como te digo, con un rejoneador empecé a aficionarme a los caballos. El toreo a caballo, que además es origen y tradición, es un arte bellísimo. Requiere técnica y expresividad, y es una comunión delicada e irrompible entre el artista y su caballo…que también lo es si está bien entrenado.
Eres de una tierra, Asturias, donde no tiene mucha raigambre la Fiesta, a excepción de la Feria de La Begoña de Gijón… (en Oviedo ya no hay toros). ¿Es lógico?…
El toreo es más de tierras calientes, como el flamenco. Hay una expresividad del sur que tiene identidad propia. Desde luego que hay aficionados en Oviedo, en Gijón, en Bilbao o en Santander…pero siempre he pensado que la cultura y el clima de las tierras del norte ayudan menos a que prenda una tradición como el toreo. No sé si será lógico o no, pero me parece que así es.
¿Cómo definirías la idiosincrasia de Las Ventas y La Maestranza?
Me parecen dos terrenos muy diferentes. Las Ventas es la capital, el templo sagrado, el lugar en el que todos quieren triunfar. La élite del toreo suspira por ese ruedo. La Maestranza me parece un coso más popular, más de celebración y de fiesta. Su puerta no sólo se abre a los toros, sino al caballo, a los enganches…todo lo que tiene que ver con esa cultura tan del sur.
En el panorama radiofónico español, al margen del clásico Clarín, apenas quedan ya programas de toros: en la SER se emite por podcast (el de Molés); Onda Cero y Cope, apenas dan nada. ¿qué explicación tiene?…
Yo creo que el toro está perdiendo fuelle. Prende demasiado la identificación maniquea y falsa de la fiesta como algo cruel y desfasado. Mucha gente está comprando ese cuento. Tampoco es que el mundo del torno haga demasiado por cambiarlo. Hasta donde yo sé existe mucho amiguismo, poca disposición a la renovación, demasiados clanes y colegueo. Y eso tampoco ayuda al toreo en momentos difíciles como éste.
Y a colación de la pregunta anterior, sí tienen predicamento, por el contrario, en la cadena televisiva en la que estás trabajando Telemadrid (con unos índices de audiencia muy aceptables)…
No hay un rechazo generalizado a los toros. Más bien al contrario. El que se extienda ese debate inane sobre si los toros son o no una actividad cruel e inhumana, no impide que se mantenga fiel la afición e incluso que haya gente dispuesta a asomarse a la fiesta. Pero en este tiempo de correcciones políticas y censura hay muchos que temen expresarse a favor de los toros.
Y por último: respecto a la televisión pública (TVE) ¿crees que debe emitir festejos taurinos? (con un número mínimo, atendiendo a que es el segundo espectáculo de masas en España)
Yo creo que los toros deberían formar parte de la oferta de cualquier televisión pública. Siguen siendo una manifestación cultural de primer orden.
Tu opinión en torno a los antitaurinos, y a los animalistas…
Yo creo que falta mucha información y hay bastante mala fe. Se tiende a simplificar lo que se desconoce, cuando no a rechazarlo. A mi me parece que el animalismo plantea un debate poco sólido, basado en prejuicios y falta de rigor. El sufrimiento forma parte de nuestra relación con todas las especies, incluida la nuestra. La sublimación de la muerte, la danza sangrienta que se despliega en el toreo no es sino una liturgia que simboliza la conversación entre el hombre y la naturaleza, la suya incluida. No se trata de infligir dolor gratuitamente a una criatura, como sostienen los antitaurinos o denuncian los animalistas, sino de enfrentar nuestros miedos y lo inevitable de la muerte, con una liturgia artística evocadora y simbólica. ¿Que sufre el animal? Sin duda ¿Que nadie le ha pedido permiso? Desde luego…Pero el hombre y la bestia que se enfrentan existen solo para eso. Y se preparan, y viven…y mueren o se arriesgan a ello en cada encuentro. ¿Alguien le pide permiso a los animales que nos comemos para sufrir la tortura del matadero?
Yo creo que hay un problema, muy común en el animalismo contemporáneo, que es el de humanizar cualquier tipo de animal. Hacerlo es desdibujar su realidad, romper sus programas, convertirlos en lo que no son.
Normalmente el animalismo radical lo es por desconocer los códigos de la naturaleza en general y el reino animal en particular. Todo es muy sencillo y muy naif… y Bambi es un referente. En fin…
¿Cómo viviste- informativamente- la prohibición de los toros en Cataluña en el 2010? (estabas en RNE por aquel entonces, y yo de corresponsal taurino en la Razón, en Cataluña)…
Si, estaba en RNE. Recogimos la polémica y contamos sus derivadas. Pero, por ser franco, no recuerdo haberme implicado personalmente en aquello.
Como “amante del campo”, ¿ves una lógica a la existencia del toro de lidia, dentro del hábitat de otros animales, y relacionado con la caza, etc.?
Si, claro. Conozco cómo viven animales como los toros o los cerdos, o las vacas…o los caballos, en el campo. Me parece que el toro de lidia tiene todo el derecho a no desaparecer.
Con la caza sucede algo parecido a los toros a cuenta de la desinformación. Está señalada por la ignorancia de sus detractores. Y, entre otras cosas, cumple una función de control de especies que resulta realmente necesaria. No tengo noticia de ninguna que hayan hecho extinguir los cazadores.
El hombre es el mayor de los depredadores que ha existido y existirá, pero no precisamente por cazar o matar toros.
¿Alguna vez has leído un libro sobre toros?. Y en lo periodístico, algún profesional (al margen de Chapu) que te haya cautivado por su forma de escribir, o narrar (sea radio o televisión)?.
Si. Chapu Apaulaza escribe magníficamente, y no solo sobre toros. Yo siempre le digo que debía apostar más pronto que tarde por asomarse a la literatura. Es un grandísimo escritor. Y ahí está la prueba, en su “7 de Julio” que es homenaje a su padre, crítico taurino, pero además un recorrido poético y tremendamente sensible por los sanfermines. Leía también las crónicas de Joaquín Vidal en El País.
Normalmente el toreo se sirve de plumas de mucha altura para ser contado.
Háblanos de tu momento profesional, que se centra en el programa de Telemadrid…Por cierto, ya habías estado en la cadena pública, y has pasado por casi todas ¿De que experiencia televisiva- o cadena- guardas mejor recuerdo?
Siempre aprendes algo en los sitios por los que pasas. Telemadrid, Telecinco, Antena Tres, la Sexta…siempre me dejo algo y me llevo algo. Pero, por responder a tu pregunta, mi experiencia más grata, más inolvidable y también más traumática por cómo terminó, fue mi paso por Radiotelevisión Española con Luis Fernández al frente. Ahora, en Telemadrid, me encuentro muy cómodo con un formato único y de servicio público, COMO FUNCIONA MADRID. Nos dejan trabajar, y nos alientan a hacerlo con libertad. Y eso se agradece muchísimo.
¿Cuál fue el motivo de dejar Onda Cero?: tenías -creo- buena audiencia… ¿Sigues a tu sucesor -Rafa Latorre- que era contertulio en tu espacio?…Y qué te parece el programa?
Era el final de una etapa, y buscaba ya otras metas. Rafa es un magnífico profesional y se ha revelado como un radiofonista de primera. Yo soy oyente habitual del programa.
Tu espina clavada, ¿es haber dejado (o que te obligaran a dejar) RNE, estando en lo alto, y consiguiendo un Ondas? ¿Te gustaría regresar a esa casa?
La verdad es que ya estoy en otro territorio… produciendo y escribiendo, que es muy grato. ¿Volver a la radio pública? No creo que se diera la ocasión. Pero, mira, te diré algo…ahora mismo es la única propuesta de regreso al periodismo de batalla que sería capaz de considerar. Debería escuchar a quienes dicen que no debes volver al lugar en el que fuiste feliz… pero a mí me quedó mucho por hacer allí. Quién sabe. Pero, francamente, no creo que se vaya a dar el caso. Estamos ya en otra pantalla.
Estás en una etapa de tu vida más tranquila… ¿Cuándo te diste cuenta de que “trabajar, no es tan importante”…?
Nunca lo piensas cuando te gusta tu trabajo. Pero después de cuarenta y tantos años ya va siendo hora de que me tome la vida con más calma, ¿no te parece?
La televisión (no digo que sea tu caso) ¿puede llegar a endiosar, si no tienes la cabeza muy bien amueblada?
Desde luego que sí. Y a menudo es muy difícil sustraerse a eso.
Siempre has practicado la faceta altruista (la Fundación de Sandra, etc…)¿Es una de tus “señas de identidad”?
Una de las obligaciones que tienes como persona conocida, acaso la más importante de todas, es usar tu influencia para ayudar a los demás. Siempre lo he creído y lo sigo practicando. Sandra, por lo demás, es una magnífica compañera en ese camino. En realidad, lo suele abrir ella.
Ahora vas mucho a Asturias: ¿vives a caballo (nunca mejor dicho) entre Asturias y Madrid?
Si. Y ambiciono estar en Asturias cada vez más tiempo.
¿Cómo ves el panorama de las tertulias, donde se manifiesta (aunque sea muy manida esta palabra) la polarización? ¿Están mal enfocadas las tertulias (sobre todo en televisión) ¿Cuál es la equivocación: quizá de que, antes de empezar a hablar, sabes por dónde va a tirar cada periodista?…
Yo creo que la polarización no nace en las tertulias. Éstas recogen una tendencia de la política a cerrase en sí misma, a despojarse de la capacidad de diálogo para no perder posiciones. Nos hemos olvidado del valor de la renuncia, de lo importante que es pensar en los otros…sobre todo quienes están arriba por mandato nuestro. También ayuda un sistema de comunicaciones que se basa en las redes sociales, cuya supervivencia se fundamenta en la atención que les prestemos, y para conseguirla nos reafirman en nuestros gustos y opiniones…Todo se simplifica, la reflexión desaparece y el diálogo no renta. Las tertulias lo que hacen es reflejar ese universo banal, simple y polarizado.
La polarización es la herramienta del poder para su supervivencia.
-Por último, háblenos de su libro: anime al lector a comprarlo. ¿Va bien de ventas?. ¿Qué lugar ocupa la escritura, dentro de su talante polifacético?: columna en La Razón, libros…
Escribir es la actividad que más grata me resulta en este momento. Sobre todo escribir ficción. MI tercera novela, Melina, es una historia que tiene ritmo y vocación de trhiller. Quiero que el lector se enganche y se quede…y se convierta en espectador de un relato que pone en valor la personalidad de mujeres independientes. Arranca de una historia real, la infancia de mi madre en la Asturias de los años 30, años de revolución y guerra civil, para contar una historia de amor y de esperanza que recorre además la España de la emigración y el exilio. ¿Sabes lo mejor que me han dicho de la novela, y lo ha hecho mucha gente?. Que le recuerda lo que le contaban sus abuelas o sus madres sobre lo que vivieron de pequeñas.
La verdad es que estoy muy satisfecho con ella. Y la editorial Contraluz también, creo. Porque ya muy bien de ventas.
Texto: José R. Palomar (Avance Taurino)