“A ese toro de Santiago Domecq lo pude torear con el alma y con el corazón”

David de Miranda cosechó ayer un rotundo triunfo en Sevilla, firmando una faena para el recuerdo al toro “Tabarro”, de la ganadería de Santiago Domecq, para el que se llegó a pedir el indulto. A pocas horas de salir a hombros por la puerta principal de la Maestranza hispalense, el diestro de Trigueros analiza una tarde que marcará su carrera, de igual forma que expresa las sensaciones que tuvo al cuajar tan excepcional obra en un templo del toreo como es el Coso del Baratillo.

¿Qué sensaciones tuviste ayer en la Maestranza?

La verdad que muy positivas, porque no es fácil alcanzar las cotas artísticas que se lograron teniendo en cuenta la presión con la que acudía a Sevilla y lo que me jugaba en una tarde así. Estoy feliz y contento con las circunstancias que se han dado para poder triunfar y con sacar adelante compromisos de esta envergadura.

¿Cómo viviste la faena a ese quinto toro, “Tabarro”, tan extraordinario?

La viví con mucha intensidad, por momentos pude olvidarme del cuerpo, torear con el alma y con el corazón y hacer lo que sentía en cada instante. Yo me he vaciado toreando a ese animal. Después ver a la gente entregada conmigo y con el toreo, fue muy bonito.

¿Pensó en algún momento en dar una dimensión tan importante en una plaza de la relevancia de la Maestranza?

Creo que los toreros siempre soñamos con tardes así, nos preparamos y nos mentalizamos para ello pero también es cierto que el paso de los años y la experiencia te hacen comprobar que no es sencillo que se reúnan tantas cosas. A veces el destino es caprichoso y no te lo pone fácil, pero ha llegado aquí en Sevilla. Estuve anunciado en la Feria de Abril de 2020 y he vuelto ahora en 2024, quién sabe si esa circunstancia me ha permitido llegar a esta cita con más madurez y preparación a mis espaldas.

¿Cuáles fueron a su juicio las principales virtudes de “Tabarro”, ese magnífico ejemplar de Santiago Domecq que le posibilitó expresar su toreo de esa forma?

El animal tenía mucha clase, te permitía torear relajado y vaciarte, con un punto de transmisión que es lo que ha conectado con los tendidos. Cuándo inicié la faena, el público no terminaba de entrar con el toro, pero poco a poco fue rompiendo ya que era un astado al que había que sacarle todas las cualidades que llevaba dentro. Fue un toro sensacional, que me ha facilitado hacer disfrutar a los espectadores.

Su toreo siempre se ha caracterizado por ser de figura muy vertical, en cambio ahora está buscando un trazo de muletazo más largo y profundo. ¿Hacia dónde quiere evolucionar el toreo de David de Miranda?

Considero que el torero está en continua evolución, y que el paso del tiempo hace que vayas indagando y buscando nuevos registros en tu tauromaquia particular. Lo bonito del toreo y lo que más me satisface es saber que ahora mismo no me veo techo. Me llena de ilusión saber que aún me queda mucho por mejorar y que esa evolución tiene todavía bastantes etapas por cumplir".

Muchas gracias David.

Gracias a vosotros.