SAMUEL NAVALÓN
“La faena de Valencia es una de las que más se aproxima a lo que busco”
El 18 de julio en Valencia, la espada le privó de cortar las dos orejas a un novillo después de una actuación comprometida, vibrante y emocionante de principio a fin. Lo que no pudo quitarle fue el premio a la mejor faena de novillero de la Feria de san Jaime 2024. Pero, más allá de estadísticas y distinciones, Samuel Navalón demostró que sigue creciendo como torero tras protagonizar una tarde rotunda. El día siguiente consiguió tres apéndices en Santander, corroborando el gran momento que atraviesa. En septiembre, en la Feria de Albacete, tomará la alternativa con las máximas expectativas puestas en él.
Un día después de torear Valencia hiciste el paseíllo en Santander y cortaste tres orejas bajo un diluvio.
Las dos tardes han sido muy importantes para mí, pero sinceramente me quedo con la faena al primer novillo de Valencia. Numéricamente -porque siempre se habla de orejas- Santander fue más rotundo, pero en cuanto a sensaciones no tengo dudas, porque en Valencia puede mostrar muchas cosas que tengo en mente.
Después de esa faena te marchaste a recibir a portagayola al segundo de tu lote hasta en tres ocasiones, porque dos ejemplares fueron devueltos.
No lo dudé ni una sola vez. Cuantos más toros me devolvían más claro tenía que al siguiente tenía que volver a la puerta de chiqueros. En Santander también me fui a portagayola en dos ocasiones. Es una suerte que no había practicado anteriormente, sólo en una ocasión en Madrid. Pero entendí que estas eran dos tardes cruciales para mí en las que tenía que suceder algo importante, y las quise afrontar con la máxima entrega, y esta fue una de las iniciativas que tomé.
Sorteaste el único astado bueno de la tarde, pero en gran parte fue gracias a ti porque lo cuidaste desde el inicio.
Vi que los dos primeros animales del festejo se pararon después del tercio de varas, e intuí que a la novillada no había que darle en el caballo. Por eso intenté hacerlo todo a favor del novillo, que hizo amagos de irse al principio pero al que conseguí sujetar y que me durase, y acabó sacando movilidad y buen fondo. Al final la faena tuvo mucha emoción para el público.
Emocionaste y pusiste a todos de acuerdo, pero fallaste con el estoque y el premio gordo se quedó en una sola oreja.
Me dio mucha rabia y mucha pena pincharlo, porque fue uno de los toros con los que más a gusto me he sentido y con el que más he podido demostrar la dimensión que busco.
La tarjeta de presentación fue inmejorable, un quite por chuicuelinas al ejemplar anterior con la máxima quietud, elegancia, temple, lentitud, ajuste y hasta desparpajo en la resolución. ¿Lo llevabas previsto?
Tenía muchas cosas en la cabeza, pero al final no puedes llevar nada premeditado, sino que hay que dejarse llevar por la condición del animal. Vi que era obediente a los enganches y que se salía un poco sueltecito, por eso decidí hacerle ese quite que había entrenado mucho con las manos muy bajas. Al final se me vino el novillo y tuve que rematarlo para afuera, y por fortuna salió todo con torería.
La faena tuvo ritmo, limpieza, profundidad y ligazón, con pasajes de gran expresión al natural. ¿Es una de las mejores de tu temporada?
Gracias a Dios este año he podido torear varias veces de forma cercana a como voy buscando, pero yo diría que, de todas, la faena de Valencia es una de las que más se aproxima.
Quedan menos de dos meses para tu alternativa en Albacete, de manos de Manzanares, con Roca Rey de testigo y toros de Jandilla. ¿Te quita el sueño o todavía queda muy lejos?
Me quita el sueño desde el día que supe que iba a tomar la alternativa con ese cartel. Yo diría que es un sueño que me quita el sueño.
Dentro de la misma feria también te anuncias unos días antes con una novillada de Montealto.
Para mí es una apuesta muy bonita. Quiero agradecérselo a la empresa, porque me hace mucha ilusión torear dos tardes en Albacete, una plaza muy especial donde he dado mis primeros pasos y a cuya Escuela pertenecí. He entrenado tanto y he soñado tantas faenas allí, que poder despedirme de novillero y también debutar como matador en ese recinto es un privilegio. Seguro que esa feria va a quedar marcada en mi memoria para siempre.
Antes, el 9 de agosto torearás en solitario en Ayora, tu casa.
Me hace muy feliz. Es un agradecimiento a toda la gente de mi pueblo por el apoyo tan grande que recibo suyo en cada sitio donde toreo. Son personas que conozco desde que era pequeño, y ahora poder torear por y para ellos me parece algo muy bonito. Creo que, además, va a ser una oportunidad muy grande para mí, porque van a ser cuatro novillos, cuatro oportunidades de expresarme como torero.
¿Ha cambiado tu mentalidad de antes de dar inicio la temporada a ahora? No sé si sentías incertidumbre, dudas… o ilusión, convencimiento… y ahora tienes más temores o más seguridad.
Cuando comenzó el invierno me fui a vivir a Salamanca y lo cambié todo, el lugar y la manera de entrenar. Surgieron dudas porque no sabía si estaba haciendo lo mejor. En Valdemorillo, la primera novillada del año, me llevé una alegría muy grande porque vi que estaba en el camino correcto. A partir de ahí he buscado crecer como torero y evolucionar diariamente. Sigo en Salamanca con la misma ilusión de mejorar como torero. Así que creo que mi mentalidad se ha fortalecido en todo lo positivo.