"Me siento cómodo entregándome en Madrid"
Adrián de Torres regresa el próximo jueves a Madrid. Lo hará tras firmar el pasado año dos tardes de torero grandeAdrián de Torres regresa el próximo jueves a Madrid. Lo hará tras firmar el pasado año dos tardes de torero grande, con las que se ganó el reconocimiento y el respeto del aficionado de la capital. Pese a ello, y tras sentir las puntas de uno de Cuadri -al que le arrancó una oreja- en su taleguilla una y otra vez, y tragar y jugársela dentro de feria, por la vía de la sustitución, dónde dio una vuelta al ruedo de mucho peso, se quedó fuera del pasado San Isidro. El linarense se volverá a vestir de torero en Las Ventas para dignificar la profesión, sin engaños, como acostumbra, con ganas de reivindicarse y mostrar las exquisitas cualidades que posee, además de la verdad y de la pureza, que le identifican.
¿En qué momento le llega este cita en Madrid? ¿Cómo se encuentra?
Me encuentro en un momento de frescura e ilusión, muy convencido de mi toreo.
¿Cómo vive un torero en su situación los días previos a una cita de tal importancia? ¿Llega la presión a apoderarse de la ilusión?
Los vivo con la intensidad puesta en los entrenamientos. Me apoyo mucho en ellos para encontrar mi equilibrio mental. La presión siempre quiere ganarle a la ilusión, pero al final la ilusión gana.
Oreja y vuelta al ruedo en sus dos comparecencias anteriores en Las Ventas, de la mano de la pureza y de la verdad. ¿Cómo recuerda aquellas tardes?
Para mí fueron tardes importantes, fueron dos tardes de dar la cara. Fueron gratificantes a pesar de no poder expresar mi toreo en ninguna de las dos.
Torero macho, de quietud, de entrega. Torero de Madrid. ¿Entusiasma el regresar a una plaza con la que conectó, que reconoció dos actuaciones muy dignas?
Sí, entusiasma. Madrid es una de las plaza en el que me siento cómodo entregándome.
En San Isidro, pese a merecer estar acartelado, nos privaron de verle. ¿Ambiciona la decisión que tomó en su día la empresa a triunfar el próximo jueves?
Madrid ambiciona siempre que se va, sea la circunstancia que sean.
¿Verá Madrid a un torero más maduro, sí cabe, que en las dos últimas actuaciones anteriores?
Confío en que sí. Ha sido un inverno de intensificar mucho en mi toreo.
Madrid es el escenario perfecto para reivindicarse en cualquier situación, pero más aún cuándo le dejan fuera de Linares, de su feria. ¿Le obsesiona el hacer ver que no se está siendo justo con usted, ni siquiera en su plaza?
Te digo que los tiempos de Dios son perfectos y cada cosa va llegando en su momento. Todo llega como tiene que llegar.
¿Y después qué? ¿Qué hay detrás de Madrid?
Por ahora, Madrid. Lo demás irá fluyendo.