“Daimiel es una plaza en la que, desde que debuté, he sentido el cariño de su afición”
El jienense tras su triunfo en Linares afronta un nuevo reto en la ciudad manchegaEs más que sabido que el torero linarense Curro Díaz atraviesa su máximo momento de madurez y eso se refleja en su toreo, inevitablemente. Ayer se echó la tarde de Linares a hombros, nunca mejor dicho, y así terminó saliendo del Coso de Santa Margarita en una inesperada encerrona con seis toros.
Comienza el mes de septiembre cargado de compromisos y el primero de este mes lo tiene este domingo en Daimiel. Estoqueará toros de Adolfo Martín, ganadería de la que es gran conocedor y compartirá cartel con Manuel Escribano y Carlos Aranda. El pasado año fue el triunfador de la feria con los toros de Victorino Martín y este año, como no podía ser de otra forma, repite en el coso daimieleño. “Volver a esta plaza después del triunfo con los Victorinos y hacerlo con otra ganadería muy familiar para mí, supone un reto. En todas las temporadas hay que lidiar corridas de muchos encastes y hay plazas en las que hay que hacer un esfuerzo. Daimiel es una plaza en la que, desde que debuté, he sentido el cariño de su afición”, sostiene Curro.
Curro Díaz siempre ha sido considerado como un torero de arte, pero también de valor, porque nunca ha renunciado a torear cualquier ganadería. De hecho, el encaste Albaserrada es de los que más ha toreado a lo largo de su carrera. “El encaste Albaserrada es un encaste complicado, pero también tiene la cara opuesta que cuando embiste un toro despacio, puedes torear a placer y sentir esas embestidas en la yema de los dedos”, explica el torero linarense, quien se ha hecho un experto en este tipo de ganaderías.
A pesar de estar siendo una gran temporada para Curro Díaz, también ha vivido la cruz de esta profesión y es que el pasado mes de junio, sufrió un percance en la plaza de toros de Burgos, siendo aquella tarde una de las más importantes de su carrera. “Burgos fue un día importantísimo para mí. Primero por la tarde que tuve y segundo por la cornada, eso al final es parte de este espectáculo y puede suceder. Los toreros vamos a una plaza sin saber lo que nos puede pasar, pero bueno, considero que esa tarde fue un día muy importante y gracias a Dios, he tenido una pronta recuperación. A Daimiel llegaré al 100% de mis facultades”, asegura el torero de Linares.
Dicen que los toreros están hechos de otra pasta y probablemente sea cierto, pues no hay más que ver a Curro. Después de su gran triunfo en Linares, Daimiel lo espera con muchas ganas, las mismas que tiene el torero de hacer el paseíllo el domingo. “Tanto mis compañeros de cartel como yo vamos con muchísima ilusión, responsabilidad y con ganas de dar una gran tarde de toros en Daimiel, por lo que nadie debería perderse este festejo”, concluye Curro Díaz con el convencimiento de que así será.