"Que Morante vuelva a torear sería mi mayor regalo de reyes"

"Que Morante vuelva a torear sería mi mejor regalo de Reyes, aunque me llegue en marzo en Olivenza. Le deseo con todas mis fuerzas que se recupere lo antes posible ", así de ilusionado y rotundo se muestra el novillero jiennense Alfonso Morales, alumno de la Escuela Cultural-Taurina de Jaén, en estas fechas de Navidad tan entrañables para todos.

¿Por qué tu gran admiración por Morante de la Puebla?

Admiro a muchísimos matadores actuales y del pasado, pero 'Su Moranteza' es algo especial para mí. Su toreo reúne todas las cualidades que hacen de nuestro arte el más bonito del mundo, como el valor, la verdad, la pureza, el gusto, la elegancia, la naturalidad o la espontaneidad. Puede que no sea perfecto, pero para mí sí lo es, tanto con el capote como con la muleta.

¿Qué motivos te han hecho llegar a esa conclusión? 

Ya me gustaba mucho verlo cuando de pequeño me llevaban mis padres a los toros, pero tras entrar en la Escuela Taurina de Jaén, y aprender por ello muchas cosas de la Tauromaquia, mi admiración es muchísimo mayor, porque tengo ya más criterio para confirmar que Morante de la Puebla torea como se debe y para mí es el mejor ejemplo a seguir para los que pretendemos ser toreros.

¿Cuáles son tus sensaciones al verle en el ruedo?

Es difícil explicarlo. Lo primero que me fijo es lo bien que coge los trastos, tanto la muleta como el capote, cómo se sitúa en el sitio correcto ante los toros o la hondura y temple de sus lances, siempre muy cerca, cargando la suerte y cruzado ante los pitones de los animales. Vamos, que una de sus lentísimas verónicas, de sus medias metiendo la cadera o de sus profundos naturales no los cambio por nada en el mundo. No he tenido la suerte de verle banderillear, pero me han dicho buenos aficionados que de novillero las ponía de poder a poder, con el máximo riesgo y la mayor maestría.

Entonces, ¿tu objetivo como novillero es torear como él? 

Es para mí el mejor 'espejo' donde mirarme, pero también intento aprender cualidades de otros grandes diestros que están en activo ahora o de los de antes que he visto en vídeos. Morante de la Puebla es inigualable. Es una imperdonable osadía por mi parte decir que algún día llegaré a torear como él, pero sí será siempre mi mayor referencia al entrenar cada día y luchar por alcanzar mis objetivos en esta maravillosa vocación.

¿Qué piensas que puede suponer Morante en la Tauromaquia?

Tengo claro que José Antonio es un matador de época, porque marcará para siempre la actual en la historia del toreo. Y lo mejor para mí es que tengo la suerte inigualable de poder disfrutar viéndole en el ruedo, además que espero y deseo poder seguir haciéndolo durante muchas temporadas más, porque ojalá que no se retire nunca. No creo que sea ni lógico ni justo compararle con otros toreros eternos, como Manolete, Belmonte o Joselito, por ejemplo, porque cada de ellos fue y vivió en momentos y circunstancias muy diferentes.

Por último, ¿te temblarán mucho las piernas cuando sepas que el diestro de la Puebla del Río está en las gradas en uno de tus festejos?

No puedo negar que me pondré más nervioso de lo habitual cuando en el callejón me digan que él está en las gradas, pero estoy seguro que luego delante del novillo será una mayor motivación para mí. Lo que está claro es a quién brindaré mi faena. Y si, además, corto las orejas y el rabo, ni me imagino siquiera la inmensa alegría, euforia o locura que sentiré.  

Este inquebrantable seguidor de Morante de la Puebla, con sólo 17 años de edad, continúa durante estos días de vacaciones escolares con su preparación en la Escuela Cultural-Taurina de Jaén de cara a la próxima temporada, mientras sueña dormido y también despierto que alguna vez, al asomarse al ruedo desde un patio de cuadrillas, huela a puro, para seguir el reguero de este humo hasta encontrar a 'Su Moranteza', como a él gusta llamar al diestro de La Puebla del Río.

Ojalá que así sea, porque lo bello de la vida es la ilusión, y la del novillero jiennense Alfonso Morales es inmensa. Seguro que los Reyes Magos no le traerán carbón, sino que le harán realidad su esperanzadora petición, compartida por todos los aficionados taurinos.