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José Carlos Venegas: “Hay que aprovechar este momento, subirse al tren e intentar resurgir”

El diestro de Beas de Segura afronta una nueva etapa en su carrera con la incorporación de Lidia Rodríguez Bermejo a su equipo de apoderamiento, junto a Juan Carlos Campillo.
miércoles, 8 de octubre de 2025 · 07:25

El torero jienense afronta una nueva etapa con aires renovados, la mirada puesta en Madrid y Francia, y la firme decisión de volver a abrirse paso en el circuito que lo vio triunfar. En un tiempo en el que el toreo camina entre luces y sombras, José Carlos Venegas representa la autenticidad del camino difícil. Años de lucha, tardes de verdad, y una historia escrita sin atajos. Ahora, con una nueva apoderada y las ideas claras, quiere volver a alzar la voz en los ruedos.

José Carlos Venegas afronta una nueva etapa en su carrera con la incorporación de Lidia Rodríguez Bermejo a su equipo de apoderamiento, junto a Juan Carlos Campillo. Con la ilusión intacta y la mirada puesta en el futuro, el torero jienense conversa con nosotros sobre sus sensaciones, su trayectoria y sus planes para la próxima temporada. La noticia no es menor: se abre una nueva etapa, un soplo de aire fresco que el torero recibe con ilusión y gratitud.

 “La verdad que lo de Lidia es como ese aire nuevo que se necesita. No es fácil que alguien quiera venir a ayudarte de verdad, con esa entrega. Hay que aprovechar este momento, subirse al tren y no desaprovechar la oportunidad. Es tiempo de intentar resurgir”, afirma Venegas.

En un mundo tan exigente como el de la tauromaquia, donde la gloria y el olvido se rozan cada tarde, hay nombres que no necesitan escaparates para dejar huella. Uno de ellos es José Carlos Venegas, torero jienense que, desde hace años, viene escribiendo su historia con sangre, arte y verdad.

Venegas no es un aspirante más. A pesar de su juventud y ese aire de artista apasionado que arrastra, hace tiempo que dejó de ser promesa para convertirse en realidad. Su carrera ha sido un camino áspero, sin atajos, marcado por una autenticidad que lo ha llevado a ganarse el respeto del aficionado más exigente. Y ahora, cuando muchos podrían pensar que el tiempo pesa, Venegas quiere volver a alzar la voz en el ruedo con fuerza renovada.

Y razón no le falta. Aunque su nombre ha brillado en plazas de prestigio, la lucha ha sido constante. Madrid ya lo sabe: allí dejó huella en tardes como la de su confirmación, o aquella inolvidable actuación ante los temidos toros de Saltillo, que muy pocos se atreven a mirar de frente. Fue una faena que marcó un antes y un después, no solo para el público, sino también para su propia historia.

 “He demostrado muchas veces que puedo con lo duro, con lo complicado. Lo que me gustaría ahora es que llegue ese toro que permita expresar mi tauromaquia. Que puedan ver cómo toreo cuando realmente embiste”, explica el diestro.

José Carlos Venegas ha construido su sitio en el circuito más exigente del toreo, ese que algunos llaman “el de las duras”. Esas corridas con toros de encastes legendarios, difíciles, serios. Ahí ha brillado con luz propia: Torrestrella en Jaén, Victorino en Villanueva del Arzobispo, Guadalmena en solitario, Dolores Aguirre o ‘Cuadris’ en Madrid. Cada tarde no solo ha sido una actuación, sino una gesta. Una prueba de valor, entrega y autenticidad.

 “Agradezco todo lo que se ha hecho, pero muchas veces uno siente que no ha sido del todo recompensado por el esfuerzo. Son muchos años, y aunque sean pocos en número, han sido muy duros. Por eso insisto: todavía se puede, todavía hay que luchar”.

La temporada que ahora termina ha sido particularmente difícil. Un año en blanco. Ni un paseíllo. Algo inédito en su carrera.

 “Este ha sido el primer año que no he toreado nada. Nos hicieron algunas propuestas, pero muy indecentes. De esas que parece que te faltan el respeto. Y yo prefiero quedarme en el banquillo antes que vestirme de luces para algo que no dignifica esta profesión. Ese tiempo también sirve para reflexionar, para prepararse y volver con más fuerza”, sostiene con la serenidad de quien ha aprendido a esperar su momento.

Su planteamiento para la próxima campaña es claro: abrir el abanico, moverse, regresar a plazas clave como Madrid y apostar por Francia, donde el toro íntegro y el toreo puro siguen teniendo su sitio.

 “Francia es un país muy agradecido. Estamos trabajando ya para abrir ese mercado, sembrar en plazas donde se valore el esfuerzo y poder repetir. Volver a Madrid también es uno de los grandes objetivos. Hay que seguir peleando, porque tengo mucho que decir aún”.

Y no, no ha terminado. Porque hay toreros que no necesitan artificios ni titulares fáciles para seguir vivos en la memoria del aficionado. Toreros que no viven de jácara, sino del corazón. Que honran la profesión cada tarde, sin importar el tamaño del cartel ni la plaza. Toreros como José Carlos Venegas, que no solo torean… sino que cuentan su historia con la verdad desnuda del toreo más puro.