JUAN PEDRO DOMECQ
“Llevaba mucho tiempo soñando con una corrida como la de ayer en Sevilla”
El corresponsal de Burladero en Andalucía, Emilio Trigo, entrevistó al ganadero Juan Pedro Domecq tras la extraordinaria corrida de toros que lidió en el día de ayer en la Real Maestranza de SevillaClase, calidad, humillación, entrega, bravura. Todas esas cualidades, y algunas más, tuvo la corrida que, con el hierro mítico de Veragua, propiedad de D. Juan Pedro Domecq Morenés saltó ayer a la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Analizamos con el ganadero el juego de los astados, que atesoraron en gran medida bastantes de las virtudes que busca y desea para los animales de esta casa el criador sevillano, que continúa de manera brillante, a base de trabajo y esfuerzo diario, el camino que inició su padre hace ya varias décadas, como un auténtico visionario y adelantado a su tiempo, vislumbrando el toro del futuro.
Juan Pedro Domecq lidió ayer una gran corrida de toros en Sevilla, uno de sus sueños como también lo era de su padre, que seguramente vio el festejo en esa Maestranza celestial. Enhorabuena D. Juan Pedro.
"Sin duda. Ayer se lidió una corrida completa en Sevilla. Llevaba mucho tiempo soñando que saliera un encierro así en la Real Maestranza, con todos los matices que tiene que tener el toro bravo y la grandeza del estilo de embestida de esta ganadería. Pienso que mi padre fue el promotor de ello, que por mi parte creo que he sabido continuar, adaptándolo a los tiempos y a la exigencia de hoy en día. Ayer fue un día especial, después de muchas horas de trabajo y de días difíciles".
Este invierno pudimos compartir una jornada, una clase magistral en la Real Maestranza, en la que usted expresó ese deseo, ese anhelo, de que le embistiera una corrida de toros así en Sevilla, como ocurrió en el día de ayer. Imagino que la satisfacción es enorme.
"Sí. Los toros que más me han gustado son toros de líneas que ahora mismo están en las vacas, por lo que es un trabajo de futuro, muy ilusionante. Le debía una corrida así a Sevilla, y los animales se la han dado, a toda la afición, a toda la gente que me quiere, y que me apoya. Tenemos que seguir trabajando porque esto es así, hay que ilusionarse de momentos como éste pero continuar con el trabajo diario".
"Es muy difícil lidiar corridas completas en plazas de la exigencia de Sevilla, porque no siempre embisten de esa forma. Salieron cuatro toros seguidos con bastantes cosas positivas, con muchas virtudes, con lo que busco. La gente lo disfrutó, que sin duda te quiere y te respeta cuando se hace un buen trabajo".
Otro aspecto a tener en cuenta fue la presentación de los toros, absolutamente impecable. Una corrida con el toro sevillano de toda la vida, con unas hechuras magníficas.
"Por supuesto. Considero que Sevilla tiene una personalidad especial, como Emilio, mi mayoral, lo trabajamos durante todo el año para intentar tener una corrida como ésta. No siempre sale así, pero ayer sí que fue un encierro de armonía, de belleza, de finura en todas sus formas. Eso ayuda a que embistan más".
Además lo animales tuvieron muchísima clase, al margen de otras cualidades como la bravura, la obediencia, la duración…
"Es parte de lo que busco, de lo que ha hecho grandiosa a esta ganadería, que permite a los grandes toreros crear grandes obras de arte. Ése era el objetivo de mi padre, que no siempre sale, pero creo que ayer sí que hubo ejemplares que permitieron a los diestros expresar su concepto, algo especial".
La gente salió ayer de la Real Maestranza siendo todavía más partidaria de Juan Pedro Domecq.
"Eso es lo que busco, quiero y lo que me alegra, que la afición crea en el trabajo que vengo realizando".
Muchas felicidades y enhorabuena.