VALENCIA

De decepción y azabache

Infumable encierro en el que tan sólo Varea ha dado una vuelta al ruedo en el sexto castigado con banderillas negras; Pepe Moral silenciado en su lote y Rafaelillo herido durante la lidia del cuarto.
viernes, 27 de julio de 2018 · 18:32

Infumable. Prácticamente inaguantable. La bravura pura quimera. Todas las posibles defensas de la variedad de encastes por los suelos. Así no puede ser. Conociendo al ganadero estará que la tierra se lo tragará. Su inconmensurable esfuerzo en balde. La expectación que siempre despiertan los de Cuadri convertida en desilusión. Los curiosos se marchaban de la plaza y los aficionados se lamentaban. Habrá que suponer y esperar que sea algo pasajero, porque las astas azabache de los toros que pastan en Trigueros en esta ocasión sólo trajeron decepción. Sí, será algo puntual, seguro.

Era el segundo festejo de la maltrecha Feria de Julio valenciana, la más antigua de cuantas existen y antaño la más importante. Hoy necesita compromiso y mimos, bravura y éxitos. Se comprometieron los toreros pero no pudo haber éxito. Hubo toros con presencia pero sin fondo. Continente sin contenido. Y es que el toro es la base de la Fiesta, el toro bravo. Lo de esta tarde tiene que ser algo pasajero, por el bien de Cuadri y de la Feria de Julio.

Dos largas cambiadas de rodillas en el tercio le recetó Rafaelillo al segundo de su lote y en ambas le avisó el toro de que por el pitón derecho se quedaba extremadamente corto. Así que el murciano inició su faena directamente con la zurda para ir robándole estimables naturales, siempre muy cruzado y exponiendo mucho. Pero en un momento de confianza el astado le lanzó un seco derrote del que salió prendido por el gemelo derecho. El murciano fue conducido a la enfermería mientras Pepe Moral estoqueaba al astado.

No había tenido un pase el Cuadri que abrió festejo, que desde el primer muletazo buscó el cuerpo del torero y que, además, tomó el camino de chiqueros de inmediato.

Poco más de una tanda duró el segundo de la tarde, que pareció acusar un tercio de varas abusivo y defectuoso. Pepe Moral le extrajo un manojo de derechazos en los que el toro respondió embistiendo con clase, siempre entregado por abajo. Un suspiro. Una lástima. Y un fastidio que el quinto se negara a embestir, porque contra eso no hay remedio.

Se devolvió el que salió en tercer lugar tras partirse un cuerno al derrotar en el peto del picador. Corrió turno Varea para vérselas con un animal aplomado que apenas pasaba y que hizo imposible la ligazón.

Curiosamente la única opción de triunfo de la tarde la tuvo el castellonense con el manso que cerraba festejo, condenado a banderillas negras y que tuvo un puñado de arrancadas violentas que Varea aguantó estoicamente, siempre muy cruzado para darle los muletazos de uno en uno con mucha conexión con los tendidos. Pero la labor no acabó de levantar vuelo porque el de Cuadri no tuvo continuidad y se lo pensó mucho antes de seguir embistiendo.

 

 

Ficha del festejo:

27 de julio, 2ª de la Feria de Julio. Valencia, más media plaza. Toros de Cuadri, el 6º lidiado como sobrero tras devolverse el 3º y correrse turno. Bien presentados. 1º manso, 2º con clase pero sin duración, 3º y 5º desrazados, 4º complicado, 6º condenado a banderillas negras.

Rafaelillo: silencio y silencio tras resultar herido.

Pepe Moral: silencio y silencio tras aviso.

Varea: silencio y vuelta al ruedo.

Cuadrillas: Se desmonteraron Vicente Fernández y Manuel Pérez tras banderillear al 2º, y José Mora en el 4º.

Incidencias: Las primeras informaciones indican que Rafaelillo tiene una cornada de 20 cm en el gemelo derecho.

 

FOTOGALERIA 

SECUENCIA de la cogida de Rafaelillo

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Indiferencia

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