MÁLAGA

Ferrera y Perera se entregan, Fuente Ymbro se rinde

Antonio Ferrera y Miguel Ángel Perera  se imponen a una desrazada corrida Ricardo Gallardo dentro de un concepto de corrida Picassiana que sigue sin encontrar un rumbo definido. Castella cortó un oreja por su buena estocada al quinto. 
martes, 14 de agosto de 2018 · 21:20

Antonio Ferrera y Miguel Ángel Perera  se imponen a una desrazada corrida Ricardo Gallardo dentro de un concepto de corrida Picassiana que sigue sin encontrar un rumbo definido. Castella cortó un oreja por su buena estocada al quinto. 

Continúa existiendo el eterno debate de la ya tradicional corrida “picassiana” de cada feria de agosto. Unos de goyescos, otros basados en algo que en su día pintase el artista malagueño, una plaza decorada de manera más escueta que otros años... en fin, un concepto que no termina de calar. Habría que retorna la mente al mes de octubre de 2003, año en el que se inauguró el museo que Picasso tiene en Málaga, para encontrar alguna similitud picassiana dentro de un espectáculo taurino. 

Ferrera puso todo de su parte para que las cosas rodaran. Recibió con temple y gusto a sus dos oponentes, replicando por quites cuando la noche cobijaba los casi dos tercios de plaza cubiertos. El primero fue un toro de preciosas hechuras que embestía sin entrega y acabó rajándose en los últimos compases. Faena de menos a más en la que el torero puso la raza que le faltó al toro, realizando lo más destacado por el pitón derecho. Por el izquierdo se le metía y apenas pudo lucirse. Mató de un pinchazo y estocada. El presidente no atendió una petición minoritaria y tuvo con conformarse con una vuelta al ruedo. El cuarto no se entregó en ningún momento. Huyendo de un desigual tercio de varas, protestado por su flaqueza de fuerzas, su mansedumbre y sus continúas escarbadas. Un Ferrera muy maduro se fajó con él a base de provocarlo con toques fuertes, intentó sacarle partido en cada tanda a pesar de las complicaciones que le puso el burel. Pero fue imposible. Actitud irreprochable del torero al que familiarmente le unen muchos con la ciudad de Málaga. Pasaportó de una estocada y descabello. Escuchó una atronadora ovación. 

El segundo de la tarde marcaba la querencia desde el capote. Castella inició el trasteo de muleta sentado en el estribo, imagen poco común en estos tiempos que corren. La sosería del animal y una alarmante falta de casta condicionaron una faena pasada de muletazos que no captó el interés de los tendidos. Algo similar sucedió en el quinto. Castella se fue a los medios para recibirlo con una serie de pases cambiados por las espalda que el público agradeció siendo lo más vibrante de una faena que se fue diluyendo a medida que avanzaba, al igual que el toro. Cierta entrega del francés que mató de una certera estocada que le valió una oreja tras aviso mínimamente protestada. 

Perera se encuentra en su momento, un momento de exigencia consigo mismo y seriedad. El propio torero y su cuadrilla. Tres hombres de plata que valen oro: Curro Javier, Javier Ambel y Guillermo Barbero. Todos se desmonteraron. El extremeño exprimió a su lote hasta el final. El primero fue un oponente que a pesar de que acudía con entrega y cierta alegría a la muleta, carecía de fuerza. El torero no se lo pensó y comenzó a torear con la diestra en el centro del ruedo consiguiendo momentos de gran brillantez a base de quietud y poder con las zapatillas clavadas en el albero. El toro se sintió podido y amagó con rajarse en los últimos compases de la faena. Un extraño del toro provocó que la espada cayese muy baja y perdió las opciones de premio. El que debió obtener del sexto de no ser por pinchar una faena de más poder a un animal que mostró durabilidad aunque con su punto de mansedumbre, al igual que sus hermanos. Le bajó la mano, lo obligó hasta el final llevándolo metido entre sus manos en gran parte de la faena. Trabajo y esfuerzo de un torero en un gran momento. El público pidió la oreja pero el presidente no atendió una petición aparentemente mayoritaria debido al previo fallo con la espada. 

Ficha del festejo:

Plaza de toros de “La Malagueta”. Tercera de abono. Corrida de toros Picassiana. Se lidiaron seis toros de Fuente Ymbro, bien presentados. Justos de fuerzas y mansos en líneas generales. A excepción de la buena condición del 3º, 5º y 6º, los dos últimos venidos a menos. 

Antonio Ferrera (grana y pasamanería en azabache), vuelta tras petición y ovación con saludos. 

Sebastian Castella (verde botella y oro) silencio tras aviso y oreja tras aviso. 

Miguel Ángel Perera (blanco con pasamanería en azabache) palmas y gran ovación tras petición.

 

Casi dos tercios de plaza. La plaza fue engalanada para la ocasión por Loren Pallatier. Buena brega de Javier Valdeoro al primero. José Chacón y Vicente Herrera saludaron tras parear al 2º. Curro Javier destacó en la extraordinaria brega al 3º, y Javier Ambel y Guillermo Barbero se desmonteraron tras parearlo. Antonio Ferrera brindó la muerte del 3º a Juan Serrano “Finito de Córdoba”. 

 

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