Media plaza para ver este interesante cartel con toros de la Palmosilla. El Fandi cortó una oreja a cada uno de sus toros y estuvo a un gran nivel en sus dos tercios de banderillas. Castella tuvo el peor lote y dejó destellos de calidad y voluntad. Perera estuvo arrollador en su primero, al que le cortó las dos orejas, mientras que por el contrario no tuvo suerte en su segundo. 

Comenzó el Fandi el recibo con las rodillas en el suelo, para luego ponerse de pie y llevar muy despacio al toro a los medios, sin quitarle el capote de la cara. Sacó al toro del caballo y cuajó un buen quite de chicuelinas. En el tercio de banderillas, una vez más, el diestro estuvo a un alto nivel, especialmente, en el par a violín, que tuvo gran calado en los tendidos. El toro era exigente y bravo. A medida que avanzó la faena, El Fandi supo ligar la embestida del toro y armar una muy correcta faena. Mató de estocada casi entera bien colocada y recurrió al descabello. Oreja.

Recibió El Fandi a su segundo con verónicas y chicuelinas. Después del puyazo, ejecutó un magnífico quite iniciado con lopecinas, continuado con chicuelinas y rematado con revolera. De nuevo, excelente tercio de banderillas, que fue una fiesta en los tendidos. Comenzó la faena de muleta con las rodillas en el albero, para luego ponerse de pie y seguir toreando con mucho gusto. Destacaron las tandas iniciales. El toro mostró virtudes, pero se fue apagando. Buena estocada en todo lo alto, pero el toro vendió cara su muerte. Sonó el primer aviso y cayó el toro. Oreja y puerta grande.

Castella recibió a su primero con verónicas, rematadas con una media. El toro huyó del caballo en cuanto pudo. El maestro no encontró la tecla ante un toro exigente, que en ocasiones mostró poco recorrido. Le costó a Castella ligar los pases y solo pudo dejar destellos ante un toro que no le permitió más. Algo más de media estocada bien colocada. Pitos en el arrastre y saludó ovación Castella.

Castella cuajó una notable actuación con el capote ante su segundo. El toro tiró en dos ocasiones al caballo, provocando momentos de especial peligro la segunda vez, al pasar por encima del picador, que se encotraba caído en el albero. Muleta en mano, lo citó de lejos y cuajó estatuarios con pies juntos y muy quieto. Castella puso voluntad y ganas, pero el toro protestaba, sobre todo por el pitón derecho. No obstante, el maestro supo aprovechar lo que su antagonista tenía. Le faltó a la faena ritmo, propiciado por la incierta embestida del toro. El animal se fue a tablas cuando el diestro cogió la espada, y allí tuvo que matar. Estocada entera algo caída. El maestro saludó ovación. Pitos en el arrastre.

Variado fue el recibo capotero de Perera ante su primero, con verónicas, media y revolera. Tras sacarlo del caballo, cuajó un gran quite por chicuelinas. Saludó Javier Ambel ovación tras colocar dos excelentes pares de banderillas. Comenzó fuerte Perera, citando a su antagonista desde lejos y pasándoselo por la espalda muy ajustado. Una buena tanda de derechazos y sonó la música. Otra tanda más de derechazos para continuar después con naturales. Desde el inicio, la faena tuvo conexión con los tendidos. El toro mostró virtudes como transmisión, humillación y repetición, pero ya en el ocaso de la faena se fue a querencia. Gran estocada. Dos orejas y aseguró la puerta grande.

A pesar de que la puerta grande estaba asegurada con su primero, Perera hizo gala de torería y oficio y cuajó un ajustado quite por gaoneras tras el tercio de varas. Brindó a Joaquín Sánchez, futbolista del Real Betis. La faena no tuvo ritmo por la falta de clase en la embestida. Antes de tomar la espada, el toro se fue a tablas y se echó en varias ocasiones. Aplausos por el maestro.

Ficha del festejo:

El Fandi, oreja y oreja

Sebastián Castella, saluda ovación y ovación con pitos en el arrastre

Miguel Ángel Perera, dos orejas y ovación

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