Ponce y Roca Rey, puerta grande

Envidiable el aspecto que presentaba en la tarde de hoy el coso albaceteño. En tarde calurosa, con un lleno absoluto en los tendidos, se lidió un encierro de Daniel Ruiz, desigual de hechuras, noble y manejable en general a excepción de los dos primeros, más parados y sin clase.

Poco pudo hacer Ponce en su primero, un animal sin clase que pedía a voces rapidez en coger el estoque y justo eso fue lo que hizo el valenciano para agrado del respetable. El cuarto bis, del mismo hierro titular, fue un animal noble pero falto de transmisión en los primeros compases de muleta. Evidenciando esto Ponce, sacó a relucir la teoría del poso. Brindó la muerte del astado a Mariano de la Viña. Dejándosela siempre puesta, tiempos que daban aire al burel. De postre, desplante de rodillas en la misma cara del animal e incluso naturales. Todo lo puso el de tabaco y oro, incluso una estocada certera que le valió un merecido doble trofeo.

El Juli tampoco pudo sino abreviar en su primero, pero se quitó el de Velilla con garra la espina en el Quinto de orden de lidia. Empacado consiguió El Juli tres tandas por el derecho. Erró sin embargo con el acero, emborronando en parte su actuación, dejando todo en una oreja.

El Peruano Roca Rey demostró en la ciudad de la cuchilleria que sigue puliendo su diamante interior. Boca abajo puso la plaza en su primero, quebró la cintura por sendos pitones, remató su actuación con manoletinas ajustadísimas y un estoconazo. Dos orejas para él esportón que pudieron ser tres de sumar la malograda con la espada en el sexto. De nuevo demostró Roca Rey el poder de su estaquillador en terrenos que muy pocos pisan.

Plaza de toros de Albacete. Sexta de abono de feria. Toros de Daniel Ruiz para Enrique Ponce, El Juli y Roca Rey. Lleno.

Ficha del festejo:

Enrique Ponce, palmas y dos orejas

El Juli, división de opiniones y oreja

Roca Rey, dos orejas y ovación tras petición