Regresaba el hierro de Miura a la capital de la cuchillería después de cerca de dos décadas de ausencia con tres matadores al frente hambrientos de contratos y paseíllos.

Octavio Chacón se dio de bruces con un lote imposible, dos calcos, sin demasiadas fuerzas y por el contrario muchísimas malas ideas. Su primero tiraba al pecho en cuanto veía la oportunidad y su segundo buscaba las zapatillas con la velocidad de un resorte. Fuerza física, vergüenza torera y tablas, fueron las únicas armas de Chacón.

Por su parte, el local Sergio Serrano evidenció su falta de oportunidades si bien es cierto que no pudo dejar más en el albero, destacable su esfuerzo al segundo de orden de lidia, recibiéndolo a porta gayola, sometiendo y tocando por el pitón derecho consiguiendo dos tandas de calado en el tendido. Se tiró a matar como un auténtico león el albaceteño resultando prendido sin consecuencias. Faena de entrega que le valió para tocar pelo y añadir una oreja al esportón. No pudo rematar la tarde ante su segundo el de caña y oro, dando en suerte con un animal de más a menos muy agarrado al piso.

Pepe Moral firmó lo más destacable de la tarde arrancando una oreja a cada uno de su lote. Ligó el sevillano naturales largos por el izquierdo a su primero al son de los acordes del pasodoble Gallito, rubricando con una entera pelín desprendida. El quinto fue un animal noble, que se vino abajo pronto, permitiendo dibujar a Pepe Moral buenos naturales por sendos pitones en tandas cortas. Destacable en el que cerró plaza los dos puyazos sobresalientes a cargo del varilarguero Paco Plazas.

Plaza de toros de Albacete. Primera de feria. Toros de Miura para Octavio Chacón, Pepe Moral y Sergio Serrano. Media plaza.

Ficha del festejo:

Octavio Chacón, saluda ovación y ovación

Pepe Moral, oreja y oreja

Sergio Serrano, oreja con ovación al toro en el arrastre y vuelta al ruedo tras petición

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