Una oreja entre la voluntad

Se presentó la divisa de Guadajira en Valencia con dos ejemplares de buena nota, el lidiado en tercer lugar y el quinto, que no acabó de verse porque fue masacrado en varas. El resto sacó nobleza pero ayudó poco al lucimiento de los integrantes de la terna de la primera novillada de la feria de Fallas. Ninguno consiguió abrir la puerta grande, pero los tres apuntaron detalles para la ilusión.

Salió abanto el primer novillo del festejo, que en el último tercio embistió de forma descompuesta a la muleta de Juan Cervera. No decayó por ello el ánimo del valenciano, que insistió en tirar de él con firmeza hasta robarle un manojo de naturales estimables en los que puso de manifiesto su seguridad y buen gusto aún cuando el lucimiento era pura quimera. Luego se eternizó con los aceros.

Tampoco le ayudó lo más mínimo el que hizo cuarto, un ejemplar de generoso volumen pero de escaso contenido bravo que siempre señaló su querencia a chiqueros. Intentó sujetarlo Cervera dejándole la muleta puesta, pero poco pudo sacar en claro salvo volver a mostrar gran confianza y notorio empaque en sus formas. Con la espada echó un nuevo borrón.

No acabó de emplearse el segundo de la tarde. El de Guadajira embistió siempre a media altura y saliendo suelto tras cada muletazo, lo que obligó a Ángel Téllez a emplearse al máximo. El toledano se atornilló a la arena y le presentó la franela adelante para intentar traérselo lo más toreado posible, lo que consiguió por momentos en fases de indudable mérito y compromiso, como la parte final de su quehacer cuando se pasó al novillo pegado a su anatomía, como antes había hecho en un quite por saltilleras.

Acudió con presteza al picador el quinto, que recibió un duro castigo que luego acusó en el último tercio. Le faltó prontitud y recorrido al astado, lo que obligó a Téllez a provocar sus embestidas con decisión pero sin lograr que los muletazos surgiesen ligados. Mató con prontitud y el público acabó premiando su esfuerzo y compromiso.  

Tras banderillear con desigual acierto, Francisco de Manuel inició su labor de rodillas para proseguir, ya en pie, con un toreo más exigente impregnado de torería en el que siempre intentó llevar largo y por abajo a su buen antagonista. El madrileño firmó muletazos largos y acompasados sobre ambas manos, pero no estuvo fino con el estoque.

No tuvo clase el que cerraba festejo, que embistió protestando y frenándose. Lo intentó Francisco de Manuel en la corta distancia, pero sus buenas intenciones no fructificaron.

Ficha del festejo:

11 de marzo de 2019, Valencia. 2ª de abono de la feria de Fallas. Un cuarto de entrada. Novillos de Guadajira bien presentados y de juego desigual. Sobresalió el juego del 3º.

Juan Cervera: silencio tras dos avisos en ambos.

Ángel Téllez: vuelta al ruedo tras petición y oreja tras aviso.

Francisco de Manuel: palmas y silencio tras aviso.

Cuadrillas: Raúl Martí y Alberto Hernández “Botijo” se desmonteraron tras banderillear al cuarto, y Juan Carlos Rey y Fernando Sánchez en el último.

FOTOGALERÍA DEL FESTEJO

TORO A TORO

Salió abanto el primer novillo de Guadajira, que además embistió descompuesto a la muleta de Juan Cervera que perseveró con seguridad y buen gusto hasta robarle un manojo de estimables naturales. Silencio tras dos avisos.

Se tuvo que esforzar al máximo Téllez para sacudir la sosería de un animal que embistió sin emplearse en ningún momento. El de Toledo, muy firme y asentado, consiguió firmar varios pasajes ligados y de gran compromiso. Mató al segundo encuentro. Vuelta al ruedo tras petición.

Buen novillo de Guadajira que permitió el toreo exigente Francisco de Manuel, que siempre intentó llevarlo largo y por abajo. Torería del madrileño por ambos pitones, pero falló con el estoque. Palmas.

No dio facilidades el cuarto novillo, que siempre marcó su querencia chiqueros. Cervera intentó sujetarlo dejándole la muleta puesta, pero sólo consiguió volver a demostrar gran seguridad y notorio empaque. Con la espada echó un nuevo borrón. Silencio tras dos avisos.

Le pegaron duro al quinto en el caballo y el novillo lo acabó acusando en el último tercio. Tardeó y recortó su recorrido a pesar del ahínco de Téllez, que provocó sus embestidas con firmeza pero sin lograr ligar los muletazos. El público acabó premiando su esfuerzo. Oreja tras aviso.

El que cerraba festejo embistió frenándose y protestando, lo que imposibilitó que los intentos del novillero fructificasen. Silencio tras aviso para Francisco de Manuel.