EL PUERTO

Enrique Ponce regresa por la puerta grande

El diestro de Chiva indultó a su segundo de nombre "Fantasía"; Jose Mº Manzanares a hombros junto a Ponce tras cortar dos orejas; Morante afín a su personalidad
sábado, 10 de agosto de 2019 · 18:52

Ya al llegar a la Plaza Real, el ambiente de los aledaños hacían prever una gran tarde de toros. La afición tenía ganas, ganas de reencontrarse con el Maestro Enrique Ponce quien, tras la gravísima lesión sufrida el pasado 18 de Marzo en Fallas, hacía su reaparición esta tarde en este Coso de solera, marco Taurino por excelencia: El Puerto de Santamaría.

Tras el paseíllo y por megafonía, nos dedican unas palabras en las que, entre otras cosas, se exaltan los valores de la Tauromaquia, siendo ésta un “Valor Nacional”, palabras que arrancan la ovación del Coso (que roza el lleno)para a continuación hacerse un atronador silencio con toda la Plaza en pie, escuchando el himno nacional desde el mayor de los respetos. 

A continuación, la Plaza vuelve a romper en una gran ovación, en reconocimiento al Maestro de Chiva, hasta que sale a saludar.

ENRIQUE PONCE

Abre la tarde con una gran tanda de capotazos que mostraba su “hambre” de torear, sus ganas de que se produjera este regreso. En la muleta, se muestra magistral, tandas de naturales por los bajos... despacito y con un temple sobrenatural que al son de, otra obra de arte del gran Ennio Morricone cómo es la BSO de “La Misión” , crea una atmósfera mágica, bordando una faena qué, de haber rematado con una buena estocada, a buen seguro, le habrían otorgado los máximos trofeos, quedándose su trofeo en una gran ovación.

Con su segundo llegó la apoteosis, Ponce hace soñar el toreo en El Puerto, un toreo reposado y magistral envuelto en una burbuja de puro arte, todo eso al son del Concierto de Aranjuez, con un ejemplar de Juan Pedro Domecq que además, se presta a ello. De esos momentos taurinos qué hay que grabarse en la retina y el alma por si no vuelves a vivir uno igual... Por supuesto este sueño ha acabado, cómo no podía ser de otro modo, en indulto. Otro indulto que sumar a esa lista de, algo más de medio centenar, que lleva a Ponce a ser el matador en activo con mayor número de los mismos.

MORANTE DE LA PUEBLA

En su primero hemos disfrutado de Morante en estado puro, su peor y mejor versión en un mismo toro. Ese Morante capaz de desquiciar a la afición hasta abuchearle, por sus “trapazos” al capote y luego metérselos en el bolsillo por su gran hacer a la muleta. Los tendidos han pasado de pitarle a ovacionarle con minutos de diferencia, o mejor dicho, con unos muletazos de diferencia, cosas del “genio”... su fallo en los aceros deja al de la Puebla con una cerrada ovación cómo trofeo.

En su segundo la cosa ha sido muchísimo más agria, no se encontraba Morante en ninguno de los tercios, la afición totalmente enervada comienza a abuchearle hasta la saciedad y Morante “remata” abreviando y entrando a matar cuando apenas había dado sólo unos muletazos. La bronca y abucheos también han hecho historia, pero de la mala.

JOSÉ MARÍA MANZANARES

En su primero ha salido un Manzanares que ha realizado una faena redonda, ha sabido darle sus tiempos al morlaco, guiarlo y disfrutarlo, se ha mostrado muy por encima de su oponente en todo momento y no porque el animal fuese malo, al contrario, pero es que el diestro estaba soberbio y ha firmado su faena con un magistral estoconazo que se ha visto recompensado con una oreja.

En su segundo, de nuevo, un gran ejemplar de Juan Pedro que daba buen juego por ambos pitones y al que Manzanares ha sabido tratar y disfrutar, en la muleta ha toreado a placer bajo el son flamenco de la música a la que el público se unió con palmas por Bulerías, otro precioso momento de la tarde y gran faena de Manzanares que es premiada con una oreja y la Puerta Grande. 

 

Ficha del festejo:

Enrique Ponce, ovación e indulto

Morante de la Puebla, ovación y bronca

José Mª Manzanares, oreja y oreja

Fotos: Héctor Rey Prada

 

Galería de fotos

12
60%
Satisfacción
30%
Esperanza
10%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
0%
Indiferencia