MÁLAGA

Tediosa tarde de "bous"

El Cid puso la distinción dando una vuelta al ruedo en su despedida de Málaga
viernes, 16 de agosto de 2019 · 18:25

En Málaga suele decirse que en tardes como las de hoy siempre nos quedará la magnífica banda de música de Miraflores y Gibraljaire. Pues ni eso. Ni las ganas por agradar de un Cid, que se despidió dando una vuelta al ruedo tras tomar grandes precauciones ante el segundo de su lote, fue capaz de levantar el vuelo. 

Curro Díaz y Joaquín Galdós completaban el cartel de una tarde en la que el aburrimiento se apoderó de los tendidos de La Malagueta en la que la ausencia de casta fue el predominante de una corrida de Lagunajanda, con un remiendo de El Ventorrillo, en la que fueron necesarios reconocer hasta trece toros para aprobar seis reses desechos con más hechuras de “Bous al Carrer”, cercanos a los seis años, que de toro para la lidia y muerte a espadas sobre el albero de cualquier plaza de toros. 

La tercera tarde de feria tan solo reunió apenas un cuarto de plaza. Algo más que preocupante en una feria que va perdiendo su idiosincrasia temporada tras temporada. 

Curro Díaz anduvo voluntarioso durante toda la tarde. Rompía plaza un serio y cadencioso castaño que andaba a dos meses de cumplir los seis años. Curro Díaz puso voluntad en el saludo capotero, a pesar de que el toro echaba la cara arriba por el izquierdo. Lo mismo sucedió en el caballo montado por Juan Carlos García quien fue ovacionado dejando un buen primer puyazo. El de Linares anduvo muy inteligente ante la cara del toro. Sin dejar a un lado su corte artístico fue capaz de instrumentar algunos muletazos sueltos por el pitón derecho, el de mayor transmisión del toro, dentro de una faena que fue brindada a Fortes y en la que fue imposible torear con la zurda debido a la condición del toro. Dos pinchazos y estocada casi entera algo desprendida bastaron para dar muerte al animal. Saludó una ovación con saludos. Ante el cuarto, otro toro serio por delante, se gustó con el capote. El de Lagunajanda empujó en el caballo de mansedumbre más que de casta, poniendo en más de un aprieto al encargado de la brega, Óscar Castellanos. El peligro fue en aumento a medida que avanzaba la lidia, y a Curro Díaz no le quedó más remedio que tirar de valentía para conseguir reconducir las descompuestas embestidas de su oponente. Mató de un pinchazo hondo sin soltar y un bajonazo. Su labor quedó en un sepulcral silencio. 

Tardaba en salir el segundo de la tarde, a días de soplar las seis velas, el negro hecho cuesta arriba se lo pensaba en cada uno de los cites con su matador, a ello hubo que sumar la falta de fuerzas. “El Cid” mostró disposición con el capote, destacando dos excelentes medias como remate. Fue castigado en el caballo, mientras que durante la brega recibió infinidad de capotazos que no le vinieron nada bien. El de Salteras se fue a los medios desde los inicios donde a base de dejarle la muleta en la cara consiguió extraer varias tandas derechazos de gran calibre, rematadas por un par de pases de pecho de pitón a rabo. El toro, muy agotado en los últimos compases, mostró nobleza en sus embestidas pero le faltó el empuje de la casta. Por el izquierdo todo quedó en probaturas. Manuel Jesús tubo que poner todo de su parte para matar de dos pinchazos y una estocada muy perpendicular. Silencio. El último toro de “El Cid” en Málaga llevaba el hierro de El Ventorrillo. No destacó ni por presencia ni por juego. El torero no anduvo confiado con él, pasando algún que otro apuro a pesar de las precauciones que tomó a lo largo de los pasajes de muleta por ambas. A pesar de ello, y gracias a un buen número de partidarios, consiguió llegar al tendido en algunos momentos. La espada quedó mal colocada teniendo que hacer uso del descabello. Dio una vuelta al ruedo de despedida. 

El veleto y escurrido tercero salió con pies, pero acabó muy venido a menos. Le tocó en suerte a un Joaquín Galdós voluntarioso que dejó lucir al toro en todos los tercios, sobresaliendo la labor de Antonio Chacón en banderillas quien saludó por la emoción y el riesgo que puso en sus dos pares. El toro, con una palpable falta de fuerza, tuvo muy poca transmisión en la muleta del peruano que dejó constancia de sus ganas por agradar pero sin terminar de convencer al respetable. Dejó una estocada entera que hizo guardia, finiquitando de un certero golpe de descabello. Palmas de cortesía. Cerraba plaza un burraco de poca corpulencia de nombre “Pestiño”, el nombre iba a juego con la condición de la res. Faena inexistente de un Galdós que tan solo puedo intentarlo. Mató de media tendida y desprendida. La tarde acabó en silencio. 

 

Plaza de Toros de “ La Malagueta”. Tercera de abono. Corrida de toros. Más de un cuarto de entrada. Se lidian cinco toros de “Toros de Lagunajanda”, todos al borde de los seis años, serios por delante pero sin remate. Corrida muy pobre de juego por su ausencia de casta. El 4o desarrolló peligro. Y uno de El Ventorrillo (5o) terciado y noble aunque sin terminar de entregarse. 

Curro Díaz (grana y oro), ovación con saludos y silencio. 

Manuel Jesús “El Cid” (lila y oro) silencio y vuelta al ruedo. 

Joaquin Galdós (caña y oro) palmas y silencio. 

Manuel Jesús “El Cid” salió a recoger una ovación tras la finalización del paseíllo con motivo de su despedida de los ruedos a la conclusión de la temporada. Curro Díaz brindó la muerte de su primer toro a Saúl Jiménez Fortes. Se desmonteraron “Lipi” y Curro Robles tras parear al segundo, José Chacón tras colocar dos arriesgados pares al tercero y Rafael Limón tras hacer lo propio al quinto. 

 

Fotos: Hugo Cortés

 

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