Escribano y de Miranda dejan sobre el albero iliplense una tarde de torería

Como si de la Merced se tratara, la presidencia sacaba el pañuelo blanco con cinco minutos de retraso. Daba comienzo, pues, la tarde en el coso onubense de Niebla. El astado de Bohórquez salió muy despistado, sin acudir a la cuadrilla que Curro organizaba desde el burladero. Con el capote, poco pudo hacer el diestro más que probar al animal. Tras un breve puyazo del picador y su posterior tercio, Curro tomaba la muleta brindando al público. Ciertos destellos se pudo ver por el pitón derecho, arrancando los aplausos de los tendidos. Un animal justo de fuerzas que puso en varios aprietos al torero con feas embestidas que le llegaron a romper la taleguilla al torero. Con el estoque, Curro no estuvo acertado. Dos pinchazos hicieron que el diestro recogiera el silencio de los tendidos.

A por todas salió Manuel Escribano recibiendo al astado de rodillas. Pero, tras dos verónicas, el animal salió lesionado al ruedo yéndose al suelo tras presentar visibles problemas en las patas delanteras. Algo que hizo a la presidencia sacar de inmediato el pañuelo verde y devolver al animal a los corrales, pese a que el animal no era capaz de salir del ruedo. Hasta dos veces salieron los cabestros. Finalmente, fue Manuel Escribano quien tomó el estoque y, tras acudir al picador, el animal caía al Alberto tras una buena estocada del sevillano. Salía así el primer sobrero de la tarde. Volvía a recibir el diestro de rodillas, gesto que repitió hasta en dos ocasiones. Más bravo que su hermano, el astado noble permitió lucirse con el capote a Escribano, quien, tras un breve puyazo, se aventuró a banderillear al animal. Gran tercio de banderillas que el público supo reconocer con una ovación que el torero recogió desde el centro del ruedo. Muleta en mano, Manuel Escribano se gustaba. Encadenaba naturales bajando la mano y el noble animal obedecía a su llamada. Los tendidos ovacionaron la faena de muleta del diestro. Momento decisivo. Escribano no falla con el acero y es premiado con dos orejas.

Sonaban los clarines y los tendidos daban palmas al compás de Huelva. Turno para David de Miranda. No quiso tirar de capote más que para medir al animal. Pero, tras pasar por el caballo, el torero onubense no hizo esperar a su tierra para sacar una serie de chicuelinas con las que arrancó los aplausos del público. Con la muleta, David no dejó caer la faena y dio una tanda de naturales por el pitón derecho que dejaron patente la calidad que atesora este torero. Sólo faltaba la espada, y no falló. Hundió el estoque en el tercero de la tarde, aunque tuvo que tirar de descabello. Buen astado de Bohórquez que permitió al natural de Trigueros lucirse sobre el albero hiliplense tras una noble actuación. Dos orejas que David de Miranda recogía entre la ovación de los tendidos.

Cuarto de la tarde para Curro Díaz que quiso sobreponerse de su primera faena. El segundo Bohórquez de su lote salía más obediente, aunque el diestro no optó por experimentar con el capote. Tras las banderillas, Curro supo expresar con la muleta, dando buenas series de naturales con la mano izquierda y el astado obedecía por el pitón izquierdo. La calma protagonizaba la faena del torero, quien ligaba muletazos queriendo sacar todo el potencial del animal hasta que las fuerzas obligaron a Curro sacar el estoque. Tampoco estuvo acertado con el acero en su segundo toro. Tras dos pinchazos, Curro cambiaba de espada para, con esta si, dar muerte al animal. El torero salió a recibir la ovación de los tendidos.

Bravo quinto Bohórquez de la tarde. Salió con fuerza el animal y Manuel Escribano quiso aprovechar desde el primer minuto. Rápidamente supo que por el pitón derecho, el astado obedecía y fue por ahí por donde sacó dos verónicas de lujo. Con media de rodillas, daba paso al picador. Volvió a tomar las banderillas para tomar el protagonismo de la tarde. Gran tercio del diestro que volvía a recoger los aplausos del público. Brindis a su compañero Juan José Padilla y vuelta al centro del ruedo. La muleta de Escribano dibujaba surcos en la arena aunque lo mejor estaba por venir. Se guardó para el final de su faena lo mejor. Manoletinas mirando al tendido hasta quedar a centímetros de los pitones. No dejó escapar el triunfo de la tarde y estuvo acertado con el acero, que calló algo trasero, lo que le hizo sacar el descabello. Tercera oreja para Manuel Escribano con la que certifica una gran tarde.

Cerraba plaza un pequeño pero bravo Bohórquez. Muy noble en las embestidas, las cuales no dudó el torero en sacarle partido. Verónicas templadas y chicuelinas bajas para no dejarse nada en el tintero. De nuevo, como todos sus hermanos, poco duró el animal en el caballo. David de Miranda quiso rematar una gran faena de capote, pero el astado no quiso acompañar. Las fuerzas del animal decayeron rápidamente. Poca gracia mostraba el toro sobre el ruedo, que sin duda se mostraba como el más flojo de la tarde. David de Miranda tiraba de galones e intentaba sacar agua de pozo seco, arrancando así un par de naturales que el público agradecía con aplausos. Arriesgaba David como siempre hace en su tierra, queriendo mostrar su mejor versión. Poco más pudo hacer el diestro, que fue a por el estoque. El acero no se le resistió. El animal cayó en redondo. Dos orejas que recoge al compás de Huelva con las que cierra la plaza y tarde en una corrida floja de Bohórquez.

Plaza de toros de Niebla.- Huelva. Toros de Fermín Bohórquez para Curro Díaz, Manuel Escribano y David de Miranda. Buena tarde en la Plaza de Toros de Niebla donde Manuel Escribano y David de Miranda acapararon los premios. La tarde de Curro Díaz se vio trastornada por el acero. Una floja tarde para los astados de Fermín Bohórquez que no permiten dar gran juego

Ficha del festejo:

Curro Díaz, silencio y ovación

Manuel Escribano, dos orejas y oreja

David de Miranda, dos orejas y dos orejas

Fotos: Pablo García