BADAJOZ

Alegría a bordo de un R6

Gran tarde de toros de Antonio Ferrera que cortó cinco orejas en solitario y se llevó un susto tremendo en el sexto que pudo costarle caro
sábado, 24 de octubre de 2020 · 18:50

Probablemente Badajoz se ha convertido en la gran cita de la recortada temporada taurina, por llamarla de algún modo. Valorable esfuerzo de José Cutiño, dando forma a la propuesta de un Ferrera que en los últimos años ha alcanzado el peldaño reservado a los más grande, aflorando esa clase innata, atrapada en los inicios por el bullicio de los complementos.

Dieron las siete de la tarde bajo los acordes del himno de España y de Extremadura de la banda del maestro Tejera y el agradecimiento compartido con humildad con todos los profesionales que le acompañan, y que tanto están sufriendo con la pandemia y la soberbia de quienes mandan. Llegó Ferrera a la plaza a bordo de su sencillo R6, fiel compañero de fatigas, llenó el ruedo de ilusión, destilando elegancia y torería con cada uno de sus seis oponentes, bravo y con clase el primero, desclasado el segundo, serio el tercero, de fea embestida el cuarto y el quinto y rajado y peligroso el sexto.

Agradeció el calor de las más de cuatro mil personas en los tendidos con dosis de originalidad, en las entradas a matar tan de lejos, llevando al picador al centro del ruedo, pares de banderillas, quites de los sobresalientes, Álvaro de la Calle y Enrique Chapurra, estocadas para el recuerdo como la del cuarto toro, toreo al natural con la ayuda de la espada. También nos dio el susto de la tarde con la feísima cogida del sexto, de nombre "Nóbel", que a punto estuvo de pasar a los anales de la historia negra del toreo. Obró el milagro y aún aturdido y deshilachado, cortó Ferrera una oreja. Ni siquiera consiguió enfriar el ambiente.

Pero hubo más, buena gestión de los tiempos, de las distancias, sabiduría llevando al toro al caballo, tapó los defectos de los Zalduendos y agrando sus virtudes. En resumen, nos trajo la alegría tan necesaria a una temporada sin alicientes, sin vida propia, llena de miseria, la miseria que quienes todo lo han perdido y se han visto abandonados a su mala suerte. Y con las mismas que vino, dolorido, pasó por la capilla y sin un ápice de fuerza, porque toda la gastó en el ruedo, montó en su R6 de vuelta a casa. Gracias Antonio, dignificaste al toro, a la profesión y a tus compañeros de brega.

 

Coso de la Avenida de Pardaleras, Badajoz. Toros de Zalduendo para Antonio Ferrera. Cartel de "no hay billetes", un tercio del aforo vendido, menos del máximo permitido por las autoridades sanitarias, por precaución. Ovación de salida para el de Ibiza, con los acordes del himno de Extremadura tocado por la banda del maestro Tejera. Se guarda un minuto de silencio por las víctimas del COVID19 que rompe con el himno de España. Homenaje de los alumnos de la Escuela Taurina de Badajoz. Emotivo brindis de Ferrera junto a todos los profesionales que le acompañan esta tarde. Corrida muy por encima del nivel habitual en festejos en solitario, brillaron el primero y el cuarto, el sexto de peor condición, no terminó ninguno de romper.

Ficha del festejo:

Ferrera (verde esperanza y oro), oreja tras aviso y aplausos al toro, oreja, saluda ovación desde el tercio tras aviso y pitos al toro, dos orejas y ovación al toro, ovación y oreja y pitos al toro.

 

TORO A TORO:

1º.- "Pueblo", de Zalduendo, nº 189, negro mulato bragado girón chorreado, 546 kilogramos. Buen recibo capotero sacando al toro a los medios, remata la serie con una media verónica. Pierde brío tras el puyazo en el tercio de varas. Tras brindar al público, comienza la faena de muleta con suavidad frente a un toro a la defensiva, con fijeza pero corto de empuje, al que administra el tiempo entre tanda y tanda. El animal se viene arriba dejando Ferrera buenas tandas por el pitón derecho y otra par de ellas al natural muy ovacionadas, sometiéndole. Entra a matar de lejos, andando, a todo parado le deja una entera algo atravesada. Suena un aviso previo al descabello. Oreja y aplausos al toro.

2º.- "Tulipa", de Zalduendo, nº 84, negro, 553 kilogramos. Bien presentado, como el anterior, serio, recibe Ferrera por verónicas rematando con una revolera a un animal que se quedó en el capote. No entra de inicio al caballo, mandando Ferrera a José María González a los medios, decisión sorprendentemente aplaudida por el público. Resulta derribado en el primer envite, administrándole un segundo más medido. Animal aquerenciado, a la defensiva, sin entrega en la muleta de Ferrera, logra tras perseverar una buena tanda por el derecho. Poca clase del Zalduendo, prueba al natural con dos series trabajadas. De nuevo entra a matar tomando distancia con el toro, andando, casi sin echar la muleta, dejando una entera trasera. Oreja.

3º.- "Primoroso", de Zalduendo, nº 91, negro mulato bragado meano, 552 kilogramos. Toro muy serio, suelto en el capote de salida, brilla poco en el capote. En el tercio de varas entra con brío, doliéndose el animal con el primer puyazo de Carlos Prieto. Entro una segunda vez, mostrando valentía al no utilizar la vara. Buen primer par de banderillas de Joao Ferreira. Accidentado inicio de faena en los medios, Ferrera es volteado por un animal que pasa por la muleta con la cara alta tras lo cual el matador le va obligando con unas esforzadas tandas por el pitón derecho. Por el izquierdo muestra más peligro, dando otro susto al ibicenco en forma de derrote en la taleguilla. Repite ritual con la espada, deja media estocada atravesada. Tarda en caer el animal tras sonar un aviso, toma el descabello. Saluda ovación desde el tercio y pitos al toro.

4º.- "Utópico", de Zalduendo, nº 58, castaño, 565 kilogramos. Toro también serio, le recibe Ferrera rodillas en tierra con una larga cambiada, muestra celo en el capote, dejando el diestro una buena tanda de verónicas rematadas con una media. Le lleva con chicuelinas al paso al caballo de Aitor Sánchez que le receta un buen puyazo arriba, le saca Ferrera con un quite por gaoneras. Aplaudido tercio de banderillas de Miguel Murillo y Antonio Vázquez que saludaron. Lo saca a los medios con cierto "desprecio", un animal que muestra nobleza en la muleta sin humillar, lo lleva Ferrera con maestría por el derecho adecentando las feas embestidas. Al natural se ayuda con la espada, haciendo gala de una originalidad que gusta en los tendidos. Deja una buena serie imponiéndose a su oponente, acaba levantando a los tendidos. Insiste en el ritual con la espada, aún con más distancia, dejando una estocada perfecta. Cae redondo el Zalduendo, dos orejas y ovación al toro.

5º.- "Ofuscado", de Zalduendo, nº 20,  negro mulato, 543 kilogramos. Toro más fino que los anteriores, algo suelto en la muleta, correcto recibo capotero de Ferrera por verónicas. Buen puyazo de Antonio Prieto en el caballo. Aplaudido par de banderillas de Fernando Sánchez y Javier Valdeoro. En la muleta afea las embestidas el de Zalduendo, con escaso ritmo, pierde las manos en la segunda tanda, pese al esfuerzo del matador por acoplarse al animal. Faena de mérito al natural a base de esfuerzo, aseando al animal, que se diluye según trascurre la lidia. Siguiendo la pauta de toda la tarde, entra a matar de lejos, pinchando primero y dejando un pinchazo hondo. Suena un aviso tras el cual da muerte al toro con un certero descabello. Ovación.

6º.- "Nóbel", de Zalduendo, nº 4, negro mulato, 527 kilogramos. Le recibe a portagayola, apurando hasta el límite el engaño frente a la arrancada veloz de un animal serio, encelado en las verónicas de Ferrera, rematadas con una media. Sale el matador madrileño Raúl Ramírez con la garrocha adornada con una bandera de España, dejando un segundo lance limpio. Se lanzó directo el animal al caballo de Francisco de Borja que le administra con destreza el puyazo. Regaló Ferrera un par de banderillas de inicio, rememorando viejos tiempos, dando paso a los quites de los sobresalientes, Álvaro de la Calle y Enrique Chapurra, entre la algarabía de la gente. Cierra el tercio el propio matador resultando cogido sobrecogiendo a la plaza. Queda muy dolorido. Inicia la faena de muleta con cierto trastorno frente a un animal rajado, solo le quedó tirar de arrestos. Rompe la operativa de la tarde con la espada, dándole muerte con una fulminante estocada. Oreja y pitos al toro en el arrastre.

 

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