Garcigrande, una tarde con más pena que gloria

Ambientazo en Vistalegre para disfrutar de una gran tarde después de que el riojano, Diego Urdiales, dejara ayer un listón muy, pero que muy alto. 

Pero pronto vemos que el ganado no está por la labor y para mal, se convierte en protagonista de una tarde entre regular y mala... ¿tendrá algo que ver que se haya convertido Vistalegre en la “marca blanca” de San Isidro?... lo que está claro es que es para hacérselo mirar, ha costado mucho trabajo y esfuerzo que vuelvan los toros a Madrid para encontrarnos con tardes como los de hoy.

MORANTE DE LA PUEBLA: magnífico recibo capotero del de la Puebla que mece el percal a placer. Lo bonito que dejó este ejemplar al capote quedó en un espejismo, pues el toro se tornó en marmolillo tras su paso por el caballo, un animal tan distraído cómo anodino con el que Morante ha tenido que abreviar y rematar de estocada entera tras sendos pinchazos. Palmas.

En su segundo, un ejemplar que sigue la tónica de la tarde en cuanto a un comportamiento...”complicado”, sin lucir al capote sí deja algún lance bonito. En la muleta, de nuevo un animal sin entrega ni opciones, no suena la música pero sí, alto y fuerte, los pitos de disconformidad del público. Morante, ante la imposibilidad de realizar, absolutamente nada, abrevia y remata. Silencio y pitos en el arrastre.

EL JULI: Sale un animal distraído y sin entrega alguna, parte del público muestra su malestar llegando a solicitar algunos sectores su cambio. Una actitud la del morlaco que se mantiene también al caballo y en banderillas. En la muleta, intenta El Juli , con la máxima suavidad que le es posible, llevar al animal con la muleta. Arranca algún pase suelto pero no se puede sacar de donde no hay. Remata de una certera estocada. Ovación.

Ya en su segundo, quinto de la tarde, sale un animal que, al menos, permite “algo” al capote. En la muleta tira de oficio El Juli y consigue exprimir, con enorme mérito, lo poquito de lo que el animal es capaz , arrancándole y cuajando series impensables a priori. No es que el animal destaque ni sea un gran ejemplar, es que el oficio y hacer de El Juli le han arrancado la poca esencia que tenía, mostrándose enorme el diestro ante un nuevo caso en el que el toro da vida a lo de “en el reino de los ciegos el tuerto es el rey”. Dos orejas.

JUAN ORTEGA: De nuevo un ejemplar distraído, sin transmisión o fuerza que no deja lucir al capote. Tras su paso por el caballo, éste al menos permite la realización del tercio de banderillas. En la muleta entiende Ortega al animal y con oficio, elegancia y despaciosidad dibuja pases ante un toro que parece ir a más. Gusto en cada muletazo el del sevillano para deleite de todos los presentes. Pincha la meritoria faena antes de rematar. Ovación. 

En su segundo, más de lo mismo, un animal que no termina de romper y entregarse, pero al que el temple y gusto de Juan Ortega nos permite disfrutar de algunas tandas de muletazos soberbias, arrancadas al animal - eso sí- porque éste no regala nada y lo poco o lo mucho que consigue el sevillano, lo logra por su conocimiento y saber hacer con el animal.

Pinchazo antes de la media estocada con la que remata. Oreja.

FICHA DEL FESTEJO:

10ª de la Feria de Vistalegre (Madrid)

Ganado de Garcigrande, buenas hechuras en su presentación, pero sin trapío, entrega ni condición en líneas generales.

Morante de la Puebla: sangre de toro rematado en azabache y azul. Palmas y silencio.

El Juli: nazareno y oro. Ovación y Dos orejas. 

Juan Ortega: verde apetrolado y oro. Ovación y Oreja.

INCIDENCIAS/ANÉCDOTAS:

Suena el Himno Nacional al finalizar el paseíllo.

Destacable actuación de Juan José Trujillo en su actuación en las banderillas del 4º, siendo un muy complicado ejemplar.

Brindis de Juan Ortega a Juan del Val en el cierraplaza.

Fotos: Alcolea