Tarde de trofeos en Palos de la Frontera y Herrera del Pisuerga

PALOS DE LA FRONTERA - Once orejas y dos rabos en una corrida de grandiosos ejemplares en Palos de la Frontera

Comenzaba la tarde en la localidad de Palos de la Frontera acogiendo al poco público que podía dado el nivel 3 en el que entró la provincia de Huelva la pasada madrugada. En los aledaños de la plaza, las conversaciones de los aficionados dejaban ver las expectativas que se tenía en la terna vespertina. No solo competían los espadas, sino las reses de las ganaderías de Prieto de la Cal y Juan Pedro Domecq, que permitieron a los novilleros realizar grandes faenas.

Fue así como, tras respetar el ya tradicional minuto de silencio por las víctimas del coronavirus y el himno español, las puertas de toriles se abrían de par en par para que diese comienzo la tarde.

Y por esa puerta saldría el primero de Prieto de la Cal, el cual fue recibido por Calerito a puerta gayola. Comenzaba el sevillano queriendo dejar claro que, cuando se desea un triunfo, hay que dar el 110% desde un primer momento. La faena de Juan Pedro fue de menos a más; del capote, con el que dibujó hermosas chicuelinas, a la muleta, donde los tendidos sucumbían a los naturales del novillero. Tras brindar al padre de Espartaco, el natural de Sevilla quiso buscar la faena en redondo por bajo, pero el astado le puso ciertos límites. Finalmente, el pinchazo previo a tirarse para dar una certera estocada no le privó de desorejar a un abre plaza que dejaba un buen sabor de boca para lo que restaba de tarde. No decaería la torería de Calerito ante el cuarto tras igualarle en trofeos su anterior compañero.

La confianza de su primera faena se ligó con el inicio de la segunda. En esta ocasión se mediría a un Domecq que no decaería en embestidas. Recibiendo por verónicas, los tendidos apoyaban a un espada que sabía que había mucho juego en el animal. La muleta, cargada de fe, confirmaba la torería que ostenta Calerito. Todo quedaba a merced del estoque. No falló, y los aplausos llenaban el coso de Palos de la Frontera viendo como Juan Pedro paseaba los máximos trofeos. 

Lástima que el hermano del primer animal no optara por ofrecer el mismo juego. La fortuna no estuvo de parte de Jorge Martínez durante la tarde. Ni con el segundo, ni con el cuarto. Su lote fue, de lejos, el de menor calidad. El segundo de Prieto de la Cal puso en serias dificultades al diestro, que no pudo controlar la bravura del animal. Los intentos de querer dar ciertas pinceladas que dieran otro color a su faena no fueron suficiente. La presidencia premió la entrega del novillero dándole una oreja.

Muy protestón saldría el quinto de la tarde. Bravo y dificultoso astado que no terminaría de colaborar con Jorge Martínez. Tras brindar la faena a su compañero Calerito, con el que compartió vivencias en el CART de México, intentaría, muleta en mano, sacar agua de pozo seco. Casta y coraje por parte del diestro, que le sirvieron para reconducir la terna tras ser levantado por el pitón derecho del novillo. La confianza de Jorge Martínez al ver que la bravura del animal se convertía en mansedumbre, le jugó una mala pasada de la que supo reponerse para terminar una lidia que fue premiada con dos orejas.

De nuevo, la fortuna del lote le sonreía a Jaime González Écija, quien no dudo en aprovechar a sus contrincantes. El ecijano supo medir al tercero de la tarde, tomando el pitón como dominante y por el que labró una faena con temple. El triunfador del pasado Circuito de Novilladas de Andalucía no dejaría que Calerito se llevara tan fácil los aplausos de la tarde. Jaime apunta alto y su toreo lo confirma. Exquisitas chicuelinas acompañadas de buenas verónicas con el capote abrían una faena que dejaba constancia del éxito al final de la misma. Con la muleta, Jaime le bajó la mano por el ya nombrado pitón derecho para exprimir la nobleza del animal. Con la espada no titubeó y logró una certera estocada que le sirvió para cortar sus primeras dos orejas.

El cierra plaza sería la guinda de un fabuloso y exquisito pastel de Prieto de la Cal. Noble jabonero que colaboró en la faena de Jaime González Écija. Buen astado, pero no terminó de ofrecer un juego con el que el diestro se gustara sobre el albero. Faena templada aprovechando las embestidas del Prieto de la Cal. La muleta de Jaime dejaba patente que está preparado para pisar la arena de grandes plazas. Todo quedaba a la suerte suprema, donde Jaime no falló. El novillero se tiró a clavar una estocada que sirvió para que los tendidos hicieran una fuerte petición de rabo que fue concedida por la presidencia. Además, asomó por el balcón el pañuelo azul, haciendo que el noble animal diese una vuelta al ruedo agradecida por los aplausos de los aficionados.

Palos de La Frontera, Huelva.- Novillos de Juan Pedro Domecq y Tomás Prieto de la Cal para Juan Pedro García Calerito, Jorge Martínez y Jaime González-Écija.

Ficha del festejo:

Calerito, dos orejas y dos orejas y rabo

Jorge Martínez, oreja y dos orejas

Jaime González-Écija, dos orejas y dos orejas y rabo con vuelta al ruedo al novillo

Texto y Fotos: Pablo García

HERRERA DE PISUERGA - Antonio Grande y Manuel Diosleguarde sobresalen en Herrera de Pisuerga

Plaza de toros de Herrera de Pisuerga (Palencia). Primera novillada del Circuito de Castilla y León. Casi lleno dentro del aforo permitido. Ejemplares de El Puerto de San Lorenzo (1º, 2º y 3º) y Antonio Palla (4º, 5º y 6º).

Ficha del festejo:

Antonio Grande (Blanco y oro), oreja y dos orejas

Manuel Diosleguarde (Grana y oro), dos orejas y saludos

Valentín Hoyos (Sangre de toro y oro), saludos y ovación