OTROS FESTEJOS

Jandilla triste protagonista en la tarde de Jerez

Ovación para la terna en Mont de Marsan
viernes, 23 de julio de 2021 · 18:10

El ambiente, no sólo en los aledaños del Coso de la calle Circo, si no el generalizado en Jerez indicaba que por fin había llegado el día: por fin han vuelto los toros a Jerez.

No sólo se celebra su vuelta tras su aplazamiento en Mayo, fecha tradicional de su celebración en la Feria del Caballo, vuelta tras dos años sin que se sueñe o dibuje el toreo sobre el albero de este coso de solera.

Hoy se “respiraba” ese ambiente único que dan los toros a una ciudad y en este caso una ciudad que casi por definición es cuna  del arte.

Arrancó el paseíllo bajo los sones del himno nacional y finalizaba con un minuto de silencio en honor a los fallecidos por COVID y D. Teodoro Matilla, fallecido recientemente y empresario del codo jerezano durante muchos años.

 

EL JULI: abre la tarde un animal muy justo y escaso de fuerzas , condición que acusa mucho más tras su leve paso por el caballo, en seguida comienza el público a solicitar su devolución y se procede a la misma.

Ya en el primero bis, de nuevo un ejemplar flojito, aunque con la suficiente nobleza para permitir “algo” más. En banderillas se comporta bien para lucimiento de los banderilleros y deleite del asistente, pero ya en la muleta y , pese a la disposición y oficio de El Juli, el animal va a menos a pasos agigantados, algo que el diestro supo ver desde el principio de la faena que comenzó sin brindis. Fuerte petición de oreja negada por el palco, dejando a El Juli con una ovación.

En su segundo, de nuevo un ejemplar que no permite siquiera el lucimiento al capote, distraído y sin conexión , parece remontar algo tras su paso por el caballo , lo que permite un gran tercio de banderillas con ovación incluida al término de dicho tercio. Ya en la muleta, consigue El Juli elaborar una faena base de esfuerzo y oficio, pues el animal ya se venía abajo. Una oreja premia su buen hacer.

 

JUAN ORTEGA: y con él llegó el arte en mayúsculas al albero, pese a un animal que no regalaba absolutamente nada, el sevillano y su manejo del percal, hacían “olvidar” por segundos la sosa condición del animal. Faena recompensada con una oreja de ley. 

En su segundo, de nuevo, un ejemplar que iba a menos a pasos agigantados con el que el público pide la devolución (no atendida por el palco), así que continúa Ortega sacando de un pozo vacío, una entrega y tenacidad que es recompensada con una oreja y su salida a hombros por la Puerta Grande.

 

ROCA REY: Con él llegó la revolución a los tendidos, un recital de estatuarios y arrimones al morlaco que, con el paso de la embestida tan tan pegado al cuerpo del peruano era lo único que le hacía moverse, una más que meritoria faena y regalo para las retinas de los asistentes que queda sin ser premiada como merecía por los reiterados fallos con los aceros y el sonido de un aviso. Palmas para una gran faena.

En su segundo, destaca la entrega sin tregua de Roca Rey ante un manso y anodino animal, premiada con una más que merecida oreja.

 

FICHA DEL FESTEJO:

Plaza de toros de Jerez.

Ganado de Jandilla, de hechuras anovilladas y escaso de fuerzas y juego en líneas generales. 

Aforo que roza el lleno absoluto.

El Juli : vestido de grana y oro, ovación y oreja.

Juan Ortega: de verde petróleo, una oreja y una oreja.

Roca Rey: de lirio y oro, palmas y oreja.

Texto y fotos: Mika Zarcas

 

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