LA GRANJA DE SAN ILDEFONSO

Cara y cruz de los "Adolfos" en la 1ª del Judión de Oro

Desigual novillada de Adolfo Martín para José Rojo y Jordi Pérez “El Niño de las Monjas” que tan solo pudieron cortar una oreja y saludar ovación respectivamente
sábado, 7 de agosto de 2021 · 18:56

1º.- José Rojo abrió la tarde en La Granja ante un novillo soso y descastado de Adolfo Martín, aunque noble en su embestida. El de Trujillo, que calentó al público en banderillas, cuajó un trasteo aseado y a media altura, la única que aguantaba el animal. Su buen desempeño con los aceros, cobró una estocada arriba y un descabello, le permitió cortar la primera oreja de la tarde.

2º.- Pronto se paró el deslucido segundo novillo de Adolfo, renunciando a la pelea desde antes de que El Niño de las Monjas cogiese la muleta. Aún así, lo intentó el valenciano por ambos pitones con más fe, entrega y voluntad que otra cosa ante un oponente reservón y sin entrega, que buscaba siempre al torero en mitad de cada muletazo. De no haber pinchado en su primer embroque, el diestro levantino podía también haber tocado pelo. Tuvo que conformarse con saludar desde el tercio.

3º.- Sin apenas probaturas, José Rojo se echó la muleta a la izquierda para arrancar la faena al tercero. Largos y profundos surgieron los naturales del extremeño, que tuvo la virtud de llevar siempre tapado a un novillo que embistió con nobleza, pero que finalizaba los muletazos buscando siempre las tablas. Sin llegar a la brillantez de los naturales, fueron buenos también los derechazos de la segunda parte del trasteo. Tenía los trofeos en la mano Rojo, con el público entregado, pero el mal uso de los aceros le impidió abrir la merecida Puerta Grande. Aún así el respetable le premió con la vuelta al ruedo.

4º.- Miraba desafiante el último novillo de Adolfo desde el centro del ruedo como el picador Pepe Aguado toreaba a caballo. Se arrancó con alegría mientras Aguado lanzaba la puya en el momento preciso. Ovación fortísima. ¡Qué bonita es la suerte de varas cuando se hace bien! Sin embargo, todo lo bueno que apuntó el novillo, quedó en nada a medida que avanza la lidia. Así, en la faena de muleta, El Niño de las Monjas y el astado no acabaron de entenderse. El valenciano ahogó al animal, que ya para entonces se había puesto complicado. Con el freno de mano echado en sus embestidas, poco lucimiento logró el valenciano en un trasteo embarullado. No tuvo su tarde tampoco el torero con la espada y su labor fue silenciada.

 

La Granja de San Ildefonso (Segovia) - Primer festejo del "Judión de Oro". Novillos de Adolfo Martín para José Rojo y Jordi Pérez “El Niño de las Monjas”.

Ficha del festejo:

José Rojo, oreja y vuelta al ruedo

Jordi Pérez "El Niño de las Monjas", saludos desde el tercio y silencio

Fotos: Raúl Valdivielso

 

 

 

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