Miguel Tendero y Gómez del Pilar a hombros en Valdepeñas

Por cuarta vez consecutiva, el diestro Gómez del Pilar sale por la Puerta Grande de Valdepeñas; un idilio que comenzó allá por 2018 y que parece no tener fin. Una gran tarde, conjuntando la madurez que le atesora con la impronta de un torero que sale cada tarde a jugarse la vida. En su primer oponente, comenzó con dos largas cambiadas, una muy arriesgado donde le toro le venía cruzado. En su faena de muleta, de rodillas en los medios, ciñéndose y pasándose al imponente adversario muy cerca. Después de ese inicio, con su seguridad y aplomo consiguió la entrega del de Conde de Mayalde, que pronto se quedó sin recorrido y llegó el arrimón final para amarrar su primera oreja.

En el toro que cerró festejo, de imponente presencia, tuvo transmisión hasta que pareció lastimarse de una mano. Dicha circunstancia no le importó a Noé que brindó a sus compañeros de cartel. En su obra, destacó la colocación y la seguridad que atesora; entre los pitones del animal, robándole lo poco que tenía y rubricando con una tanda por el derecho sin ayuda que llegó a los tendidos. Pinchó, pero no importó para cortar su segunda oreja de la tarde y abrir así la Puerta Grande.

El otro triunfador de la tarde fue Miguel Tendero, que se llevó el mejor lote de la corrida, cortando dos orejas al 4º de la tarde, que pudo ser alguna más sino llega a ser por el fallo con la espada en el abreplaza. Con el 1º, destacó la forma con la que llevó a su oponente al caballo. Con la franela, hubo un cambio de mano excelso en los compases iniciales. El toro, sacó un buen fondo, que intentó aprovechar el albaceteño, pero donde faltó algo de temple al natural. Lo mejor, el final de faena, con gusto y sintiéndolo mucho; pero marró con la espada y todo quedó en una ovación. En su 4º, lo lanceó con suavidad con el capote con extrema facilidad a un toro con mucha caja que transmitió de salida; pero perdió un ápice de fuelle tras rematar en tablas en el inicio de faena. Aún así, tenía una embestida de dulce, para sentir el toreo, y así lo hizo Miguel Tendero; con suavidad, cargando la suerte y templado; lástima que a veces los muletazos estuvieran con falta de acople. Sin embargo, en este sí metió bien la espada y cortó las dos orejas.

Menor suerte tuvo Cristian Escribano, con un lote muy deslucido. Su primer astado se llevó una gran ovación de salida. En todo momento, el toro quería quitarse la muleta cuando llegaba a la altura del embroque, pero a base de tesón y constancia, logró cuajar una serie por el derecho. Con la mano izquierda, de uno en uno, consiguió naturales más que meritorios; lo cual le valió para cortar una oreja. En el 5º, sin opciones ante un rajado y aquerenciado animal; lo intentó, pero no pudo ser; saludó ovación.

Plaza de toros de Valdepeñas (Ciudad Real). Dos tercios de entrada. Ejemplares de la ganadería de Conde de Mayalde, de enorme seriedad. Encierro de comportamiento y juego variado, siendo los mejores 1º, 4º y 6º. Al finalizar el paseíllo, se ha guardado un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la pandemia. A continuación, se ha interpretado por parte de la banda de música el Himno de España.

Ficha del festejo:

Miguel Tendero, ovación con saludos y oreja tras aviso

Cristian Escribano, oreja y ovación con saludos

Gómez del Pilar, oreja y oreja tras aviso