Disposición, torería y valor

José Miguel Arroyo "Joselito" envió a Valencia un lote de sobrado trapío y buen juego general. Cinco colorados y un albahío que sacaron nobleza y permitieron que los novilleros pudiesen mostrar su concepto sin demasiadas complicaciones. Sólo el sexto puso más a prueba la capacidad de aguante de su matador.

Abrió la tarde un novillo serio y ofensivo que por hechuras y peso bien podía pasar por toro. No andaba sobrado de fuerzas el de Martín Arranz y Miguelito lo llevó con suavidad en los primeros compases de faena hasta conseguir rubricar varios pasajes de mano baja y profundidad por ambos pitones. La contundente estocada dio paso a la concesión de la primera oreja.

Al segundo de su lote lo esperó a portagayola, aunque el animal no acudió al cite y se marchó pegado a tablas. Volvió a echarse de rodillas para saludarlo con una larga cambiada en el tercio, y luego no pudo brillar a la verónica porque el astado siempre se metió por los adentros. También de rodillas inició su labor con vibración para, a continuación, muletear con ajuste y compromiso. Su fallo a espadas le privó de la posibilidad de salir a hombros.

También tuvo las fuerzas al límite el que saltó al albero en segundo lugar, otro ejemplar de bonita lámina al que Diego García le dio tiempo y temple para llevarlo más largo de lo que parecía posible, aunque duró muy poco y no permitió que el de San Sebastián de los Reyes pudiese compactar ninguna tanda. Aún así, gustaron sus formas, su tranquilidad y su seguridad, y tras una estocada ligeramente contraria fue premiado con un apéndice.

Recortó muy pronto su viaje el cuarto, quedándose a la altura del cuerpo del madrileño, que aguantó con estoicismo parones y miradas para acabar provocando las embestidas con autoridad bajo el reconocimiento del público.

Álvaro Burdiel saludó a la verónica al tercero con gusto y ritmo, ganado un paso a cada lance hasta rematar prácticamente en el centro del platillo. Inició su quehacer con ayudados de rodillas y en pie corrió la mano con mando y elegancia. Torería en el toreo fundamental y gracia en el accesorio. Pinturería en los ayudados por bajo finales y entrega en la estocada final. Hubo doble petición, aunque quedó en unitaria.

Al que cerraba el festejo lo recibió por dos veces de hinojos en el tercio y, tras brindar a Ortega Cano, también de rodillas comenzó su quehacer. Se le fue al cuerpo en el segundo muletazo y resultó prendido de forma angustiosa, por fortuna sin consecuencias. Marcaba de forma inequívoca su querencia a tablas. Pero el sevillano ni se inmutó y le plantó cara con determinación a pesar de sufrir varias coladas peligrosas. Tuvo mucha verdad todo cuanto hizo, la emoción se hizo presente y nadie quitó ojo de lo que sucedía en el ruedo. La oreja fue de ley.

Valencia (Valencia).- 2º festejo de Octubre. Más de un tercio de entrada. Novillos de Martín Arranz (1º justo de fuerzas pero con calidad, 2º soso, 5º deslucido y 6º con genio) y El Tajo (3º manejable y 4º bueno). Miguelito, Diego García y Álvaro Burdiel, el cartel.

Ficha del festejo:

Miguelito, oreja y saludos desde el tercio y palmas al novillo

Diego García, oreja y vuelta al ruedo tras petición y palmas al novillo

Álvaro Burdiel, oreja y palmas al novillo y oreja y palmas al novillo

Cuadrillas: se desmonteraron tras banderillear al cuarto Juan José Rueda y Víctor Pérez

Fotos: Litugo (Toros Valencia)