Mucho ruido y pocas nueces...

Domingo de Resurrección en Sevilla, señalada y obligada fecha del calendario taurino, tarde de muchas esperanzas y expectativas, también tarde de “No hay billetes” y calor abrumador para disfrutar del actual  “Triunvirato sevillano del toreo”, uno de los carteles tan de moda como esperado por la afición. Por desgracia, tarde que se ha enfriado y ha llegado a rozar el hastío generalizado, pues la condición de los de Juan Pedro, no han sido las propicias para vivir esa tarde, “la tarde” que todos esperábamos. 

La voluntad y entrega del citado “triunvirato sevillano” está fuera de toda duda, pero la del ganado ya es harina de otro costal… dos han sido los toros devueltos y me temo que no han sido más porque simplemente, ya no había más sobreros.

MORANTE DE LA PUEBLA: no ha querido perderse una cita tan puntera y ha llegado a ella infiltrado tras el percance sufrido la tarde de ayer en La Línea de la Concepción, tremendo esfuerzo físico el del cigarrero para estar presente en la tarde de hoy. Sale en su primero un, bonito pero distraído, ejemplar que no permite lucimiento al capote. Destacable actuación en banderillas de Juan José Trujillo. Ya en la muleta, comienza Morante una faena cargada de gusto y torería que arranca los oles y aplausos de los tendidos. Ya, bajo los sones de “Suspiros de España” y por naturales, disfrutamos de un reposado toreo, con el poso, sentimiento y  profundidad del que se siente a gusto sobre el albero y es que Morante ha sabido someter y llevar a este primer ejemplar para dejar constancia de su arte y temple sobre el albero sevillano, lástima del pinchazo antes de rematar con una efectiva estocada. Ovación y pitos en el arrastre.

En su segundo , sale un animal de correr distraído y suelto al que Morante sale a buscar con el capote sin suerte, llegando el morlaco a marcarse un feo balancín que , de nuevo, saca el pañuelo verde de la presidencia procediendo a su cambio por un ejemplar de la ganadería Virgen María. Sale el cuarto bis a escena, un astifino y ágil ejemplar de embestida algo abrupta que no permite lucimiento alguno al capote. Comienza Morante la faena brindando a la Infanta Doña Elena y ya muleta en mano, agarrado a tablas, para continuar después intentando “arrancar” algo a un , muy complicado animal que, no permite absolutamente nada. La condición del ejemplar obliga, de nuevo, a abreviar faena y rematar con una media estocada. Silencio y pitos en el arrastre.

JUAN ORTEGA: Extraordinario recibo capotero por verónicas el realizado por Ortega en su primer ejemplar (segundo de la tarde) continúa  con  dibujadas chicuelinas que remata de media verónica para llevar el astado al caballo. -Aprovecha su turno en quites Pablo Aguado , también por chicuelinas cargadas de sabor. (Destacable actuación en banderillas de Abraham Neiro que levanta los tendidos y sale a saludar). Comienza Ortega la faena en la muleta con bonitas pinceladas y trincherazos ante un ejemplar que se ha venido a menos. Un animal que se ha tornado soso y anodino complicando sobremanera las ganas y tenacidad mostradas por el sevillano, que pone todo de sí ante la nada absoluta. Se ve obligado a abreviar rematando de una buena estocada. Ovación a su entrega y pitos en el arrastre.

En su segundo, sabe Ortega componer un breve recibo capotero ante un ejemplar de correr distraído. Poco más se puede añadir, más que resaltar la entrega de Ortega que se enfrenta a un pozo sin agua, de nuevo y siguiendo la tónica de la tarde, un ejemplar que ni tiene ni dice nada, obligado a abreviar ante la falta de opciones. Silencio y pitos en el arrastre.

PABLO AGUADO: Sale un bonito ejemplar que se lesiona la delantera derecha, dando lugar al pañuelo  verde que lo devuelve a corrales y obliga a salir el sobrero. Sale el tercero bis al que realiza Aguado un extraordinario recibo capotero. Comienza Aguado su faena brindando al público y con una primera serie cargada de naturalidad a la muleta. Una faena frente a un animal que dice poco o nada pese a la buena voluntad de Aguado, que se ve obligado a abreviar la faena , complicando el de Juan Pedro incluso la suerte de matar. Pincha el sevillano antes de rematar con una efectiva estocada entera. Silencio y pitos en el arrastre.

En su segundo, extraordinario recibo capotero de Aguado al cierraplaza que hace resurgir un ápice de esperanza en una desilusionante  tarde.  Aprovecha Morante su turno de quites dejando postales taurinas con el capote. Realiza Aguado una buena réplica en el tercio de quites. Ya en la muleta el morlaco vuelve a evidenciar sus carencias y venida a menos, mostrándose parado cual marmolillo a pesar de la buena voluntad e insistencia de Aguado. Sin opciones, Aguado abrevia faena, pinchazo antes de la estocada final.

Ficha del festejo:

Corrida de Domingo de Resurrección en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Colgado el cartel de “No hay billetes”.  Arranca el paseíllo al son del Himno Nacional seguido de una gran ovación por parte del asistente.  Ganado de Juan Pedro Domecq , de buena presentación pero nulo comportamiento, falto de trapío y embestida en líneas generales, dando al traste con una tarde de ilusiones.

Morante de la Puebla: de azul pavo con pinturas de óleos florales en mangas y espalda de chaquetilla y laterales del pantalón, rematado con bordados en oro. Ovación con pitos en el arrastre y silencio con pitos en el arrastre

Juan Ortega: Con vestido cielo y oro. Ovación con pitos el arrastre y silencio con pitos en el arrastre

Pablo Aguado: Con vestido verde musgo y oro. Silencio con pitos en el arrastre y silencio con pitos en el arrastre