Téllez enamora y conquista Madrid
Toros de Victoriano del Río y Cortés para Diego Urdiales (con entrega y pureza pero sin suerte en su lote), Talavante(brillos y destellos de buen toreo pero sin llegar aún a iluminar por completo)y Ángel Téllez ( llegó a la tarde como sustituto y abrió la puerta grande como figura titular).
De la plaza salimos borrachos, pero no como se vio en anteriores tardes, sino de toreo… Sensacional ha estado Ángel Téllez en la capital del toreo. Toreo puro y clásico con el que ha conquistado a los aficionados madrileños. Una tarde en la que entró por la vía de la sustitución pero que fue el triunfador de esta.
El toledano se entregó en cuerpo y en alma a Las Ventas. Basó su tarde en un toreo entregado y ambicioso, pero con un toreo cargado de verdad. En su primero, “Enamorado II” de nombre, dejó destellos de toreo caro, especialmente el final por doblones y con un trincherazo por bajo al ralentí, eterno, se pararon los relojes a la par que se levantaba Madrid de sus asientos.
La apoteosis llegó en el sexto, con un animal con genio y encastado, que embestía con todo, pero Ángel Téllez consiguió templar esa embestida para torearlo despacio, rematando los muletazos más allá de la cadera. Si en el tercero se vio un toreo caro, el del sexto fue de quilates. Tres tandas fueron, solo tres, pero vaya tres tandas. Puso de acuerdo a los 22.964 espectadores que abarrotaron los tendidos. Era de dos orejas de ley, de las de Madrid de toda la vida, pero pinchó y se quedó en una.
Urdiales y Talavante, toreros del gusto de Madrid, fueron prácticamente absorbidos por Téllez. El riojano no tuvo posibilidad alguna en su primero; en el cuarto, dejó algunos detalles, pero sin seguridad ni firmeza. El pacense sí que dejó algún destello más reseñable, especialmente en su primero, recordando por momentos al torero que nos abandonó hace unos años. Pero cierto es que está aún lejos de ese nivel. Seguiremos esperándole, porque sabemos de lo que es capaz…
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Las Ventas en Madrid. - 20ª de abono.
Toros de Victoriano del Río y Toros de Cortés (6°): 1° inválido que tuvo que ser devuelto, con la cara siempre arriba; 2° de descompuesta embestida; 3° con clase y recorrido en los inicios; 4° desentendido, sin transmisión; 5° sin transmisión, apagado; 6° con casta y transmisión. Colgado por séptima vez el cartel de "No hay billetes".
Diego Urdiales: silencio y silencio
Alejandro Talavante: palmas y silencio
Ángel Téllez, (en sustitución de Emilio de Justo): oreja tras aviso y oreja tras aviso
Fotos: Raúl Valdivielso
ASÍ HA SIDO NUESTRO TORO A TORO
Frío de salida el sexto de la tarde para Ángel Téllez, del hierro Toros de Cortés. Buena lucha en la primera vara que cayó baja; en el segundo encuentro algo mejor colocada. Quite con el capote a la espalda mostrando su disposición. Gran par de Juan Navazo en el tercer encuentro. Brindó al público de Madrid.
Comienzo por el derecho templando el genio del animal. Al natural, de frente, dando el pecho y con la mano muy baja, remató una serie con una trinchera y el de pecho extraordinarios, poniendo a Madrid en pie. La siguiente tanda fue inmaculada, de frente, toreando con los vuelos de la muleta, templando al animal y culminando su tanda con otro pase de pecho de cabo a rabo. Faena muy medida y final por naturales ceñidos, extraordinarios. Con la tizona, pinchazo y estocada tendida. Oreja tras aviso y ovación en el arrastre.
El quinto de la tarde embistió con recorrido en el capote de Talavante, el cual no pudo estirarse. Medido fue el castigo recibido en varas. Destacó con los rehiletes Miguelín Murillo, especialmente en el tercer par, se desmonteró.
Llegó a la muleta el de Victoriano sin fuerza, dando Alejandro Talavante dos tandas con más corazón que cabeza. Se marchó a por la espada de forma acertada sin alargar la faena; metisaca y espada muy baja. Leves pitos y pitos en el arrastre.
Embistió mejor de salida por el derecho, el de Victoriano, que le permitió a Urdiales estirar su capote a la verónica por ese pitón. Tercio de varas medido y sin excesivo castigo. Talavante aprovechó su turno de quite por chicuelinas y una larga acompañada. Correcto tercio de banderillas.
Comenzó con la mano derecha, en circulares, templado. Mismos sones en la siguiente tanda, aunque no terminaban de llegar los muletazos al tendido, y cambió a la mano izquierda, donde le costaba más al animal y donde perdió el engaño. Se desentendía el animal que, además, no transmitía pese al intento del riojano. Con la espada, estocada delantera y tendida. Silencio para ambos.
Con suavidad toreó a la verónica Ángel Téllez, especialmente por el pitón izquierdo. Peleó bien en el primer puyazo, por chicuelinas muy ceñidas realizó el quite Téllez; en el segundo puyazo, bien movió el caballo Marcial Rodríguez. Buen tercio de banderillas.
Sensacional inicio del madrileño, sacándose al animal a los medios y rematando con un pase de pecho de cabo a rabo. Fue prendido en el remata de la tanda por el pitón derecho (sin aparentes consecuencias). Cogió los trastos en la mano izquierda, y de uno en uno, ofreciendo sus muslos, con un toreo puro y clásico. Lo mejor fue el final, por doblones y con un pase por bajo eterno, que puso en pie a Madrid. La espada fue caída, pero cortó una oreja tras escuchar el aviso. Oreja tras aviso y ovación en el arrastre.
De bonita y seria presencia el segundo de la tarde, que, al llegar a los capotes se frenaba. Empujó bien en la primera vara, de menor castigo la segunda. En banderillas, andaba suelto y sin definir.
Bonito inicio por bajo, estirándose Talavante con él y llevándolo lejos, rematando una buena tanda con una trincherilla ligado con un templado pase de pecho. Continuó por el derecho con el animal a la defensiva y cogió la mano izquierda para recetar una tanda de naturales, algunos de muy bella factura y otros faltos de limpieza. Cada vez se quedaba más corto y poco más de podía hacer que dejar detalles sueltos. La tizona viajó baja. Palmas y algunos pitos en el arrastre.
Alto y con seriedad el toro que abría plaza que no permitió estirarse con la capa a Urdiales. No hubo mucho castigo en ninguna de las dos varas que recibió del varilarguero; en banderillas se defendía de su falta de fuerza con la cara arriba.
Inteligente en el planteamiento de faena el riojano, con un primer muletazo a media altura para que se lo admitiera y después intentar ligar, pero no había posibilidad, muy deslucida la embestida del animal. Por el izquierdo, menor recorrido. Pinchazo y estocada algo caída. Silencio y pitos en el arrastre.
PROGRAMA MANO 27 MAYO