#HUELVA.- 2ª FERIA

Huelva brilla con una entregada terna que abre la puerta de la Estrella

La terna se repartió siete orejas en otra tarde triunfal en el coso de La Merced
sábado, 30 de julio de 2022 · 19:29

Aún con la resaca de la tarde de ayer, Huelva acudía a la plaza para disfrutar de un cartel de altura rematado con la alternativa del joven onubense Alejandro Conquero. La terna se enfrentaba a una corrida de Algarra que, pese a no brillar, respondió a las exigencias de los diestros.

Y con él, con la figura que apostó y confió en poder doctorarse en su tierra, daba comienzo una tarde que, de no ser por las figuras acarteladas, hubiese quedado en balde. Y no fue una buena apertura, pues Alejandro se topo con el que fue el peor astado de la tarde. Abreplaza que, pese a ser bonito en hechuras, no dio el nivel para dar el primer paso en una nueva trayectoria. Animal espeso, parado, que llegó prácticamente muerto a la muleta. Lo paró bien el diestro con lances de verónicas, aunque resaltó el galleo con la capa. Lástima que la ilusión de Alejandra se encontrara con un obstáculo llamado Vinatero, que no ofreció el más mínimo ápice de juego hacia Conquero. El onubense lo intentó por ambos pitones, aunque más por el derecho, pero no había por donde sacar. Qué lástima esperar tanto tiempo a una alternativa nublada por no tener adversario. El trago agridulce del primero lo sació con el cierraplaza. Alejandro salió al ruedo a sones de palmas por Huelva para recibir al sexto Algarra que tuvo otro color. Muy buena capa que calentó a los tendidos para comenzar a vaciar toda la entrega que traía para su tarde especial y no pudo dosificar en su primero. El astado pedía por bajo y Conquero tenía que tirar del animal que exigía demanda. Cerró con una serie de bernardinas de rodillas con la que terminó de encandilar a su afición que le pidió dos cariñosas orejas concedidas por el presidente.

Con Manzanares se vio la clase, el temple y la suavidad en el toreo. Recibió a un segundo con más sangre que su hermano. Finos lances de capa con templadas embestidas. Y templada seguiría la faena de muleta, teniendo que ligar para sacar la transmisión del animal. Se ciñó en el izquierdo sin quitarle la muleta de la cara. Conforme avanzaba la faena, Manzanares tuvo que poner más entrega. En su segundo, cuarto de la tarde, el diestro puso la suavidad a la tarde. Justo de fuerzas, Manzanares lo probó a media altura, apretando conforme avanzaba con la muleta. El astado le respondió con una noble actitud. Qué bonito es ver al alicantino y qué parsimonia transmitía con su toreo. Por no hablar del estoque que tiene el diestro. Su espada es digna de estudio por cómo atina este torero.

Y qué decir de Roca Rey… Huelva volvió a ser testigo de por qué esta figura se encuentra en lo alto del escalafón. Pero no quisiera adelantarme a los acontecimientos. Con el tercero de la tarde, un animal noble, aunque con poca transmisión, Roca Rey logró sacar buenos lances por verónicas con el capote. Con la muleta, de nuevo el diestro tuvo que arrastrar al animal para conseguir pintar la faena. A remolque y exigiendo a golpe de cintura y muñeca donde resaltó un pase de derecha por la espalda que levantó la expectación de los tendidos. Y, aunque, terminó su primera faena arrimándose al astado, no sería ni comparado con el espectáculo que ofreció en su segundo. Salió distraído, aunque más ensimismada se encontraba la afición. Buena serie de capote del torero que pasó inadvertida para los tendidos. Ya en la muleta, el astado embestía por dentro, teniendo que corregirlo el torero. Amapolo se fue viniendo a menos que, cuando finalizaba la embestida tras cada muletazo, dirigía una mirada hacia el torero. Y lejos de achantarse, cada vez se arrimaba más. Roca Rey acabó entre los mismos pitones del toro, tocando la cara con su muslo. A más suspiros y murmullos se levantaban en los tendidos, más arriesgaba y, por consiguiente, disfrutaba el torero. Qué sangre fría, qué pulso (si es que tenía), qué inmutabilidad…, qué torero. Roca Rey terminó de cautivar los tendidos con una estocada tras pinchar.

En resumidas líneas, tarde que no decayó porque las figuras sobre el ruedo pusieron la calidad en la tarde. Disfrutamos del temple y suavidad de Manzanares, la raza y valentía de Roca Rey y la entrega de un Alejandro Conquero que pudo vaciarse con el cierraplaza.

 

 

Plaza de toros de “La Merced” (Huelva). Segundo festejo de la Feria de Colombinas. Toros de Luis Algarra.

Ficha del festejo:

José Mª Manzanares, oreja y oreja

Roca Rey, dos orejas y una oreja

Alejandro Conquero, ovación y dos orejas

Fotos: Arjona 

 

TORO A TORO

Salía el primer Algarra, sin fortuna para el debutante onubense. Toro muy parado, sin querer acompañar al joven onubense en su gran tarde. Lo recibió con buenos lances Conquero en el capote, pero un excesivo paso por el caballo dejó a un animal sin fuerzas. En el tercio de banderillas se fue al suelo, y de ahí a la decadencia. La ilusión de Alejandro la decayó un toro que no embestía. Alternativa de Manzanares con Roca Rey como testigo y posterior brindis a su padre. Lo intentó, sobre todo, por el pitón derecho, por el que parecía que podría sacar algo. Falsas esperanzas. abreplaza no dio ninguna opción. Que lástima esperar tanto tiempo a una alternativa que se nubla por no tener adversario. Estocada tras pinchazo para Alejandro Conquero, que recogió la ovación de los tendidos.

Más avispado saldría el segundo por toriles, a quien Manzanares paró con templadas verónicas y remató con una revolera. Qué bien inició la faena de muleta el diestro con derechazos muy templados y prácticamente ligados por el pitón derecho. Cambió al izquierdo donde arriesgó más con naturales ceñidos, pero la faena estaba en el derecho. Manzanares ligaba derechazos por bajo parando el tiempo, logrando sacar el juego a un animal a quien no quitaba la muleta de su cara. Buena faena del diestro que finalizó con un estoconazo, como bien acostumbra el torero. Aguantó el astado antes de echarse y los tendidos aplaudieron la hazaña. Manzanares cortaba la primera oreja de la tarde

Turno para Roca Rey que terminaría por sacar  buenas verónicas en los últimos lances de capote con hermosos remates. Lo dejó crudo en el caballo y tomó la muleta. Primer quite citando de lejos por el pitón derecho, que continuó con una serie de derechazos en los mismos medios a sones de su pasodoble "Roca Rey, mucho rey". Prosiguió la faena en el centro del coso onubense con buenos naturales, aunque destacarían sus ceñidos derechazos. Los tendidos suspiraban de miedo mientras Roca Rey disfrutaba arrimándose al animal, sacando un pase por la espalda que hizo sonar los aplausos en el tendido. Certero con la espada para cortar dos orejas

Buen recibimiento de capa por parte de Manzanares para parar al cuarto de la tarde con verónicas templadas y una media. Serie por chicuelinas que realizó con parsimonia previas a una revolera que corroboró el buen juego de capote del maestro. Brindó al público su segundo toro y se dirigió a las tablas para llevar al Algarra a los medios. En la muleta, predominó la faena por el pitón derecho, bajando mucho la mano. Manzanares marcó su sello, mostrando la clase en un toreo ceñido y templado con un toro que se implicaba aunque no a grandes rasgos. No volvió a fallar en la suerte suprema y cortó su segunda oreja con la que acompañaba a Roca Rey en su salida a hombros

Inadvertida la afición con el quinto de la tarde. Buen juego de capote con el que Roca Rey paraba al toro, rematando con una hermosa media en los medios que la afición dejó en silencio. Despertó el público en el caballo, queriendo dejar, una vez más, sin picar al animal. A pies juntos comenzó con la muleta. El astado se acercaba andando, los tendidos se inquietaban y el pulso del diestro ni se inmutaba en los cites. Encauzó la faena con derechazos en los medios, citando nada más salir de la anterior embestida. Cambió al izquierdo para dibujar profundos naturales y le dio tiempo a un Algarra cuyas fuerzas fueron a menos. Qué manera de terminar una faena. Acortó distancias llegando a terminar entre los pitones al finalizar cada embestidas. Si los tendidos no querían ni mirar cada vez que el torero se situaba en la misma cara del toro, Roca Rey se crecía ofreciendo una entrega donde el miedo no tenía espacio. Estocada tras pinchazo con el cortó una oreja

Con Palmas por Huelva salía el cierraplaza, última oportunidad que Alejandro Conquero no quiso dejar pasar. Paró al sexto de la tarde con verónicas para enmarcar. Una media y una revolera encandilaron el juego de capa. Gran tercio de banderillas, destacando el último par de Jesús Carvajal. En la muleta, alternando molinetes con derechazos, Conquero se vació quitándose la espina de su primer toro. El recién doctorado se entregó toreando en los medios, pero el animal no le terminaba de acompañar, terminando la faena con muy pocas fuerzas. No fue a la primera, sino al segundo intento cuando remató su tarde con una serie por bernardinas de rodillas. Buen estoque que tumbó pronto al animal, cortando dos orejas y puso un gran culmen a una tarde que quedará en su memoria y en la de la afición onubense