David de Miranda marca distancias en el cierre de Colombinas

Miércoles 3 de agosto, día grande para la tierra de Huelva. Y, como ya es costumbre en el coso de La Merced, el mejor cartel se reservaba para tan importante cita. Se le puso así la guinda a una feria muy rematada, de gran nivel en todas sus tardes y con gran expectación para su cierre por la evolución de la misma. En el día de hoy, Miguel Ángel Perera buscaba proseguir su historia de amor con una plaza que tanto cariño le demuestra año tras año, Talavante no necesita presentación y David de Miranda quería volver a reivindicarse en el escalafón. En frente, nobles toros de El Parralejo, un ganado de desigual comportamiento.

Primero de la tarde para Miguel Ángel Perera, triunfador de la pasada feria de Colombinas. Recibió con un juego de capa templado, destacando un quite por chicuelinas tras el caballo. En el inicio de muleta, el astado le dio un susto al torero, sobre quien se echó el abreplaza estando a punto de marcar un punto de inflexión en la lidia. Perera se repuso, pudo encauzar una faena con temple donde el animal colaboró con nobles embestidas y fue acortando las distancias, destacando una serie por naturales muy pausados. Los fallos en el acero le impidieron tocar pelo. El segundo de su lote dio muestras pronto de su escasez y corroboró su flojera cayéndose de manos en reiteradas ocasiones. Inicio de faena de muleta con cambiados por la espalda. La afición se calentó en un intento de remontar la tarde, pero el animal se fue a menos. Poco pudo hacer el diestro que pasaportó a su oponente al segundo intento. De nuevo, ovación. Los aceros emborronaron dos faenas que quizá pudo ser algo más.

En segundo lugar, Alejandro Talavante, un torero cuya trayectoria habla por sí sola. Huelva acudió a los tendidos con la esperanza de ver a esa figura que tantas tardes ha revolucionado las plazas adonde iba, a esa figura que tanto ha deslumbrado, a esa figura que…, no apareció en Huelva. Con su primer toro, Alejandro no brilló en el juego de capa mas que un quite por chicuelinas. Con la muleta, el diestro impuso un ritmo que el animal no pudo seguir dadas sus escasas fuerzas. Le dio tiempo entre pases donde destacaron unos naturales templados. Al final, Talavante se cansó de su soso oponente y clavó un acero caído tras pinchazo donde escuchó un aviso seguido de silencio. Para su segundo, el diestro no puso gran ímpetu en el juego de capa. Tampoco se encontró en esta ocasión con un toro que colaborase; es más, nunca llegó a tener transmisión, pero Talavante quiso poner entrega y logró sacarle algunos pases que hicieron sonar varios olés. Sin embargo, la suerte suprema volvería a ser un esperpento. En esta ocasión no fue uno, sino dos avisos los que escuchó Alejandro que pasaportó a su oponente con el descabello. Huelva se quedaba huérfana de arte.

Pero llegaba David de Miranda, que salió al ruedo al compás de palmas por Huelva. Fue al torero de la tierra a quien le tocó el mejor animal de la tarde, un tercero bravo que tuvo grandes virtudes. David lo recibió con un buen juego de capa, destacando un quite por gaoneras tras el tercio de varas donde el astado derribó al caballo. Miranda probó por ambos pitones, templando, toreando bajo y ceñido. Clase en las series que terminaba con arrimones, certificando que se gustaba con su toreo ya que es en cortas distancias donde más cómodo se siente. El diestro exprimió todo lo que pudo y más a un oponente que se rindió a él antes de lo que a David le hubiese gustado, pues siguió queriéndole sacar embestidas. Quite por bernardinas para acabar una faena quizá algo extensa, de ahí que escuchara un aviso en la suerte suprema. Pero su acierto con el acero le confirmó las dos orejas concedidas por la presidencia. Sonaron los clarines para presentar al último toro de la feria, cierraplaza noble de El Parralejo a quien Miranda no pudo sacarle lo que a su hermano. Pasado el ecuador, la tarde se fue viniendo a menos sin que ningún torero tuviese la oportunidad de brillar. David comenzó su faena de muleta con ayudados por alto y fue ahí donde el astado se rajó y comunicaba sus nulas intenciones de componer una faena. El diestro le daba tiempo tras cada pase con arrimones para crear expectación, pero no había por donde sacar. Ni siquiera hubo toro para un último quite. A la tercera estocada fue la vencida con la que se clausuró una feria de Colombinas de alto nivel, eclipsada por una última jornada donde David de Miranda supo aprovechar el mejor toro de El Parralejo, ganado que no dio opción a la afición de esperar las próximas Colombinas con un buen sabor de boca con un gran colofón.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de “La Merced” (Huelva). - Cuarta de Colombinas 2022. - Toros de El Parralejo, bien presentados, destacó el tercero, para Miguel Ángel Perera, Talavante y David de Miranda. Algo más de tres cuartos de aforo completo.

Miguel Ángel Perera, ovación tras petición y ovación 

Alejandro Talavante, silencio y silencio

David de Miranda, dos orejas y silencio

Fotos: Toros Huelva

TORO A TORO:

Abreplaza para el triunfador de la pasada feria que recibió templando con verónicas al primero de El Parralejo y terminó con el juego de capa con un quite por chicuelinas tras pasar por el caballo. Primer susto de la tarde para Perera en el primer pase de muleta, pero se repuso y logró encauzar la faena ante un noble animal que se dejaba hacer y colaboraba en justa medida dada las fuerzas. A medida que avanzaba la faena, el diestro fue bajando la mano para dibujar buenos muletazos. Primera mitad de faena por el derecho, cortando distancias y con la muleta en la cara del astado, pero destacó una serie por el izquierdo con naturales muy templados. Estocada tras aviso que no derribó al toro, teniendo que tirar de descabello, que si acertó a la primera. Ovación tras petición.

Segundo de la tarde para Alejandro Talavante que recibió de capa destacando el quite por chicuelinas tras el tercio de varas. Brindis a la afición y faena de muleta que comenzaría por el pitón izquierdo. Toro manso y flojo de manos. Talavante quiso poner un ritmo que el animal no podía seguir, por lo que tuvo que darle tiempo entre los pases. Las fuerzas del animal fueron cayendo hasta que no hubo faena. Acero algo caído tras pinchazo donde escuchó un aviso. Silencio.

Palmas por Huelva para David de Miranda en el tercero de la tarde que lo recibió con un buen juego de capa. Salió poco picado el animal que derribó al caballo en el tercio de varas en vista del juego de sus hermanos. Quite por gaoneras en los medios previo al tercio de banderillas. Probó con la muleta por ambos pitones, templando, toreando bajo y ceñido. Clase en las series que terminaba con arriesgados arrimones. David de Miranda se gustaba sobre el albero y calentaba los tendidos con su raza. Exprimió todo lo que tuvo el animal hasta dejarlo sin fuerzas. Quite por bernardinas para terminar de elogiar a un adversario que quizá le faltó algo de recorrido. Escuchó un aviso tras clavar un acero un poquito caído pero que no le impidió cortar las dos orejas.

Pasado el ecuador de la tarde, salió por toriles “Elitista”. Perera lo paró con el capote, luciéndose en el quite tras el caballo. Brindis a la tierra que, feria tras feria, lo ve triunfar. Y allí, en los medios, inició con la muleta al péndulo. Continuó con series de profundos derechazos en los que buscó torear bajo. Cambió al izquierdo, donde logró sacar buenos naturales. El animal fue ofreciendo cada vez más mansas embestidas a medida que se rajaba. Pinchazo con el que escuchó el aviso y, al segundo intento, pasaportó rápido a su oponente. Ovación

Quinto de la tarde para Alejandro Talavante que no sobresalió en el juego de capa. El animal no tuvo transmisión en ningún momento y, pese que el diestro lo intentó y llegó a sacarle algunos pases para recordar, no terminaba de haber una faena clara. Tampoco hubo fortuna en los aceros donde pinchó dos veces al pecar de previsor y volvió a escuchar un aviso. Tuvo que tomar el descabello, donde volvió a escuchar un segundo aviso. Silencio.

Sexto y último de la tarde para el diestro onubense. No terminaba de romper un cartel con expectativas dado el escaso juego del ganado. Buena capa la de David de Miranda que paró con delantales al cierraplaza. Tuvo que corregir el picador en el tercio de varas tras ofrecer un largo puyazo al animal. Ayudados por alto en el inicio de muleta, donde ya el toro daba muestras de que no iba a colaborar con el espada para la faena. Con manso comportamiento, David le daba tiempo con arrimones para crear expectación, pero no había de donde sacar. Ni siquiera hubo toro para realizar un último quite. A la tercera fue la vencida. Silencio.