LA LÍNEA DE LA CONCEPCIÓN

Festival de trofeos pero con calidad en La Línea

Doce orejas y un rabo se cortaron en una tarde festiva
sábado, 4 de marzo de 2023 · 17:58

El día preveía lo peor, climatológicamente hablando, un día nublado, frío y con pinta de que, de, qué de un momento a otro, se abriría el cielo para caer el diluvio universal. Sin embargo y conforme llegaba la hora del paseíllo salió un rayo de Sol que fue cómo si se abriera la esperanza, precisamente advocación, a la que estaba dedicado este Festival Taurino… ¡Y qué festival oigan!, hacía tiempo (no diré cuanto), que no veía sobre el albero tanta hambre y toreros tan dispuestos.

Abrió la tarde Léa Vicens, que de haber tenido otro ejemplar enfrente habría hecho historia la tarde de hoy. Mostró un temple casi sobrehumano, le dio todo el tiempo que el animal pedía, supo llevarlo, guiarlo… y puede parecer lo “normal”, pero ya les digo yo que con ese ejemplar no había nada normal. Buen animal de hechuras, de gran tamaño, pero que no colaboraba en nada. Lo poco o lo mucho que ofreció el morlaco se lo arrancó la gala a base de tesón y esfuerzo, pero recubiertos de una capa de dulzura cual canto de sirena. Colocó cuatro banderillas largas, dos cortas… sacó de donde no había y por ello fue premiada con una atronadora ovación con saludos. He de decir que se mantuvo muy por encima durante toda la lídia haciendo un esfuerzo titánico y, sólo por ello, hubiera merecido mayores trofeos, pero quizá la frialdad de abrir plaza o que el palco estuviera aún desubicado… la dejaron con esa calurosa ovación con sabor a merecidos apéndices.

En el segundo llegó Diego Urdiales y, su pureza, torería y magnífico hacer, calentó los tendidos desde su inicio ¡qué manera de torear la del riojano! , fue como transportarse en el tiempo y ver un toreo añejo, cargado de sabiduría y corazón a la par. Todos los tercios, absolutamente todos, han sido un derroche de torería y cosas bien hechas -incluido por supuesto el tercio de banderillas protagonizado por su excelente cuadrilla-. Dos orejas sellan esta, más que excepcional, lidia de principio a fin.

En el tercero salió un animal, que fue la “perla de la tarde”, un caramelo al que la exquisitez de Perera hizo ir a más , llevándolo a cotas insospechadas cuando salió por chiqueros. El extremeño ha dado un recital de toreo , en el más amplio sentido de la palabra: pases largos…bajos…templados…eternos, una sublime despaciosidad la de este hombre para deleite de todas las retinas presentes. Literalmente pone patas arriba la plaza y ¿qué añadir aquí?¿que remató con los aceros de forma espectacular? pues eso precisamente le robó mayores trofeos, ya que pinchó antes de rematar su exquisita faena. Dos orejas (que sabían a más) premiaron su soberbia actuación.

Y en el cuarto, sale Cayetano comenzando la faena rodilla en tierra, en toda una declaración de intenciones. En ese momento comienza otra faena de antología: comienza a sacar del animal y hacer que éste vaya a más y más, pases en redondo…por los bajos…un recital de toreo de toda la dinastía que corre por sus venas. Dos orejas para la raza, rabia y dinastía de Cayetano en la grandísima faena que ha rubricado.

Y ya en el quinto, al dicho de “no hay quinto malo”, yo personalmente añadiría “y más si el que lo torea es Daniel Luque” ¡como ha estado y cómo se la ha jugado el de Gerena!, ante un traicionero animal que, además, tenía muchísima tendencia a buscar el cuerpo de Luque, no contaba el de la Palmosilla con topar con uno más cabezón que él … que manera de enfervorizar los tendidos a cuerpo limpio, un cuerpo a cuerpo que es complicado de explicar si no se ve. Luque no iba a por todas, eso no le bastaba, ¡las tenías todas con él! y miren que ha estado a punto de ser prendido en varias ocasiones, pero no, no se amilanó el sevillano, tenía que someterlo y dicho sea de paso, con un toreo de raza y cosas bien hechas… y no paró hasta lograrlo, todos sobrecogidos en el callejón, incluida su cuadrilla que repetían al son del público que abreviara, que lo matara ya porque era un toro asesino, pero él estaba en su burbuja … en su “yo más” y ¡lo consiguió!: dos orejas y el rabo dieron Fe de ello, inolvidable la excelsa faena del de Gerena.

Después llegó José Antonio Valencia, una incorporación de última hora en este rematadísimo cartel. Ese chaval que busca su oportunidad pero al que le faltan tablas u oportunidades, según se mire y salió de chiqueros un sr. toro y con su puntito de mala leche (si me lo permiten), el primer susto lo libró saltando al callejón, pero el segundo no lo pudo esquivar y se ensañó el animal con él, no hubo sangre visible, pero la paliza y el aturdimiento eran más que evidentes.

Ahí estuvieron los Maestros Diego Urdiales y Perera , como grandísimos compañeros y mejores seres humanos, intentando sacarlo para que fuera derecho a la enfermería, pero el chaval que tiene una oportunidad, con lo difícil qué es, se aferraba a ella yéndole la vida en ello de forma literal . Ahí sacó, el famoso pundonor torero y por más que le insistían sus compañeros de terna, no consintió: él quería acabar su faena y así lo hizo. Dos orejas premiaron ese pundonor más que la faena, pero su vuelta al ruedo fue imposible (por el estado en que se hallaba) y la terna al completo lo acompañó a la enfermería.

Para cerrar la tarde, un huracán llamado Marco Pérez. Un pequeño que muchos conocerán pero no todos lo habrán visto, ¡qué carácter y qué torería gasta el niño!  Y dicho lo de niño, desde el mayor de los respetos siempre, simplemente es la forma de hablar en mi tierra. Que manera de someter al novillo… qué carácter y qué forma de torear sometiendo el novillo a placer, con el temple y poso del que lleva 30 años pisando el albero, derrochando temple a raudales. Un “pequeño” torero pero con una dimensión y capacidad enormes. Podría seguir elogiándolo durante horas, pero lo mejor es que lo vean ustedes mismos si tienen la ocasión. Dos orejas al hacer de este pequeño gran TORERO.

Ahora cuando me lean, pueden pensar que exagero, incluso decir eso tan de moda de que soy una “palmera”, sinceramente piensen lo que quieran, yo sé lo que he vivido esta tarde y, sobre todo, lo que he sentido y me han transmitido… una corrida que de haberse dado en Madrid, por poner un ejemplo, habría dado la vuelta al mundo, ya lo dije al principio: que hacía tiempo que no veía sobre el albero tanta hambre y toreros tan dispuestos.

 

 

La Línea de la Concepción (Cádiz).- Festival benéfico para la restauración de la talla de la Virgen de la Esperanza, que ardió el pasado mes de mayo. Ganado de Fermín Bohórquez para rejones y de La Palmosilla para toreo a pie, de buena presentación, hechuras y dispar comportamiento. Algo más de tres cuartos de entrada.

Ficha del festejo:

Lea Vicens, ovación con saludos tras aviso

Diego Urdiales, dos orejas

Miguel Ángel Perera, dos orejas

Cayetano, dos orejas

Daniel Luque, dos orejas y el rabo

José Antonio Valencia, dos orejas

Marco Pérez, dos orejas