SAN ISIDRO 2023

Petardazo de toros ante el diluvio madrileño

De seis solo se pudo torear uno, que con sus defectos fue noble pero Perera no supo aprovechar. Gines Marín y Talavante por encima de sus toros, pero sin opciones de triunfo
viernes, 26 de mayo de 2023 · 16:13

 

 

Decimoquinta de San Isidro, colgado el no hay billetes para ver a Perera, Ginés Marín y Talavante, con tres toros de Victoriano del Río, Núñez del Cubillo y uno de Toros del Cortés.

Desde esta mañana se sabía que el primer toro de la tarde, de Núñez del Cuvillo, no se iba a torear, o al menos no iba a ser dejado. Le tocó el hueso duro a Perera y como he dicho antes, en cuanto salió el toro, el siete y esta vez con justificación, se echó encima del toro. De echuras feo, de pitones planos, indigno de una plaza de primera. Ahí Perera sabiendo lo crudo que lo tenía, para más índole se precipitó sobre la capital un agua cero que yo no veía algo así en este 2023, todo lo que no llovió le calló al pobre Perera en diez minutos. Y con todas estas estuvo más que meritorio ante la cara del toro. Le dio tres tandas de derechazos muy muy meritorios ante los gritos del tendido siete, el diluvio universal y el raro ambiente. Aún así despertó los oles del publico que le acompañó ante semejante trago gordo. Por la izquierda tenía menos calidad el toro, que por la derecha había sorprendido, tenía condición pero claro, para una plaza de tercera. Una buena tanda por la izquierda, venida a menos con todo lo que había armado en la plaza y a matar. Pinchazo y estocada más que meritoria ante la inundada plaza. Silencio y pitos en el arrastre.

La lluvia pararía durante el resto de la tarde hasta que, Perera entró con el cuarto, parecía que la había mirado un tuerto. Mientras tanto su cuadrilla protagonizaba lo mejor de la tarde, una brega espectacular de Javier Ambel y dos pares de banderillas como castillos de Curro Javier. En muleta el toro era un espectáculo, como metía la cara el de Victoriano, haciendo el avión y todo. El único defecto, que era despistado, muy despistado, en cuando veía que no tenía la muleta en la cara se iba hacia las tablas. No lo entendió Perera, que hizo todo a favor para que el defecto del toro se incrementara el vicio del toro, a cada pase, a cada tanta, el toro se iba más y más hacia las tablas y Perera no lo sacaba de ahí, lastima porque la calidad era enorme y en otras manos era de puerta grande. Aún así algún muletazo suelto le pudo dar, dejando dos primeras tandas en redondo, muy ligadas y dejando altas expectativas. La faena se le terminó por ir con la espada, con números pinchazos y otros números descabellos, estando apunto de sonarle el tercer aviso. Silencio y palmas al toro.

Talavante regresaba tras dejarse un toro vivo en octubre, y yo me creía que la bronca iba a ser monumental, pero el punto de mira de la ira en los tendidos se lo llevó todo el primer toro y la lluvia que le había encharcado todo en la anterior faena. Con todo esto el extremeño se puso a torear, pero a torear de verdad, lo que le duró el toro, que fueron tres tandas, pero esas tres tandas fueron mejor que todo su decepcionante 2022 en esta plaza. Empezó por estatuarios, que remató con tres naturales muy buenos y dos remates de pecho, primera ovación. Luego se paró en el cinco e inmóvil de pies, dio cuarto derechazos para enmarcar, jaleo en los tendidos, el de pecho cumbre y ovación. Lo mismo en la siguiente tanda, de igual modo y todo cumbre. Talavante había vuelto. Lo probó por la izquierda con dos tandas y ahí el toro dijo basta, basta para toda la faena, se vino muy abajo y dio otras dos tandas con la derecha que aburrieron al público. Qué pena porque lo estaba haciendo cumbre. Cerró con bernardinas, deslucidas al perder las manos el toro. Pinchazo y estocada. Silencio.

Con el quinto tuvo aún menos suerte, un desclasado toro que nada dijo en varas y en banderillas, nada más que corretear por el ruedo sin ninguna intención. En la muleta, inició por estatuarios, acabados con la izquierda de forma muy bella por abajo. De ahí el toro fue un hilo de poca raza y nula clase en la embestida, los arrimones continuos de Talavante tampoco favorecieron la faena, sin dejar respirar a un astado que prefería las distancias largas. Pinchazo y algo más que media en la segunda. Pitos en el arrastre y silencio para Talavante.

Ginés Marín volvía tras la oreja en la primera semana de San Isidro, el diestro es un torero que gusta mucho en esta plaza y los tendidos venían con optimismo a verle. El toro empezó raro en muleta, no quería nada cerca y Ginés lo vio muy bien dándole mucho espacio, aun así el toro se le veía que quería meter la cara y quería humillar pero no tenía ni pizca de fuerza, no seguía dos muletazos seguidos sin irse o pararse, imposible el lucimiento en la faena ni la oportunidad de sacar algo. Silencio y pitos al toro.

Con el cierra plaza, más de lo mismo, el de Victoriano salió muy suelto, andarín en los primeros compases, luego manso como el solo en el resto de la lidia, ni los puyazos, en los que el picador poco bien hizo, le sirvieron para despertar. En la muleta más de lo mismo, solo algún pase suelto y nula repetición. Pinceladas al natural dejó Ginés, que se vio incapaz de sacar nada más. Silencio y pitos en el arrastre.

Esto fue la decimoquinta de San Isidro, petardo de tarde donde ningún toro dio juego salvo el cuarto, cogido con alfileres eso sí. Talavante dejó buen sabor de boca, apretándose mucho y toreando de verdad en los pases que pudo y Ginés Marín cierra su San Isidro, con un toro bueno de cuatro, al que le cortó la oreja. Buenas sensaciones. Mañana más y esperemos que mejor.

 

Plaza de Toros de Las Ventas (Madrid).- Decimoquinto festejo de la Feria de San Isidro 2023. Tres toros de Victoriano del Río, dos de Núñez del Cuvillo y uno de Toros de Cortés para Miguel Ángel Perera, Alejandro Talavante y Ginés Marín. A partir de las 19 horas en directo en Mundotoro TV. Sexto "No hay billetes" del ciclo.

Ficha del festejo:

Miguel Ángel Perera, silencio y silencio tras dos avisos

Alejandro Talavante, silencio y silencio

Ginés Marín, silencio y silencio

Incidencias: En el cuarto toro de la tarde lidiado por Perera se desmonteraron los toreros de plata Curro Javier, Vicente Herrera y Javier Ambel.

 

Fotos: Erick Cuatepotzo

 

Toro a toro

Sin opciones Perera con el abre plaza mientras cae el agua cero del siglo sobre Madrid. Toro criticadísimo desde su salida y así fue en la plaza, sin dejar torear el siete con gritos de "toro, toro" y "miau" mientras daba los pases el diestro, lo que sumado al diluvio que está cayendo hizo imposible sacar algo. Mucho mérito por parte de Perera el conseguir matar el toro en esas condiciones, inundada la plaza. Pitos en el arrastre.

Silencio para Talavante que pinchó una buena faena. Le duró tres tandas, pero fueron tres pedazo de tandas llenas de verdad con la derecha. Inició por estatuarios, muy bellos y templados, para luego seguir con dos tandas por la derecha donde reventó al toro, llenando de olés la plaza. A partir de ahí se vino muy abajo el de Núñez del Cuvillo y nada pasó. Dos pinchazos deslucieron por completo la faena privándole de algo más.

Silencio para Ginés Marín, sin opciones con el soso y sin fuerza de Toros de Cortés. El toro quería embestir y humillaba bien pero no tenía nada de fuerza, sin repetir en ningún tanda y entrando muy despacio a los engaños, sin ninguna opción de lucimiento ni triunfo para Ginés Marín. Notable estocada en todo lo alto, algo tendida. Pitos en el arrastre.

Silencio para Perera que estuvo muy por debajo del gran toro de Victoriano del Río. Torazo de triunfo importante el primero de Victoriano, si se le hacían las cosas bien claro. Y es que el toro metía la cara en la muleta que daba gusto verlo, haciendo el avión, pero tenía un defecto, salía muy despistado de la muleta y se iba hacia las tablas. Planteó muy mal la faena Perera, aceptando los terrenos que quería el toro, los tablas, yéndose cada dos pases hacia ellas. Pinchó tres veces y otros tantos más descabellos. Dos avisos y a segundos del tercero. Palmas en el arrastre.

Silencio para Talavante ante el desclasado quinto. Protestado de entrada, poco dijo en varas y banderillas. En la muleta una buena tanda, la primera, por estatuarios y acabada con la izquierda con dos buenos pases. El resto de la faena fue muy arrimada, sin dejarle el espacio que necesitaba el toro, el cual embestía con nula clase cabeceando mucho. Pinchazo y algo más que media a la segunda. Pitos en el arrastre.

Sin opciones Ginés Marín ante el manso cierra plaza. Desde los primeros compases de la lidia se vio las condiciones mansas del toro, correteando por toda la plaza sin hacer ni caso al capote del matador. En varas fue muy manso y el picador tampoco acompañó. Con la muleta nada puso sacar con un toro sin clase ni embestida, solo un par de naturales sueltos y una última con la derecha más ligada. Media tras pinchazo. Pitos al toro en el arrastre.