Robleño pincha la puerta grande madrileña en una faena para la historia

Decimoséptima de feria y los "Adolfos", llegaban a Las Ventas dejando una de las corridas mejor presentadas de todo San Isidro, para los matadores Román, Garrido y Fernando Robleño. Con todo esto, la lluvia azotó sobre la monumental.

El susto de la tarde lo dio Garrido con el tercero de la tarde, el cual fue un soso y complicado toro que poco tenía nada más que peligro y así fue. En la primera tanda le desarmó y en la segunda le prendió con una voltereta feísima que le dejó bastante herido, entrando a enfermería, con una cornada en la pierna, llevado por su cuadrilla. Se encargaría Robleño de matar a este tercer toro tras un trasteo rápido. 

Fernando Robleño venía a su tercera comparecencia madrileña de la temporada con ganas de refundar sus argumentos como pedazo de torero que es y de borrar los fantasmas con la espada que siempre le acompañan. Abrió la tarde con un toro sosete y con poca fuerza, mientras caía un aguacero en Madrid. Fernando Sánchez, como siempre, puso un par de mérito que fue ovacionado. En la muleta el toro empezó soso, sin rematar ningún pase, aun así metía bien la cara pero había que hacerle todo muy bien y medido. Las tres primeras tandas con la derecha no tuvieron nada de nada, sin repetición ni calidad. Por la izquierda tenía algo más de calidad y remataba mejor, pero aún así seguía siendo muy soso, dos tandas sin nada.

Pero el buen hacer de Robleño hicieron sacarle al toro todo lo que llevaba dentro y nos regaló tres series muy buenas por la izquierda: la primera con un segundo y tercer pase muy profundos y el cuarto, el mejor, hicieron levantar los oles en los tendidos. En la segunda, le metió un tercero hondo y redondo, que le hizo colocarse de nuevo, otros tres pasa buenos, al siguiente hubo susto, el viento y la lluvia no son buenos aliados. Pase de pecho perfecto. Y la última, en redondo, para finalizar la faena, la más ligada y precisa de todas. Se fue a por el estoque con la ovación y el run run de la oreja. Pero a la hora de la verdad, pinchó, hasta dos veces. Palmas en el arrastre y ovación con saludos.

Con el segundo de su lote de nombre "Aviador", quinto de la tarde tras correr turno por el susto de Garrido, se encontró con un toro del que ya se veían cositas, cómo metía la cara en el primer recibo con el capote... Luego en el caballo manseó, hasta el punto de que el siete, precipitadamente, pidió el pañuelo verde, petición desentendida por el presidente y con razón, porque el toro cada vez que veía capote metía la cara como ninguno toro se ha visto en esta feria. En banderillas despertó, un par bastaron, pero vaya par, Don Fernando Sánchez. Retó al toro, caminó, despacito, con chulería, como él solo sabe, su puso cerca, muy cerca, le llamó, éste arrancó y Fernando las puso donde hay que ponerlas. Ovación cerrada y saludo a los tendidos. 

Y ahí fue Robleño, había toro de lío. Primera tanda, sin más miramientos, a la izquierda. Cómo metía la cara el animal, primera de colocación, segunda honda, tercera cumbre, rugía Madrid, cuarta aún mejor. La quinta se le fue cruzado y rectificó con una sexta aún más cumbre que las anteriores, pase de pecho y los tendidos en pie. Le dio espacio, y se puso guapo el torero, tres pases perfectos, pero no redondos, le faltaba esa torería de Robleño y ahí fue, rompió la faena del todo con el cuarto pase, el más cumbre de la feria, el más redondo que mis jóvenes ojos han visto.

En los tendidos locura, lo ligó con un quinto que fue a menos porque hacerlo mejor era imposible, cerró con un remate por abajo y miradita al siete. Ese siete que tan robleñista es, ese siete que se vino abajo, todos de pie, como si en misa estuvieran, en los tendidos había locura, manos a la cabeza. Qué cuarto pase dio, vaya tanda. Siguió por la derecha, con cuarto pases normales, pero se lo cantaban todo y para no. De pronto ligó el quinto con un cambio de mano a la izquierda y la diferencia era bestial. Cómo metió la cara, cómo humillaba por ese pitón, el ole unísono retumbó en la calle Alcalá. Ovación. Y se puso la muleta en la izquierda, como para no. Era cumbre la unión entre Aviador y Robleño. Estaban dando la faena de la temporada, le metió la primera, profundísima, casi dobla al toro. Le obligó a colocarse, silencio en los tendidos, le llama, arranca y se lo pasa cerquísima, olé en la monumental, a la siguiente aún más cerca y susto, perdiendo la muleta.

Decidió que había que matar, sabiamente, la faena estaba cuajada y el toro solo iba a ir a menos. Silencio enorme, dedos cruzados, gente rezando. Otra vez lo de siempre no por favor Robleño, y ahí fue, decidido, decidido a no pinchar de nuevo, pero está vez como muchas otras, volvió a pinchar una faena histórica, a la segunda, estocada en todo lo alto, reventó al toro y petición mayoritaria de oreja que el presidente, con muy poco gusto no le dio. Y si, está claro que en Madrid no se dan orejas si fallas con el estoque, pero es que, la faena era para llevarle a hombros hasta el hotel si hacía falta, para darle una vuelta por la Gran Vía, recorrer la Castellana y luego volver a la plaza para auparle otra vez. Faena histórica, naturales históricos y la espada de siempre. Vuelta al ruedo tras la petición, que el siete le obligó a repetirla, como ya haría en septiembre de 2022. Dos vueltas al ruedo de ley ante una faena histórica, ovación en el arrastre para "Aviador", que hubiera pasado si aguantas dos tandas más, vamos, se cae la plaza. 

Román venía tras cortar una oreja en su primera cita, dando una lección de arrojo y ganas de triunfo. Pero se encontró con una de las tardes más frustrantes de su carrera, tres toros lidió, sus dos y el sexto, en lugar de Garrido. Y vaya tres petardos, como también lo fue su cuadrilla, por cierto, dos broncas fortísimas a sus picadores que hicieron de menos a sus toros. Con el primero nada, bronca a su picador, y el toro muy a menos, ni un pase. Con el segundo menos, y no se le picó mal, pero es que el toro era más desclasado y soso. Y con el cierra plaza pues se encontró con el momento curioso de la tarde, el de Adolfo Martín saltó al callejón, quedando inválido y dando un susto a más de uno. "Florito" y sus vacas salieron a por el toro, que no quería meterse, gran labor del mayoral llevándose una merecida ovación. Salió el sobrero, de Pallarés y nada, ni un pase. El pobre Román se veía con una cara de circunstancia e impotencia, otra vez será, está plaza te espera con los brazos abiertos. 

Esto fue la decimoséptima de San Isidro, corrida sosa y sin gracia por lo general, salvándose el pitón izquierdo de "Aviador" que por suerte cayó en las manos adecuadas. Gran Robleño que cierra su mes de mayo en Madrid con tres comparecencias, otra lección de torería del torero madrileño y se ha ido sin tocar pelo por culpa de la espada. Le esperamos y quien sabe si a lo mejor en la de Beneficencia, ojalá que así sea. Román sin opciones, pero también lo esperamos, arrojo y valor resumen su San Isidro. A Garrido desearle una pronta recuperación y que ojalá le veamos más pronto que tarde en los ruedos. Nos vemos el martes, en la tercera novillada de la feria, suerte a todos y buena semana a los lectores.

ASI HA SIDO NUESTRO TORO A TORO

Ovación con saludos para Robleño que pincha una gran faena. Diluvia en Madrid y con la lluvia, se presentó el torrente Robleño dando una clase de sabiduría y paciencia ante un toro con repetición pero poca clase en la embestida. El diestro madrileño le enseñó poco a poco y finalizó con tres tandas por el pitón izquierdo que hicieron levantar los primeros olés en los tendidos. Pinchó dos veces, perdiendo cualquier opción de triunfo. Palmas en el arrastre.

Sin opciones Román ante el segundo Adolfo de la tarde. Poco aguantó el toro y nada pudo sacarle Román, el astado acusó la labor del picador, Pedro Morales "Chocolate", el cual se fue pitado. En la muleta fue soso y parado, Román, lo probó por los dos pitones pero poco puedo hacer. Tres pinchazos y un bajonazo. Pitos en el arrastre y silencio para Román.

José Garrido pasa por enfermería tras pillarle el toro en los primeros compases con la muleta. Toro soso que ya se veía que poco iba a sacar, hubo un susto en la primera tanda donde el toro le desarmó y en la segunda, le dio una voltereta feísima y se pasó un buen rato con la cara del toro encima suya mientras él estaba en el suelo, se fue a enfermería llevado por su cuadrilla.  Robleño salió y tras un trasteo mató al toro hundiendo más de la mitad de la espada. Pitos en el arrastre.

Sin opciones Román, tras correr turno, ante el soso cuarto de la tarde. Poco tuvo este toro, no se arrancaba y embestía sin ganas ni humillación. Algún feo le hizo a Román que dio un buen susto a más de uno y ningún pase que resaltar, pese a intentarlo por los dos pitones. Pinchazo y entera. Pitos en el arrastre y silencio para el valenciano.

Dos vueltas al ruedo para Robleño que pincha los trofeos con la espada. El pitón izquierdo de "Aviador" y el temple de Robleño pasan a la historia con una de las faenas con más belleza al natural de los últimos años. Vaya tres series le dio con naturales cumbres y redondos que pusieron a la plaza en pie. El toro aguantó poquito pero los naturales pasarán a la historia. Pinchó una vez y le reventó con una estocada en todo lo alto a la segunda. Petición de oreja no concedida y bronca al presidente. Dos vueltas al ruedo de ley para el madrileño.

Devuelto el sexto toro tras saltar al callejón quedando inválido. Sin opciones Román ante el sobrero de Pallarés que cierra plaza. Mucho cabeceo y pérdida de manos constantes, el toro salió muy a menos de varas, donde el picador se llevó una bronca tremenda. Lo intentó por los dos pitones pero nada, la nula clase y embestida del animal le quitaron toda opción de triunfo. Estocada a la primera, algo tendida. Pitos en el arrastre y silencio para el valenciano.

Plaza de Toros de Las Ventas (Madrid).- Decimoséptimo festejo de la Feria de San Isidro 2023. Toros de Adolfo Martín para Fernando Robleño, Román y José Garrido. Entrada: 18666 espectadores.

Fernando Robleño, ovación con saludos , dos vueltas al ruedo 

Román, silencio, silencio y silencio 

José Garrido, es prendido por su primero y pasa a enfermería, matando Fernando Robleño ese ejemplar

Incidencias: José Garrido resultó prendido en su primero. El informe médico emitido informa que presenta "Herida por asta de toro en cara posterior 1/3 inferior del muslo derecho, con una trayectoria hacia adelante y abajo de 15 cm que produce destrozos en músculos isquiotibiales y contusiona nervio ciático"

Fotos: Chema Ureña

PROGRAMA MANO 28 MAYO