Oreja para Castella y Úceda ante un Morante ausente

Mucho mérito el del torero francés, que cortó una oreja al primero y arriesgo la vida tras ser corneado con el segundo, Morante mata a su segundo toro en varas y Uceda Leal toca pelo en su segundo
viernes, 2 de junio de 2023 · 17:42

 

Vigésima primera de San Isidro, cinco toros de Toros de El Torero y uno de José Vázquez, para un cartel con sabor antiguo y clásico, Uceda Leal, Morante y Castella.

Arrancó la tarde Uceda Leal y con él, la lluvia volvió a hacer acto de presencia. Abrió plaza un toro justito de fuerzas, perdió las manos dos veces en la primera tanda con la muleta, aún así, el madrileño se puso en su sitio y comenzó a torear de verdad. Le metió una segunda de chapó y una tercera en el sitio y recta, clásica. Cambió a la mano izquierda, natural amplio y cerró con un buen pase de pecho. Ovación. Siguió con la derecha y buen segundo derechazo, cantaron los tendidos. El resto de la tanda, el toro se vino a menos. Cambió de pitón, con un paseo largo que le dio aire el toro, éste respondió bien y Uceda Leal, toreó. Buenos fueron el tercer y cuarto natural, cumbre el quinto, buen pase de pecho y ovación.

Volvió a la izquierda, el toro tenía condiciones, pero poca fuerza. Buen natural el segundo, ligó el tercero bajando la mano, exigiendo al toro, que no respondió y perdió las manos. De nuevo, paseo largo y el toro lo volvió a agradecer, ahora por la derecha, bien el segundo derechazo, cumbre el tercero, el mejor derechazo de toda la faena. Se cambió de mano la muleta y metió un natural profundo, pase de pecho y ovación, hasta ahora la mejor serie. Se fue a la izquierda, el toro ya muy pegado en tablas, metió una buena, se colocó pero, el toro ya no embestía. Finalizó rápido la serie y a por la espada. Pinchó el madrileño hasta cuatro veces, emborronando, la trabajada faena que realizó. Silencio y palmas en el arrastre.

Con el segundo de su lote, vino el toro mejor presentado de toda la feria, vaya dos pitones tenía, como velas. Por fin un toro digno de la primera plaza del mundo, hemos tardado cuatro semanas. Todo lo que se hiciera con esos pitones ahí, tenía mucho mérito y las banderillas más. Así lo reconoció el respetable, tras dos pares de banderillas en la misma cara del toro, por parte de Héctor Vicente, quien saludó tras la ovación. 

En la muleta, el toro perdió las manos tras dos derechazos, pintaba feo. Pero como hiciera Uceda Leal antes, elaboró una faena muy estructurada, trabajada y mimada al toro. Tras perder las manos, se cambió la muleta a la izquierda, le metió un pedazo de natural, que poco importó lo demás, ovación cerrada tras la tanda. Volvió por la izquierda y el toro perdió las manos, en la tercera tanda de naturales cabeceaba, tenía de todo el bonito animal. Se fue a la derecha y se vino arriba el toro, buen tercer derechazo del madrileño, el cuarto aún mejor, primeros olés de la faena, remató por abajo y ovación. Con la izquierda, gran segundo natural, el tercero en redondo cumbre, remató con el de pecho y ovación. Volvió por la izquierda, los tres primeros naturales muy buenos, el cuarto enganchón, pero salió con arte, pase de pecho y ovación, la mejor de la faena. Cerró con una más por la derecha, con dos derechazos buenos, un molinete y uno de  pecho. En la espada, metió un espadazo perfecto y en el sitio, que dejó doblado al toro. Petición unánime y oreja de ley para el madrileño. Ovación en el arrastre.

Morante vino a Madrid, en su tercera comparecencia isidril. Arrancó por verónicas, gritadas en exceso por los tendidos pero, ya saben, Morante es Morante. Aún así, fue una gran tanda de verónicas, acabadas con una lenta media. En el caballo, al toro le costaba arrancarse, yéndose hacia tablas, mostrando lo manso que era. Bronca al picador, Aurelio Cruz. Tras eso, en banderillas, el toro ni se arrancaba y en la muleta, de poco sirvió, obligando a Morante a abreviar y con razón. Efectivo espadazo. Pitos en el arrastre y división en los tendidos con Morante.                

En el segundo de su lote, pasó algo que yo nunca he visto, seré muy joven. El caso fue que, tras recibirlo con el capote, no le convenció el toro a Morante y en el primer puyazo le pidió al picador que le picara duro, tras más de medio minuto, con el toro empujando y el picador castigando, Morante, le dijo al picador, que le diese aún más y eso hizo. Otro medio minuto así, en resumen: el toro salió del caballo perdiendo las manos dos veces y los tendidos se echaron encima de Morante. Lo mismo pasó en el segundo puyazo, se le castigó de más y el toro ya salió con la boca abierta, la lengua fuera y diciendo basta. Se le dieron "tres mil" capotazos, por si se le iban las manos y había que devolverlo, pero el bravo toro aguantó. Dos falsas series de trasteo, por ambos pitones, donde el toro, por cierto, metió la cara muy bien y a matarlo. Tres pinchazos, una tendida, un descabello y se muere.  Pitos a Morante, pitos de los "morantistas" al toro, ovación, de los que nos dimos cuenta de lo sucedido, al toro e indiferencia del resto. Lo nunca visto.

Castella volvía tras su puerta grande de hace dos semanas. Se encontró con un manso toro de inicio, al cual los puyazos le vinieron muy bien. Inició con rodilla flexionada Castella y la muleta en la mano izquierda, buena primera tanda. Al natural, ya en pie, le dio un buen tercer pase, pero el viento era insoportable, perdió las manos el toro. Por la derecha bien, dos buenos pases, se deslució la tanda con un enganchón y un flojo pase de pecho, aún así, ovación. Siguió por la derecha, gran segundo y profundo tercer derechazo, cambio de mano, buen natural y pase de pecho. Ovación. Comenzaba a tomar vuelo la faena. Por la derecha, dió uno, cambió a la izquierda y poca cosa le dió. Mucha colocación y un toro que ya no remataba la embestida, muy a menos. Lo intentó de nuevo con la derecha e imposible, el toro muy a menos. Cogió la espada y clavó la estocada de la feria, superando la de ayer de Luque, de por sí, oreja con ese estocadón. Y así fue, petición mayoritaria y muy bien el presidente concediendo el trofeo.  

Con el segundo de su lote, fue con todo, jugándose otra puerta grande en Madrid. Inició con tres verónicas y una media, muy bonitas y de mérito, con el viento que se levantaba en Madrid. El picador, Agustín Romero, fue ovacionado tras dos buenos lances con el toro. En banderillas, Rafael Viotti, colocó dos pedazos de pares en la cara del toro. Con todo esto, fué el francés a por todas. Gran inicio por abajo, donde perdió las manos el toro, aún así, ovación. Con la derecha, ya en pie, fue a torear el francés, le dió un segundo derechazo hondo y cumbre, el viento le azotó la muleta y se paró. Cerró con un pase de pecho y ovación. Le dió espacio al toro y, de uno en uno, fue toreando. Siguió igual, gran segundo pase, molinete en el tercero y se coloca, enganchones luego, el toro le hacía gestos feos, metiéndose por dentro constantemente. En una de estas, cuando probó por la izquierda en el segundo pase, el toro se le vino por dentro y se pasó al torero por los dos pitones, levantándolo y metiéndole una cornada en la pierna, salió cojo pero siguió. En la cara del toro, se puso a torear, gran segundo derechazo, olé rotundo en Las Ventas. Al tercero, le enganchó y le volvió a revolcar, está vez sin nada. Volvió a la cara del toro y le dió una más por la derecha, llena de sustos, miradas y avisos del toro, cerró rápido y se fue a por la espada. Mató a la primera, digno espadazo y digna ovación a la valentía y el valor, al mérito y las ganas de triunfar, como si fuese una torta en toda la cara a Morante. Saludó tras la ovación. 

Esto fue la penúltima corrida de toros de San Isidro y  pasó de todo, desde la estocada de la feria, hasta la faena más clásica y añeja, puro toreo madrileño. Pasando por la desvergüenza torera de Morante. Volveré con mis crónicas el domingo, para narrar una de las tardes que con más ilusión acojo: La corrida de prensa. Toros de nada más y nada menos que Victorino Martin para el mano a mano entre Paco Ureña y Emilio de Justo. Hasta entonces y no se pierdan mañana la de rejones, aquí, en Burladero.

 

Plaza de Toros de Las Ventas (Madrid).- Vigésimo primer festejo de la Feria de San Isidro 2023. Cinco toros de El Torero y uno de José Vázquez para Uceda Leal, Morante de la Puebla y Sebastián Castella. Colgado el cartel de "No hay billetes", retransmitido en directo por Mundotoro TV a partir de las 19 horas.

Ficha del festejo:

Uceda Leal, silencio y una oreja

Morante de la Puebla, silencio y bronca

Sebastián Castella, oreja y ovación con saludos

 

Parte médico Castella

 

Fotos: Bartolomé Bernal

 

ASÍ HA SIDO NUESTRO TORO A TORO

Silencio para Uceda Leal que emborrona su buena faena con la espada.

Trabajada faena de Uceda Leal con un sin fuerzas abre plaza, además de la lluvia y el viento. Le toreo bien por los dos pitones, destacando dos tandas por la derecha y una al natural por el pitón izquierdo. Emborronó la faena con cuatro pinchazos y una media. Palmas en el arrastre

Sin opciones Morante que mata al toro tras un breve trasteo. 

Lo mejor de la faena fue el recibo con el capote donde le metió una tanda de buenas verónicas. El resto fue un toro que no quiso ir a caballo, que tardó en ir a las banderillas y que poco dió en el breve trasteo de Morante. Espadazo certero a la primera. Pitos en el arrastre y división para Morante.

Oreja para Castella tras un estocadón merecedor de oreja.

Buena faena del francés ante un manso toro en los primeros tercios. En la muleta se vino algo arriba y el francés, luchando contra el viento que azotaba fuerte en la capital, logró sacar grandes tandas de naturales, aún así nunca hubo una tanda rotunda ni ligada del todo. Mató muy bien, con un estocadón de perfecta colocación con la que se ganó la oreja ante una meritoria faena

Oreja para Uceda Leal que cuaja una faena de mérito ante el complicado pero bravo cuarto toro.

Por fin un toro como dios manda en las ventas, pitones que asustaban, como dos velas. Y muy bien Uceda Leal en la cara del toro, sin dar una serie contundente ni soberbia pero todas muy regulares, cuajando una faena muy bien estructurada, destacando las dos últimas tandas de naturales. Espadazo, dificilísimo, con un toro que le espero con la cara arriba pero con una colocación perfecta. Oreja de ley. Ovación en el arrastre

Bronca para Morante con un toro que se le pegó demasiado en varas y salió medio muerto.

Fue al primer puyazo el quinto de la tarde y el picador le pegó, le pegó demasiado, Morante así lo pedía, y le dejó un minuto largo con el picador dándole, salió del caballo y perdió las manos, en el segundo puyazo lo mismo, le pegaron de más al toro, llegó a la muleta con lengua fuera y sin dar guerra, el de la Puebla del Río le dió dos tandas de mentira, una con la derecha y otra con la izquierda, donde el toro quería, porque metía muy bien la cara pero no podía, no podía porque se le "mató" en varas. Tres pinchazos y una tendida. Pitos a Morante.

Ovación con saludos al merito de Castella, que fue cogido por el toro dos veces.

Faena cargada de mérito y sustos, mucho viento y un toro que se venía por dentro cada vez que podía, le cogió en la primera tanda de naturales pasándose al francés por la cara del toro, volvió a darle un susto, tirándole al suelo en otra con la derecha. Mató a la primera con un espadazo. Salió ovacionado en el paseíllo final, saludando ante la ovación. Pitos en el arrastre.