Oreja para Aguado tras una sentida faena

Huelva a dado un nuevo hijo torero, Emilio Silvela que continua la dinastía. Pablo Aguado ha cortado una bonita oreja con el único toro movible, enclasado con entrega al que le faltó mucho poder, sin embargo eso lo suplió poniendo mucho en estética, conjunción y temple. Castella se estrella al igual que Emilio, la corrida de toros no ha posibilitado el triunfo de los toreros puesto que tenían muy buenas hechuras y nada de fondo.

Echó las manos por delante el último de la tarde en el capote de Silvera, aunque el torero onubense le intercaló un par de verónicas con sabor y una buena media. Con la muleta le faltó clase y ritmo, pero Emilio quería quitarse la espinita del primero. A base de tesón le sacó los muletazos de uno a uno, pero fue imposible porque ‘Encarcelado’ se paraba en cada muletazo con la cara por las nubes. Falló con la espadas y recibió una ovación.

“Gachón” hizo quinto, un toro más alto que los otros y fino de cabos. Sacó algo de brío en el tercio inicial, lo que aprovechó el sevillano para lancear con compostura. Una justa donde empujó sin entrega. El hispalense mostró fibra y raza para sacar algo -que no ofreció- el segundo de su lote. Un toreo para imponer vida de donde no la había. Aguado se estrelló igual que su compañero Sebastián Castella. Ovación a la voluntad y pitos al toro.

“Medidor” otro bien confirmado que duro muy poco. Tras recogerlo con el capote -varias verónicas- bien trazadas y una notable media. Otra vara para cumplir el reglamento y a cambiar se ha dicho. Castella se topó con uno sin vida que estaba desfondado desde el primer muletazo de tanteo. Tiró de oficio pero no puedo hacer nada salvo una buena  estocada. Pitos al toro y palmitas a Castella.

“Biensano”, tercero. Otro bonito toro que era una pintura por su morfología. A este, Aguado lo lanceó con estilo personal y suavidad a la verónica marcando el viaje con dulzura. El sevillano dosificó a su antagonista en el jaco -cumplir el trámite- para posteriormente soltar un quite por chicuelinas de máxima categoría. Precioso pasaje donde la expresividad y el compás fluyeron como la brisa marinera. Y la media de cartel a cámara lenta. Pablo Aguado tuvo un animal enclasado, dulce pero justo de poder al que había que ponerle el alma en cada muletazo y lo hizo con una prestancia de puro almíbar. Un toreo exquisito por ambos donde la muleta viajó con temple y mucho empaque. Oreja tras una faena sentida de extraordinaria expresión y sentimiento ante uno noble.

“Recubridior” el segundo de la tarde, un toro muy bien hecho que embistió con prontitud al sincero capote de Castella. Sacó chispa en ese tercio, pero tras la vara -sin apretar- se empezó a venir abajo. Tras el oportuno cambio de trastos por parte del toricantano el maestro francés comenzó abriendo caminos para ayudar sin apreturas pero aquello empezó a caer a la baja. En conjunto una labor muleteril con pinceladas estéticas y buen trazo pero sin poder apretarse por la falta de poder de su astado. Esfuerzo sin recompensa ante sin transmisión. Fallo con la espada y fue silenciado.

Se gustó Emilio Silvera lanceando con el capote a ‘Decorado’, el toro de su alternativa, de blanco impoluto y oro. No lo castigó en el caballo, pero a la muleta llegó muy justo de fuerzas. Hizo cosas buenas el de Albarreal en el capote de Juan Rojas, pero al último tercio llegó desfondado. Tuvo nobleza y calidad por el derecho, que Silvera aprovechó en los primeros muletazos. Por el izquierdo le dio tres suaves naturales de uno en uno con la figura muy vertical, pero el animal ya estaba completamente mermado.

Plaza de Toros de La Merced (Huelva).- Tercera de las Colombinas. Toros de Albarreal para Sebastián Castella, Pablo Aguado y Emilio Silvera que tomará la alternativa. Media plaza.

Ficha del festejo:

Sebastián Castella, Silencio y palmas

Pablo Aguado, oreja y ovación

Emilio Silvera, Silencio y ovación

Fotos: Melania Huertas